Lo ¨¦pico y lo individual

La proyecci¨®n de Kagemusha, de Akira Kurosawa, y Lightning over water, de Nicholas Ray y Win Wenders, permite al espectador comprobar, una vez m¨¢s, la gran flexibilidad del cine como medio art¨ªstico, las enormes posibilidades de la cinematograf¨ªa para transmitir emociones y narrar historias. En pocas ocasiones como en las dos pel¨ªculas citadas existen tantas diferencias aprior¨ªsticas. La pel¨ªcula de Kurosawa es una de las m¨¢s importantes superproducciones de los ¨²ltimos tiempos, adem¨¢s del filme m¨¢s ambicioso de Jap¨®n. El filme de Wenders y Ray se realiz¨® con menos de tres millones de pesetas de presupuesto inicial. Los dos consiguen introducir al espectador en sus respectivas historias: el milagro est¨¢ hecho.Kagemusha se basa en una an¨¦cdota hist¨®rica del Jap¨®n del ¨²ltimo tercio del siglo XVI, seg¨²n la cual Shingen Takeda, el m¨¢s importante se?or feudal que reinaba sobre los dominios de Kai, ten¨ªa un doble por si a ¨¦l le ocurr¨ªa algo en cualquiera de las batallas que libraba contra sus rivales. Uno de sus generales encuentra a un ladr¨®n que se parece extraordinariamente al se?or, el cual le acepta como su doble. En el transcurso del asedio al palacio de Noda, en el que se encuentra el caballero Sadamitsu, el jefe del clan Takeda es herido de muerte. Poco despu¨¦s el doble ocupar¨¢ su puesto por espacio de tres a?os, como quer¨ªa Takeda. La pel¨ªcula se centra precisamente en la figura del ladr¨®n convertido en se?or feudal, en su paulatina identificaci¨®n con el nuevo rol social que ocupa hasta convertirse espiritualmente en un ser noble y generoso. El final del plazo previsto por Takeda arroja nuevamente a su doble al estrato social m¨¢s bajo de cuantos existen, lo que no le impedir¨¢ comportarse con honor y dignidad al comprobar el desastre absoluto a que es conducido el clan Takeda por Katsuyori, hijo de Shingen Takeda.

Lightning over water, de Nicholas Ray y Win Wenders, es, en primer lugar, un filme desconcertante. Pocas veces el cine ha mostrado la agon¨ªa real del protagonista de la pel¨ªcula, y suponemos que muchas menos veces el g¨¦nero humano ha mostrado a un individuo como Nicholas Ray, que permite y alienta al equipo que rueda sus ¨²ltimos d¨ªas y que asume con una gran fortaleza su propio derrumbe. Las relaciones de Wenders y Ray se remontan al rodaje de El amigo americano, en 1976, en el que el realizador norteamericano desempe?a el papel del pintor Derwatt. La amistad que surge entre ambos permitir¨¢ la posibilidad de rodar una pel¨ªcula juntos, sin gui¨®n, sin notas previas, con escas¨ªsimos medios. Ray, aquejado de un c¨¢ncer de pulm¨®n que se le extiende por todo el cuerpo, llama a Wenders, que acababa de terminar su gui¨®n, Hammett, para trabajar los dos en su ¨²ltimo proyecto.