Partido abstencionista
Ya tenemos en Espa?a un gran partido, un partido mayoritario, el de mayor n¨²mero de votos negativos, el que ha surgido de los ¨²ltimos comicios, el partido representante de la apat¨ªa nacional, del desencanto y del desenga?o: el Partido Abstencionista, el gran ausente.Si el Parlamento representa a la voluntad del pueblo espa?ol, ?qui¨¦n representa a ese 40% de espa?oles que responden con un silencio glacial? Cuando el pueblo se abstiene de participar en su propio futuro es que ya no cree ni en el presente ni en el futuro. Y si el Gobierno y la oposici¨®n siguen haciendo la pol¨ªtica del avestruz, ignorando a esa aplastante mayor¨ªa, han elegido el camino m¨¢s directo hacia la bancarrota nacional.
Se nos quiere dorar la p¨ªldora con el t¨®pico de que ese porcentaje de abstenciones es normal en Europa; puro sofisma. Esos pa¨ªses llevan cien o m¨¢s a?os de democracia; aqu¨ª la estamos construyendo. Cuando se est¨¢ en per¨ªodo de reconstrucci¨®n de una nueva sociedad, para que se pueda realizar se precisa la ilusionada colaboraci¨®n de todos. El pueblo constructor quiere ver levantarse un edificio s¨®lido, que le pueda cobijar con seguridad, no un espectro expuesto a derrumbarse de un momento a otro.
Lo preocupante es que a esa capa de indiferentes, que siempre existen, se han ido sumando los derrotistas, los que alborozados saludaron a la democracia, la masa de j¨®venes frustrados sin futuro, los tr¨¢nsfugas, los desenga?ados que se recluyen en s¨ª mismos. ?Qui¨¦n tiene la culpa de esta deserci¨®n en masa? Ellos, los frustrados, no, por supuesto. ?Qui¨¦nes les han empujado al abandono?
El espect¨¢culo que se brinda al abstencionista no puede ser m¨¢s deprimente. Unos y otros han convertido esta sociedad en una pugna de ego¨ªsmos. El capital y el trabajo en continua guerra; a la ego¨ªsta y suicida huelga de inversiones de la oligarqu¨ªa financiera y capitalista, el trabajador responde con la no menos suicida de la baja productividad, el absentismo y la huelga laboral, justificada o no. Todos estamos tirando piedras a nuestro propio tejado, hasta que lo hundamos y nos aplaste a todos debajo.
La denuncia p¨²blica de esa irresponsabilidad y ese desgobierno que ahora padecemos la ha formulado esa mayor¨ªa silenciosa que voluntariamente se margina del cumplimiento de sus deberes ciudadanos. Su mutismo es la m¨¢s fr¨ªa y acerada acusaci¨®n a unos poderes p¨²blicos y a una oposici¨®n inoperantes e ineficaces.
El partido mayoritario del pueblo espa?ol, el Partido Abstencionista, ha retirado su confianza al Gobierno y a la oposici¨®n. Su no voto es el m¨¢s claro voto de desconfianza y de censura para quienes gobiernan (ejecutivo y legislativo). Y no olviden que ese hipot¨¦tico ?partido? representa casi el 50% del electorado. Mediten los dos partidos hasta ahora rectores: UCD y PSOE, los perdedores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.