Satisfacci¨®n en Mosc¨² por el resultado de las conversaciones

Los dirigentes del Kremlin se sienten satisfechos por los resultados de las cinco horas de conversaciones entre el jefe del Estado sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev, y el presidente franc¨¦s, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, en Varsovia.Nuevamente Francia, como hiciera De Gaulle en 1966, ha tomado la iniciativa en las peores circunstancias y ha dado un paso adelante con el fin de establecer los v¨ªnculos necesarios para frenar la actual crisis de guerra fr¨ªa. Para unos observadores, el Quai d'Orsay tiene afanes de protagonismo encaminados a hacerse respetar como gran potencia. Los m¨¢s pr¨¢cticos opinan que Francia ha vuelto a ganar la partida a Alemania, y Helmut Schmidt ha evidenciado una torpeza en momentos en que era necesaria una toma de postura seria y clara.

La realidad es que el primer encuentro a nivel de dirigentes entre sovi¨¦ticos y un pa¨ªs occidental desde la crisis de Afganist¨¢n ha tenido lugar en Varsovia y Francia ha asumido el importante papel de ?socio?. La entrevista, calificada de informal y mantenida en secreto oficial hasta el ¨²ltimo momento, se ha realizado cuando los observadores pol¨ªticos m¨¢s cualificados la calificaban de imposible. Los recientes viajes de Breznev a Belgrado y Varsovia, en menos de dos semanas, no eran l¨®gicos para quienes especulan con la mala salud del dirigente sovi¨¦tico. Gierek ha jugado un importante papel que tendr¨¢ su recompensa.

En medios occidentales de la capital sovi¨¦tica no se descarta la posibilidad de que otro de los temas de la reuni¨®n de Varsovia ha sido el de iniciar los preparativos para una conferencia mundial sobre distensi¨®n y desarme, que el Gobierno polaco ha ofrecido organizar en Varsovia. La mediaci¨®n francesa en la actual crisis internacional es interpretada tambi¨¦n como una evidencia m¨¢s del pragmatismo galo, que en estos momentos mantiene con la URSS un intercambio comercial que alcanza los 238.000 millones de pesetas, si bien es inferior al de la Rep¨²blica Federal de Alemania, que supera los 350.000 millones. Aqu¨ª se afirma que el Gobierno de Par¨ªs puede buscar por el camino pol¨ªtico, y Varsovia no ha sido mala ruta, un sustancioso beneficio econ¨®mico.