Esc¨¢ndalos pol¨ªticos marcan la precampa?a presidencial francesa
El ex ministro del Interior franc¨¦s Michel Poniatowski, confidente y amigo ¨ªntimo del presidente de la Rep¨²blica, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, pudiera comparecer ante el Alto Tribunal de Justicia. A lo que ya se ha convertido en el ?asunto? Poniatowski se une el ?caso? del actual ministro de Justicia, Alain Peyrefitte, sospechoso de haber urdido un plan secreto para ?apuntillar? al gaultismo y a su l¨ªder, Jacques Chirac. Dos asuntos que marca n la precampa?a para la elecci¨®n presidencial.
Ayer, el Bur¨® de la Asamblea Nacional Francesa declar¨® aceptable la propuesta del Partido Socialista (PS), que denuncia al ex ministro Poniatowski y pretende presentarle ante el Alto Tribunal de Justicia. Una propuesta en el mismo sentido, presentada por los comunistas, fue rechazada por defecto de forma. Seg¨²n el procedimiento parlamentario, ahora, una comisi¨®n de quince miembros de la Asamblea Nacional decidir¨¢ si el asesor y amigo de Giscard d'Estaing ser¨¢ juzgado.El caso Poniatowski es una continuaci¨®n del ?caso?, a¨²n no dilucidado, del que fue protagonista el pr¨ªncipe De Broglie, ex ministro tambi¨¦n, asesinado por quienes te¨®ricamente eran sus amigos y socios. En aquella ¨¦poca, Poniatowski era ministro del Interior y, de manera tajante, dio la investigaci¨®n de su competencia como cerrada y declar¨® resuelto el misterioso crimen. La justicia, por su parte, a¨²n no ha dicho su ¨²ltima palabra, pero d¨ªas pasados se revel¨® que en aquella ¨¦poca el Ministerio del Interior sab¨ªa que el pr¨ªncipe De Broglie corr¨ªa peligro de muerte y, sin embargo, no le advirti¨® de esas amenazas.
El ex ministro del Interior reaccion¨® vigorosamente y amenaz¨® a los socialistas y comunistas de denunciarlos por difamaci¨®n si ¨¦l era llevado ante el Alto Tribunal de Justicia. En su opini¨®n, los comunistas, los primeros (los socialistas, en efecto, siguieron a estos ¨²ltimos), ?han montado? el caso Poniatowski para hacer olvidar el ?caso? Marchais, sobre las andanzas de este ¨²ltimo durante la ocupaci¨®n alemana. A su vez, nadie olvida el ?odio hist¨®rico? que separa a los gaullistas de Poniatowski.
Anteayer, mientras toda la vida pol¨ªtica del pa¨ªs se ha quedado reducida a los ?casos? y ?asuntos? que cada cual alimenta en su favor y para destruir al adversario real o potencial, el semanario sat¨ªrico Le Canard Encha?n¨¦ public¨® una nota confidencial que el ministro de Justicia, Peyrefitte, habr¨ªa enviado a la presidencia de la Rep¨²blica, en la que le explicaba a Giscard el m¨¦todo para ?apuntillar al gaullismo y a Chirac?. Seg¨²n este ?m¨¦todo? , Giscard deber¨ªa prodigar prebendas de toda especie para ?seducir? al mayor n¨²mero posible de diputados chiraquistas.
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