El presidente egipcio busca en Washington un arreglo para la cuesti¨®n palestina
Tres d¨ªas de conversaciones en Washington, entre los presidentes Jimmy Carter y Anuar el Sadat, s¨®lo servir¨¢n para poner de relieve la dificultad para encontrar una soluci¨®n al problema palestino, a partir de las tesis acordadas en los compromisos de Camp David, firmados hace un a?o entre Egipto, Israel y EEUU. Las posiciones entre Tel Aviv y El Cairo, a prop¨®sito del futuro del pueblo palestino, siguen siendo completamente antag¨®nicas, Sadat se lo record¨® al presidente Carter nada m¨¢s iniciar ayer la primera ronda negociadora.
El presidente egipcio pidi¨® en la Casa Blanca la ?necesidad? de crear un consejo legislativo palestino y la retirada de las tropas israel¨ªes de los territorios ocupados de Cisjordania, Gaza y la parte ¨¢rabe de la ciudad de Jerusal¨¦n.Peticiones, en realidad, que son el centro del bloqueo de las negociaciones egipcio-israel¨ªes que, desde hace m¨¢s de diez meses, paralizan toda posibilidad de establecer una ?autonom¨ªa palestina? rechazada, por otra parte, por la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), que pide la creaci¨®n de un verdadero Estado palestino.
Paralelamente a las discusiones Sadat-Carter, en Washington, la Uni¨®n Sovi¨¦tica intenta cortocircuitar la operaci¨®n, con la convocatoria de una reuni¨®n del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que debata el verdadero epicentro del problema que planea en el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª: el futuro de los palestinos. Es seguro que Estados Unidos no cometer¨¢ un nuevo ?error de comunicaciones? y votar¨¢ contra la resoluci¨®n del Consejo de Seguridad, apoyada por el grupo ¨¢rabe y por la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos, proponiendo la ? autodeterminaci¨®n ? de los palestinos.
Despu¨¦s de Sadat, el presidente Carter recibir¨¢, el d¨ªa 14 de este mes, al primer ministro israel¨ª, Menajem Beguin, cuyas ideas sobre el futuro de los palestinos son muy distintas de las de Sadat. El encuentro se celebrar¨¢ a pocos d¨ªas de la importante elecci¨®n primaria del Estado de Pensilvania, donde el senador Edward Kennedy podr¨ªa dar un nuevo ?susto? al proceso de reelecci¨®n del actual presidente Carter. Razones importantes, si no decisivas, para que Carter intente un solo punto: que Sadat y Beguin no rompan la baraja y naufraguen los acuerdos de Camp David.
Es probable que todo se oriente a conseguir un aplazamiento sine die de la fat¨ªdica fecha del 26 de mayo, fijada hace un a?o como tope en los acuerdos de Camp David para concretar una autonom¨ªa palestina. Autonom¨ªa interpretada de forma muy distinta en El Cairo y Tel Aviv. Egipto apoya la formaci¨®n de un autogobierno basado en un consejo de ochenta a cien miembros directamente elegidos en Cisjordania y Gaza, considerado como un ?embri¨®n? de estado palestino por los israel¨ªes. Estos proponen un simple consejo integrado por una docena de personas, con atribuciones meramente administrativas, sin poder legislativo judicial.
En el cap¨ªtulo de la seguridad, El Cairo propone una ?desmilitarizaci¨®n? de la zona, con la retirada de las tropas israel¨ªes y la formaci¨®n de un cuerpo de paz, integrado por soldados egipcios e israel¨ªes, encargados de velar por la seguridad durante un per¨ªodo de cinco a?os. Tel Aviv se niega a retirar los 6.000 soldados actualmente estacionados en los territorios de la futura ?zona auton¨®mica? palestina. Las nuevas colonias de ciudadanos israel¨ªes en Cisjordania y Gaza son consideradas como ?ilegales? porEgipto (y por el voto ?err¨®neo? de EE UU en la ONU), mientras Israel potencia su implantaci¨®n. Por ¨²ltimo, el cuarto punto de diferencia entre Tel Aviv y El Cairo, y quiz¨¢ el de m¨¢s dificil soluci¨®n, pasa por el futuro estatuto de la ciudad de Jerusal¨¦n. Los egipcios reclaman el control de la parte ¨¢rabe de Jerusal¨¦n, calificada como ?irrevocablemente? recuperada por Israel desde la guerra de los Seis D¨ªas, en 1967, y considerada como capital l¨®gica del Estado de Israel.
Demasiadas diferencias para que el presidente Jimmy Carter, iniciador de la ?din¨¢mica de paz? en el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª, pueda conseguir un avance importante de los acuerdos de Camp David.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Franja Gaza
- OLP
- Acuerdos Camp David 1978
- Jerusal¨¦n
- Cisjordania
- Israel
- Estados Unidos
- Territorios palestinos
- Pol¨ªtica exterior
- Egipto
- Acuerdos paz
- Geopol¨ªtica
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Oriente pr¨®ximo
- Relaciones internacionales
- Organizaciones internacionales
- Asia
- Proceso paz
- Conflictos
- Relaciones exteriores
- Pol¨ªtica