Ayuntamiento de Madrid, una empresa poco productiva
La plantilla del personal del ayuntamiento madrile?o arroja la espectacular cifra de unas 20.000 personas, sin contar los 7.000 trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes, dependiente tambi¨¦n del ayuntamiento, que, por otra parte, va a incorporar nuevo personal procedente de las empresas privadas de transporte perif¨¦rico del matadero municipal. Con todo, la plantilla no est¨¢ totalmente cubierta, y seg¨²n el censo electoral expuesto en los distintos departamentos de cara a las elecciones sindicales en estos momentos, el ayuntamiento tiene 17.461 funcionarios; es decir, un funcionario por cada doscientos madrile?os.Ante estas cifras es posible que muchos contribuyentes se pregunten por el trabajo que realizan estos funcionarios. Seg¨²n el censo aludido, la distribuci¨®n del trabajo dentro del municipio (v¨¦ase informaci¨®n m¨¢s detallada en el cuadro) queda, a grandes rasgos, de la siguiente forma: 3.638 efectivos en la Polic¨ªa Municipal; 2.470 trabajadores en los servicios de bomberos, vigilantes nocturnos, auxiliares de la Polic¨ªa Municipal, talleres generales e imprenta; 2.956 funcionarios en las delegaciones de Sanidad y Asistencia Social, instalaciones deportivas, mercados, matadero y vigilantes de galer¨ªas y servicios; 4.077 en oficinas y 4.330 en la Delegaci¨®n de Saneamiento y Medio Ambiente.
En general, ni centrales sindicales o asociaciones profesionales ni el equipo de gobierno consideran excesiva la cifra de trabajadores.
Pocos funcionarios de ?cuello duro?
Pedro Barcina, secretario del ayuntamiento y hombre que lleva largos a?os en la gesti¨®n municipal, dice que la cifra no es alta, pero que la distribuci¨®n no es todo lo buena que debiera. ?Hay que tener en cuenta que esta es una empresa de servicios. Al contrario de lo que ocurre en la Administraci¨®n central, aqu¨ª la minor¨ªa la, forman los funcionarios de ?cuello duro?. La mayor¨ªa de los funcionarios son obreros, especializados o no, pero trabajadores sin t¨ªtulo acad¨¦mico. Yo pienso que hay que reorganizar toda esta maquinaria para conseguir una mayor productividad, aunque ese trabajo corresponde a los pol¨ªticos y no a m¨ª. Falta gente en las juntas municipales y en algunas delegaciones, especialmente en la de Hacienda?.
El secretario del ayuntamiento a?ade que el n¨²mero de funcionarios puede parecer excesivo, pero que a veces se crean obligaciones sociales que fuerzan a contratar nuevo personal. ?Tenemos los casos recientes del personal procedente de empresas concesionarias, como las l¨ªneas perif¨¦ricas de autobuses o el matadero. El ayuntamiento no tiene la menor obligaci¨®n legal de contratar a ese personal. Sin embargo, se crea un problema, social y antes de dejar en la calle a estos trabajadores se les contrata. Lo mismo ocurri¨® cuando la Empresa Municipal de Transportes pas¨® al ayuntamiento. Sus 7.000 empleados fueron tambi¨¦n asumidos -prosigue el secretario- y hab¨ªa de todo: j¨®venes y viejos. Por ejemplo, los cobradores sobraban. No hab¨ªa d¨®nde meterlos. Hab¨ªa gente que por su edad o habilidad no era apta. Algunos los colocamos de acomodadores, pero otros fueron a sitios en los que realmente no cab¨ªa esperar mucha rentabilidad laboral?.
Dionisio Mart¨ªn, trabajador afiliado a Comisiones Obreras, tampoco opina que el n¨²mero de funcionarios sea demasiado alto. ?En comparaci¨®n con el Ayuntamiento de Barcelona, donde hay unos 12.000 funcionarios para mill¨®n y medio de habitantes, no se puede decir que aqu¨ª seamos muchos. S¨ª creo que hay demasiada gente en oficinas y muy poca en los servicios de bomberos y Polic¨ªa Municipal. En suma, hay una p¨¦sima distribuci¨®n, porque hay una total falta de control de la corporaci¨®n. Hasta ahora se han limitado a estudiar la situaci¨®n; se supone que los problemas de fondo empezar¨¢n a tratarlos ahora?.
Alonso Puerta, concejal socialista y responsable de la pol¨ªtica de personal, precisa que m¨¢s que un problema de exceso de funcionarios se aprecia la falta de una aut¨¦ntica pol¨ªtica de personal durante muchos a?os y la irresponsabilidad en el uso de los caudales p¨²blicos por parte de algunas corporaciones anteriores.
Las justificaciones de la improductividad
En las causas no puede decirse que haya acuerdo entre funcionanos y mandos municipales, pero lo cierto es que todos entran r¨¢pidamente a justific¨ªr la improductividad. Pese a todo, la empresa, en este cas¨® el Ayuntamiento de Madrid, entiende las razones que alegan los trabajadores para esa falta de rendimiento.
El mismo Alonso Puerta explica que hay problemas graves derivados de una total complejidad en la aplicaci¨®n de las retribuciones salariales de los funcionarios. Desde que la parte econ¨®mica pas¨® a ser legislada por la Administraci¨®n central, ha habido una cierta confusi¨®n en la forma de aplicar los aumentos salariales. De hecho hay ciertas cantidades que la corporaci¨®n adeuda a sus funcionarios desde 1975.
Alfredo Ferrando, funcionario del departamento de Saneamiento y presidente de la Asociaci¨®n Profesional Fustal -en la que se agrupan los servicios t¨¦cnicos municipales-, asegura que desde 1968 la corporaci¨®n municipal no ha reiien ni un solo problema. ?En esa fecha se empez¨® a aplicar una reglamentaci¨®n especial para funcionarios, pero se hizo de tal manera que en 1978 recuerdo que ya perdimos la cuenta con el recurso dos mil y pico. Las colas de protesta ante las ventanillas eran para echar horas de espera. Lo que ocurr¨ªa es que la parte negativa de esas normas se nos empez¨® a aplicar a gran velocidad, mientras que para las mejoras nunca ha habido prisa. Las deudas de una parte de nuestras remuneraciones de los a?os 1975, 1976 y 1977 no s¨®lo no las cobraremos en pesetas actualizadas, sino que, cuando las reclamamos, lo toman casi como una ofensa personal.
Representantes delas centrales sindicales CC OO y UGT hablan de falta de productividad solamente en algunos departamentos y responsabilizan de ello a la inadecuaci¨®n de la maquinaria administrativa y a la falta de organizaci¨®n.
Saneamiento, un foco de conflictos
Los responsables de la Delegaci¨®n de Saneamiento y Medio Ambiente, en la que hay 5.000 trabajadores y en la que m¨¢s conflictos laborales se han producido, reconocen que la organizaci¨®n no es la adecuada, pero se?alan que el factor fundamental es la falta de autoridad. Paco Guti¨¦rrez, socialista y delegado encargado de este departamento, dice que ha habido una degradaci¨®n paulatina en los mandos de los capataces y que muchas ¨®rdenes de trabajo tienen que darlas por escrito para que se cumplan. ?Yo ante todo hablar¨ªa de una hipercalificaci¨®n del funcionario. Hay por lo menos trece calificaciones diferentes, que se han tenido que ir haciendo para poder subir los salarios de los funcionarios. Esto, unido a la crisis de autoridad, hace que ocurran cosas tales como que un oficial de carpinteros se niegue a transportar bancos porque considera que cae fuera de sus funciones. Luego ellos mismos han a?adido calificaciones inexistentes. Es el caso de los podadores del Retiro, que un capataz decide que tienen que ir a otro jard¨ªn y dicen que no, que no se les puede trasladar. Por supuesto, que no existe el trabajo espec¨ªfico de podar exclusivamente los ¨¢rboles del Retiro, pero ellos se lo han cre¨ªdo y conseguir que uno vaya a la dehesa Boyar, por ejemplo, me supone tener que dar la orden por escrito. Otro problema de este tipo que se ha dado en esta delegaci¨®n ocurri¨® un domingo de este invierno, durante el que nev¨® en Madrid. Pues bien, los trabajadores se negaron a salir a la calle porque era un d¨ªa festivo?.
Paco Guti¨¦rrez a?ade que a todo esto hay que a?adir la falta de credibilidad de los t¨¦cnicos frente a los operarios, y dice que esto se debe a que en corporaciones anteriores no ha habido una pol¨ªtica de personal seria. ?Luego, aqu¨ª sufrimos especialmente el problema de las calificaciones incorrectas. Sin ir m¨¢s lejos, tenemos doce conductores que tienen calificaci¨®n de operarios y que aunque trabajan como ch¨®feres, debido a un nivel de calificaci¨®n m¨¢s bajo, no cobran un plus de 6.000 pesetas que les corresponder¨ªa de hecho?.
Este problema concreto puede suponer que esta misma semana los trabajadores del departamento se manifiesten ante el Ayuntamiento, porque como dice Jos¨¦ Antonio Osma, funcionario cenetista, ?estamos hartos de que se nos reconozca que tenemos raz¨®n, pero que no se arregle el problema ?.
Absentismo diario del 20%
La delegaci¨®n de Saneamiento, en la que m¨¢s funcionarios se concentran, es tambi¨¦n en la que hay un absentismo laboral m¨¢s alto. De hecho, un m¨ªnimo de un 20% de sus 5.000 trabajadores falta diariamente a su trabajo. Seg¨²n aseguran los responsables del departamento, se debe a que la mitad de la plantilla tiene ya m¨¢s de cincuenta a?os y que el trabajo es lo suficientemente duro como para que muchos sufran achaques f¨ªsicos. Hay tambi¨¦n en esta delegaci¨®n algunos funcionarios sin preparaci¨®n espec¨ªfica, procedentes de ese personal que el ayuntamiento ha contratado en casos como el de la EMT y que son dif¨ªciles de ubicar. Hay tambi¨¦n funcionarios procedentes de antiguas colonias espa?olas con los que la Administraci¨®n tiene el compromiso de conservar el puesto de trabajo.
Dionisio Mart¨ªn, portavoz de CC OO, central mayoritaria entre los trabajadores de esta delegaci¨®n, dice que el absentismo laboral es l¨®gico, porque la edad de los funcionarios es muy alta. ?Las jubilaciones se dan a los 60 y 65 a?os y en trabajos tan duros como el de parques y jardines o recogida de basuras, es l¨®gico que la gente sufra enfermedades?.
Tambi¨¦n se pierden horas de trabajo con peregrinas discursiones, como el color que deber¨¢n de tener los uniformes de los trabajadores de jardines (verde o azul), o la gorra que tendr¨¢n que ponerse los funcionarios, pero, con todo, el pluriempleo se presenta como otra de las causas responsables de la baja productividad.
?El funcionario tiene la garant¨ªa de que es muy dif¨ªcil que pierda su puesto de trabajo, pero, en general, los sueldos est¨¢n por debajo de los que se cobran en la empresa privada y muchos de ellos hacen otros trabajos fuera del ayuntamiento?, explica Pedro Barcina, secretario municipal. Solamente en Saneamiento y Medio Ambiente, donde te¨®ricamente el trabajo a realizar es m¨¢s duro que en otras delegaciones, el 80% de los funcionarios tiene despu¨¦s otro puesto de trabajo. El caso del color de los uniformes, que los funcionarios de parques y jardines quer¨ªan que fuera azul, se explica en funci¨®n de que de la delegaci¨®n salen directamente a otros trabajos y llevar un traje azul llama menos la atenci¨®n que el verde identificador con el ayuntamiento.
En oficinas, el porcentaje est¨¢ en torno al 70% y lo mismo ocurre en otros departamentos. No en vano una de las medidas anunciadas por Alonso Puerta es conseguir, junto a una simplificaci¨®n de las calificaciones, una mejora global econ¨®mica para el personal, a fin de que se reduzca un pluriempleo que, a la postre, est¨¢ comprobado que disminuye el rendimiento del trabajador.
Hasta el momento, el ¨²nico departamento municipal donde se ha afrontado este problema ha sido la Gerencia Municipal de Urbanismo, con el famoso decreto de incompatibilidades -s¨ª bien no se prohibe realizar otro trabajo ajeno al que se hace en la gerencia-, y es tambi¨¦n esta la ¨²nica delegaci¨®n en la que se ha hecho una reorganizaci¨®n de personal.
Resistencia a los traslados
A excepci¨®n de las centrales sindicales, ninguno de los responsables de la gesti¨®n municipal se atreve a decir en qu¨¦ departamentos sobra personal, por temor a la reacci¨®n de los funcionarios afectados. Parece que hay una resistencia feroz a los cambios. Pedro Barcina explica que la desconcentraci¨®n del ayuntamiento en las juntas municipales de distrito y la necesidad de realizar un trasvase de personal a ¨¦stas podr¨ªa llegar a crear problemas, pese a que se tiene en cuenta el domicilio del afctado y todos los factores posibles para que se produzcan las m¨ªnimas molestias.
Ocurre que cualquier cambio puede interpretarse como depuraci¨®n, cuando se trata simplemente de hacer una reorganizaci¨®n m¨¢s eficaz. Hasta el momento, los ¨²nicos cambios se producen tambi¨¦n en la Gerencia Municipal de Urbanismo, donde parece ser que los responsables del departamento est¨¢n haciendo uso de toda su autoridad para que los trasvases se efect¨²en. De hecho, el grueso del personal que est¨¢ llegando a las juntas viene de la Gerencia Municipal de Urbanismo.
Aparte de la gerencia, s¨®lo se han hecho cambios en saneamiento y medio ambiente. Hace quince d¨ªas que Herrero Palacios, hasta entonces director del departamento de parques y jardines, ha sido nombrado asesor del alcalde para temas est¨¦ticos. Tambi¨¦n a este departamento ha llegado para cubrir la jefatura del departamento de administraci¨®n Eugenio Velasco, antiguo jefe de la secci¨®n de reparcelaciones de Gerencia de Urbanismo, y de donde ha salido con dos expedientes disciplinarios a su espalda.
Pero en general, tanto los cambios en funci¨®n de una reestructuraci¨®n m¨¢s racional, como por la ineficacia en el puesto que se ocupa actualmente, van lentos. La justificaci¨®n que da Alonso Puerta se ba sa en que hasta ahora la comisi¨®n de personal se ha dedicado a recoger informaci¨®n y a solucionar problemas puntuales. ?La reorganizaci¨®n se efectuar¨¢ a la vista de un estudio que realizar¨¢ un equipo de profesionales que vamos a contratar y tras lo que se readaptar¨¢ toda esta maquinaria. Lo que no voy a hacer son modificaciones de car¨¢cter pol¨ªtico, ni va a entrar gente contratada por el mero hecho de tener el carn¨¦ del partido ?.
Los representantes de las centrales sindicales y asociaciones pol¨ªticas manifiestan que el cambio se est¨¢ haciendo muy lento. ?Tienen miedo a meter mano en todos estos problemas?, afirma Alfredo Ferrando. Sin embargo, Pedro Barcina afirma que la reorganizaci¨®n se est¨¢ haciendo en la m¨¢s estricta legalidad. ?Puerta lo est¨¢ haciendo maravillosamente bien. Me consta que el departamento de personal est¨¢ muy contento. Nadie puede esperar grandes transformaciones en dos d¨ªas y ahora es cuando, conociendo perfectamente el tema, se va a empezar con el acondicionamiento de esta compleja m¨¢quirta?.
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