Insuficiente estudio de los agentes cancer¨ªgenos que pudieron afectar a los soldados de Lanzarote fallecidos
Cinco personas, seg¨²n unas informaciones, y seis, seg¨²n otras pertenecientes a un grupo de 250 j¨®venes de la isla de Lanzarote que hicieron la mili en el Sahara, perdieron la vida posteriormente a causa de productos cancerosos. ?Existe una causa com¨²n en estas muertes que pudiera estar en relaci¨®n con alg¨²n agente de tipo cancer¨ªgeno en el Sahara: radiactividad, virus o similar?
Los hechos ocurridos pueden resumirse, pues, en que cinco de los 250 soldados lanzarote?os que sirvieron parte de su instrucci¨®n militar en el entonces Sahara espa?ol en 1975 perdieron la vida. Uno, en el a?o 1977, por leucemia aguda; otros tres, en 1979, por reticulosis -una especie de c¨¢ncer-, leucemia y encefalitis, respectivamente. En marzo de 1980 fallece otro ex soldado por c¨¢ncer de recto. En realidad, en distintas informaciones de los medios de comunicaci¨®n espa?oles se ha hablado de seis muertes, pero en la nota del Ministerio de Sanidad redactado el pasado d¨ªa 13 s¨®lo se reconocen cinco muertes entre estos 250 soldados. Las causas de las enfermedades que han producido la muerte de los ex reclutas no son, hoy en d¨ªa, suficientemente conocidas, sino solamente sospechadas. ?En qu¨¦ consisten estas enfermedades? ?Existe algo com¨²n entre ellas?La encefalitis es una inflamaci¨®n del enc¨¦falo, es decir, de la materia nerviosa que existe en el interior del cr¨¢neo: cerebro y cerebelo. Generalmente est¨¢ causada por virus -el caso de la encefalitis de la rabia, por ejemplo-. Otras veces, virus diferentes, como el del herpes, pueden dar origen a una encefalitis.
La leucemia se caracteriza por la multiplicaci¨®n anormal de leucocitos presentes en sangre, que puede alcanzar hasta 100.000 por mil¨ªmetro c¨²bico, aunque en otros casos la cifra se mantiene en unos 6.000 por mil¨ªmetro c¨²bico, porque lo que caracteriza la leucemia es el car¨¢cter at¨ªpico de los leucocitos. La forma com¨²n de leucemia, denominada mieloide cr¨®nica, provocada por alteraci¨®n en la m¨¦dula ¨®sea, es la m¨¢s frecuente en sujetos de treinta a cincuenta a?os. Comienza con la presencia de una met¨¢stasis caracterizada por un bazo tumoral. El h¨ªgado se hipertrofia y la anemia llega a alcanzar cifras de un mill¨®n de hemat¨ªes -gl¨®bulos rojos- por mil¨ªmetro c¨²bico. La duraci¨®n de la enfermedad suele ser de tres a seis a?os, con remisiones espont¨¢neas.
Se constata que se da una mayor proporcionalidad de casos de leucemia entre radi¨®logos y entre las personas que sufrieron los efectos del bombardeo at¨®mico de Jap¨®n, en 1945. Tambi¨¦n se han observado ciertas relaciones entre la incidencia leuc¨¦mica Y la presencia de sustancias como benzol, torio, mostazas nitrogenadas... La reticulosis es otra especie de proceso canceroso que afecta a determinado tipo de c¨¦lulas. Se incluyen bajo este concepto hiperplaslas linf¨¢ticas, bien de origen infeccioso o desconocido, la enfermedad de Hodgkin y otras.
?Existe algo en com¨²n en todas las defunciones producidas en los ex reclutas de Lanzarote? ?Puede existir una misma causa en las enfermedades anteriormente descritas?
El doctor Antonio Arnaiz Villena, jefe de la secci¨®n de histocompatibilidad del Centro Especial Ram¨®n y Cajal de Madrid (Piramid¨®n), explica a EL PAIS que ?la encefalitis puede ser provocada perfectamente por un virus. La leucemia y la reticulosis, aunque son el resultado de causas totalmente desconocidas en los casos concretos humanos, pudieran ser provocadas por virus o por radiactividad. Esto es lo que se deduce de los experimentos de provocaci¨®n de leucemias en ratones y en monos, con ciertos virus, y en ratones con radiactividad?.
Respecto al caso de c¨¢ncer de recto que ocasion¨® la defunci¨®n de otro de los j¨®venes fallecidos, el doctor Arnaiz Villena declara que ?el que el c¨¢ncer de recto pueda ser provocado por un virus o por radiactividad en productos ingeridos -por ejemplo, una soluci¨®n de timidina tritiada- entra dentro de lo no descartable categ¨®ricamente, pero es infinitamente m¨¢s preciso decir hoy d¨ªa que el tabaco favorece la aparici¨®n de c¨¢ncer de pulm¨®n que se?alar a un agente concreto (virus o radiactividad) como productor de c¨¢ncer de recto ?.
Efectos de la radiactividad
Las radiaciones afectan a las c¨¦lulas de los organismos vivientes, ?especialmente a los gl¨®bulos blancios?, seg¨²n fuentes especializadas consultadas, gl¨®bulos blancos que son precisamente las c¨¦lulas at¨ªpicas en los procesos leuc¨¦micos. ?Las radiaciones tambi¨¦n pueden afectar?, prosiguen los especialistas en radiaci¨®n consultados, ?a las c¨¦lulas de los ¨®rganos sexuales, y. despu¨¦s, en menor grado, a las c¨¦lulas digestivas y a las de otros ¨®rganos. Antes se ten¨ªa un l¨ªmite de la dosis de radiaci¨®n que pod¨ªa recibir un individuo por a?o sin peligro -al hacerse radiograf¨ªas o a consecuencia del tipo de trabajo-. Hoy, sin embargo, se acepta que la susceptibilidad individual en el momento de recibir la radiaci¨®n es fundamental para la producci¨®n o no de efectos nocivos. Esta susceptibilidad var¨ªa de unos individuos a otros, en diferentes momentos, sin que se puedan aplicar reglas fijas.?
La bomba at¨®mica, en su efecto sobre seres humanos, en Hiroshima y Nagasaki, mostr¨® tres tipos de efectos: traum¨¢ticos (efecto similar al de la onda explosiva), quemaduras, por el enorme calor engendrado, y el efecto radiactivo propiamente dicho. Los s¨ªntomas radiactivos de la bomba at¨®mica se advierten a las pocas horas de la explosi¨®n: n¨¢useas, v¨®mitos, diarreas y, despu¨¦s, infecciones muy graves. Los que sobreviven dos meses suelen quedar curados.
Entre los efectos tard¨ªos de la bomba at¨®mica que fue lanzada en 1945 se puede contar el incremento en un 25% sobre lo esperado en una poblaci¨®n normal de leucemias y procesos afines unos cinco o diez a?os despu¨¦s en los sujetos expuestos a la bomba en un radio de unos dos kil¨®metros desde el foco de explosi¨®n. Irradiaciones menos dram¨¢ticas y m¨¢s continuas pueden producir diversos tipos de c¨¢ncer. ?Estuvieron las v¨ªctimas del mal del Sahara sometidas a alg¨²n tipo de radiaci¨®n de origen desconocido?
La hip¨®tesis de una causa v¨ªrica en las enfermedades de los protagonistas de esta historia, los j¨®venes fallecidos, nos remite a la relaci¨®n entre c¨¢ncer y virus, relaci¨®n que, seg¨²n el citado jefe de la secci¨®n de histocompatibilidad del Centro Ram¨®n y Cajal, ?es una relaci¨®n clara en algunos tumores de rat¨®n, de las aves y de los monos. Tambi¨¦n parece que el virus de Epstein-Barr puede producir en el hombre, aparte de otras enfermedades benignas, c¨¢nceres del sistena linf¨¢tico y de faringe. Existe un c¨¢ncer del sistema linf¨¢tico, la enfermedad de Hodking, de curaci¨®n relativamente f¨¢cil, que a veces aparece con m¨¢s frecuencia en grupos de individuos que tienen contactos entre ellos, en determinados n¨²cleos de poblaci¨®n. Esto sugerir¨ªa un contagio y, por tanto, la existencia de un agente infeccioso que podr¨ªa ser un virus?.
Pero no s¨®lo cierto tipo de virus puede desencadenar la formaci¨®n de c¨¢ncer. Se sabe que el asbesto inhalado produce c¨¢ncer de pulm¨®n en el hombre. El tiempo, en estos casos, que media entre la exposici¨®n a la causa y la aparici¨®n del tumor, generalmente largo, hace dif¨ªcil encontrar causas concretas para los tumores. Adem¨¢s, un mismo agente productor de c¨¢ncer lo provoca en algunos individuos y en otros no, indicando esto que la predisposici¨®n es importante.
?Es dif¨ªcil encontrar cualquier tipo de, conclusiones en el tema de los fallecidos a ra¨ªz de su estancia en el Sahara?, concluyen las fuentes m¨¦dicas consultadas. ?Lo primero que debi¨¦ramos preguntarnos es si realmente estas cinco muertes en un grupo de 250 soldados lanzarote?os son m¨¢s de las que hayan ocurrido entre otros grupos de otros 250 soldados lanzarote?os que no fueron al Sahara. Es posible que si se hiciesen tales comparaciones no encontrar¨ªamos demasiadas diferencias. Por otro lado la hip¨®tesis de la exposici¨®n a un virus que produzca encefalitis a largo plazo y c¨¢ncer a la vez es dif¨ªcil de admitir hoy dia.?
Una posible exposici¨®n a radiaci¨®n como causa com¨²n a las muertes de estos soldados tampoco explicar¨ªa satisfactoriamente, al parecer, la tard¨ªa muerte por encefalitis de uno de ellos. Seg¨²n el doctor Arn¨¢iz Villena, ?son relativamente pocas las muertes en comparaci¨®n con grupos similares; la relaci¨®n de una posible causa com¨²n de aqu¨¦llas es remota y dif¨ªcil de controlar; se tendr¨ªan que postular, en el marco de los conocimientos actuales, varias causas y no una ¨²nica para explicar las cinco muertes. Recordemos que en el caso de la fiebre de los legionarios aparecida en la famosa convenci¨®n celebrada en Estados Unidos los afectados lo fueron inmediatamente en n¨²mero mucho mayor, teniendo todos la misma sintomatolog¨ªa. Despu¨¦s se comprob¨® que todo era obra de una bacteria f¨¢cilmente controlable?.
Los especialistas consultados, del mencionado centro especial Ram¨®n y Cajal, insisten en ?la responsabilidad de los medios de comunicaci¨®n ante cierto tipo de informaciones. Precisamente, este centro, que es uno de los hospitales espa?oles mejor dotados en cuanto a medios y a personal especializado, ha sido v¨ªctima de una campa?a contra uno de sus facultativos, acus¨¢ndole de hacer an¨¢lisis innecesarios a los enfermos.
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