P¨¦rez de Ayala estuvo a punto de recibir el Premio Nobel de Literatura

Andr¨¦s Amor¨®s, quiz¨¢ el mejor conocedor de la obra ayalina, publicar¨¢ este a?o dos libros sobre Ram¨®n P¨¦rez de Ayala, escritor asturiano cuyo centenario se conmemora estos d¨ªas en su tierra. Uno de los libros de Amor¨®s incluir¨¢ 240 cartas in¨¦ditas, dirigidas por P¨¦rez de Ayala a su ¨ªntimo amigo Rodr¨ªguez Acosta, que comprenden el periodo de tiempo que va desde 1904 a 1956, hasta poco antes de su muerte.

El contenido de dichas cartas podr¨ªa ser dividido en una serie de ep¨ªgrafes tales como: Troteras y danzaderas, La muerte del padre, Noviazgo y boda, La editorial Corona, Los a?os veinte, Los treinta, El exilio en Francia, La vida en la Argentina, Primer regreso a Espa?a y Vuelta definitiva a su pa¨ªs. El segundo libro de Amor¨®s constar¨¢ de una edici¨®n cr¨ªtica de Tigre Juan y El curandero de su honra, con unas 1.500 notas. De Tigre Juan existen dos versiones. ?Es su ¨²ltima novela?, afirma Andr¨¦s Amor¨®s, ?y la m¨¢s culta. En ella derrama sus profundos conocimientos sobre los temas m¨¢s diversos?.?El epistolario mantenido con Rodr¨ªguez Acosta es imprescindible para conocer la vida de P¨¦rez de Ayala?, afirma Amor¨®s. ?En esas cartas se descubre?, a?ade, ?que estuvieron a punto de darle el Premio Nobel en tres ocasiones, cuenta su vida bohemia madrile?a, los problemas econ¨®micos cuando muere su padre, la visi¨®n de Oviedo, el exilio a Argentina. Los escritores espa?oles, al contrario que los franceses, son malos escritores de cartas, y P¨¦rez de Ayala es una excepci¨®n?. Andr¨¦s Amor¨®s pronunci¨® una conferencia en el Instituto de Estudios Asturianos (IDEA) sobre el tema P¨¦rez de Ayala en sus cartas, dentro de los actos programados con motivo del centenario del escritor.

El regionalismo del escritor

El cronista oficial de Oviedo Manuel Avello pronunci¨® una conferencia en el mismo ciclo con el t¨ªtulo P¨¦rez de Ayala y el regionalismo, en la que recogi¨® la opini¨®n expresada por el escritor sobre las autonom¨ªas en el mes de octubre de 1931. ?No me asusta esa algarab¨ªa de los estatutos?, afirmaba Ram¨®n P¨¦rez de Ayala. Es la primera vez que Espa?a dispone de un destino y se ha echado a andar sin andadores, hacia su plenitud y causa final. Tiene que ensayar y tiene que errar a menudo. Estamos en un per¨ªodo de pol¨ªtica experimental, y lo ¨²nico que se aprende bien es lo que se experimenta libremente por uno mismo. Ser¨ªa inveros¨ªmil, y para m¨ª aterrador, que a los seis meses de un cambio de r¨¦gimen se sintiese Espa?a en estado de paz octaviana y beatitud satisfecha, porque eso ser¨ªa digno de vitalidad escasa. No dir¨¦ que en Espa?a todo vaya a pedir de boca: entre otros motivos porque son muchas bocas a pedir y piden cosas en verdad demasiado contradictorias?.Para P¨¦rez de Ayala, la causa final de Espa?a, la condici¨®n de su plenitud y rendimiento universales, es su unidad org¨¢nica. ?Algunos?, agregaba, ?objetar¨¢n: esa misma es la causa final o raz¨®n hist¨®rica de las regiones que pretenden la independencia. A esto contesto que no; primeramente, porque la Historia, como la evoluci¨®n biol¨®gica, es continuidad, y esas regiones han padecido una soluci¨®n de continuidad de siglos: lo cual no significa que hayan perdido su personalidad ni su fisonom¨ªa, sino su historia: su historia es la historia de Espa?a, pero, principalmente, digo que no porque por eso mismo, y a fin de lograr su plenitud y rendimiento m¨¢ximo, esas regiones, lejos de desintegrarse, se ver¨¢n compelidas a la postre a una m¨¢s estrecha y org¨¢nica integraci¨®n dentro de la unidad espa?ola?.

P¨¦rez de Ayala se preguntaba: ??Es que los asturianos somos los ¨²nicos que no tenemos fisonom¨ªa regional??. ?Hasta en el infierno?, respond¨ªa categ¨®rico, ?porque la fisonom¨ªa no se puede perder, ni tampoco se puede inventar, por medio de aplicaci¨®n artificiosa. Cuando esto ¨²ltimo ocurre, no es que resulte una fisonom¨ªa, sino una caracterizaci¨®n contrahecha, como la de los c¨®micos para salir a escena?. En su opini¨®n, Asturias no tiene prisa: se apresura lentamente. ?Asturias?, a?adi¨®, ?inici¨® la reconquista de Espa?a y siglos despu¨¦s la guerra de la Independencia de Espa?a, no, para s¨ª, sino para Espa?a toda. Y he aqu¨ª nuestro admirable e incomparable hecho diferencial: Asturias, con su comportamiento edificante, ahora vuelve a hacer lo mismo?.

Manuel Avello mostr¨® su extra?eza porque en estos momentos de euforia autonomista haya pasado inadvertido este texto de P¨¦rez de Ayala, correspondiente a una conferencia pronunciada el 4 de octubre de 1931 en el hotel Franc¨¦s, de Oviedo. La conferencia y otros escritos de P¨¦rez de Ayala formar¨¢n parte de un libro que editar¨¢ pr¨®ximamente la Biblioteca Popular Asturiana.