"Encuadernar" la Hemeroteca

El Ministerio de Cultura no parece dispuesto a promocionar la investigaci¨®n, o al menos as¨ª lo parece, si se toma como ejemplo el mal funcionamiento de la Hemeroteca Nacional.El estudioso que desee investigar en dicha Hemeroteca se encontrar¨¢ con tal serie de dificultades que le har¨¢n abandonar sus culturales intenciones. El primer handicap es que la Hemeroteca se encuentra dividida en dos edificios totalmente separados: uno est¨¢ en la calle de Zurbar¨¢n, y el otro, en la calle de San Agust¨ªn. Por tanto, lo m¨¢s normal es que acuda a uno de estos dos sitios a buscar una publicaci¨®n y se encuentre con la sorpresa de que tal publicaci¨®n no est¨¢ all¨ª, sino en el otro edificio. Y como el criterio de clasificaci¨®n no est¨¢ muy claro, hay que ir siempre a ciegas a uno u otro edificio, esperando tener suerte y encontrar all¨ª lo que se busca.

Pero no acaban aqu¨ª los males. Cuando consigue localizar la publicaci¨®n deseada puede encontrarse con la sorpresa de que no se la pueden servir ?porque est¨¢ encuadern¨¢ndose?. Este es el caso, por ejemplo, de todas las publicaciones del a?o 1979, que se encuentran actualmente en encuadernaci¨®n y no podr¨¢n ser consultadas hasta dentro de varios meses. ?Con lo f¨¢cil que resultar¨ªa tener una duplicidad de ejemplares en previsi¨®n de tales casos!

Por otra parte, la t¨¦cnica moderna no ha traspasado los umbrales de la Hemeroteca. El edificio provisional de la calle de San Agust¨ªn -y lleva unos diez a?os de existencia- no cuenta con una fotocopiadora, a pesar de haberse reclamado infinidad de veces. El edificio de Zurbar¨¢n s¨ª tiene fotocopiadora, pero a un precio abusivo -nueve pesetas-, teniendo en cuenta que se trata de un organismo oficial y ejerce el monopolio, ya que no pueden sacarse los ejemplares a la calle.

La ¨²nica soluci¨®n aportada por el Ministerio ha sido la colocaci¨®n de un buz¨®n de sugerencias que, por supuesto, s¨®lo ejerce una funci¨®n decorativa.