El discurso del tedio
EN POL?TICA, muchos acontecimientos s¨®lo se revelan cuando ha pasado largamente el tiempo en que se produjeron; con respecto a la intervenci¨®n presidencial de ayer, quedar¨¢ en evidencia dentro de unos meses, de un a?o, antes de 1983 en cualquier caso, que la derecha espa?ola necesita aceleradamente reconvertir sus l¨ªderes. La habitual y m¨¢gica capacidad de seducci¨®n y de resurgimiento de sus propias cenizas de Adolfo Su¨¢rez naufrag¨® ayer en un tedioso discurso, en su mayor parte m¨¢s digno de un pol¨ªtico del antiguo r¨¦gimen que del presidente de un Gobierno democr¨¢tico. Aunque bien es verdad que la sociedad espa?ola, la oposici¨®n parlamentaria, el propio partido del se?or Su¨¢rez, no esperaban nada espectacular. No obstante, tras la ruidosa crisis interior de su partido, las derrotas electorales de Andaluc¨ªa, Euskadi y Catalu?a, la derechizaci¨®n patente del Gabinete, el frenazo de las libertades p¨²blicas y hasta el cuestionamiento en el seno del propio partido de su autoridad corno l¨ªder de UCD, se pod¨ªa creer que Adolfo Su¨¢rez tratar¨ªa de aportar un mayor recurso de ingenio y astucia pol¨ªtica que insuflara a los ciudadanos un h¨¢lito de confianza. Un discurso, en suma, pol¨ªtico y partidario, que desarrollara el vaporoso programa electoral de UCD, el no menos vaporoso documento introductor del debate y dise?ara una estrategia -por discutible que fuera- sobre los graves problemas de la sociedad espa?ola.Por el contrario, el se?or presidente endos¨® unas discutibles lecciones de derecho y econom¨ªa, en una intervenci¨®n en la que no se alud¨ªa casi para nada a lo que nos est¨¢ pasando. En cerca de dos horas de discurso, el presidente del Gobierno no encontr¨® ocasi¨®n de decir una sola palabra sobre la pol¨ªtica exterior espa?ola, cuando estamos en puertas de ser anfitriones, por primera vez en la historia, de una conferencia diplom¨¢tica internacional y a¨²n estamos dudando de ir o no a las Olimpiadas de Mosc¨². Hizo una justificaci¨®n abstrusa de la pol¨ªtica econ¨®mica, ignor¨® el retroceso de las libertades civiles y los derechos humanos y parti¨® lanzas por el Estado de Derecho, asumiendo la defensa de la letra de las leyes y olvidando la del esp¨ªritu de las libertades que deben inspirarlas. En el terreno de las autonom¨ªas molest¨® a los catalanes e irrit¨® a los andaluces. Expuso una teor¨ªa jur¨ªdica de interpretaci¨®n, de la Constituci¨®n, que luego fue discutida por varios diputados y que supone el abandono definitivo del art¨ªculo 151. Son justas las cr¨ªticas de quienes se?alan la gran cantidad de bandazos que en el terreno auton¨®mico viene dando el Gobierno y es dudoso que su ¨²ltimo y m¨¢s reciente plan d¨¦ los resultados apetecidos. Salvo en este campo, ni una idea, ni un proyecto digno de tal nombre. Sin duda, el apagamiento de Su¨¢rez se debe en buena parte a su conocimiento de que la derecha espa?ola le est¨¢ buscando sustituto. Este presidente, irritado con la Prensa, ?nixonizado?, recluido entre una guardia de fieles, puede encontrar, sin embargo, todav¨ªa el coraje preciso para plantearle al pa¨ªs con claridad sus aut¨¦nticos problemas y sus verdaderos prop¨®sitos. La sociedad le hubiera agradecido ayer a Su¨¢rez el valor moral de haber ofrecido un programa de sangre, sudor y l¨¢grimas, en lugar de los viejos latiguillos del imperio de la ley, la fragilidad de la joven democracia y las llamadas a la paciencia y al trabajo. Hoy quiz¨¢ ser¨¢ todav¨ªa el tiempo. El partido del Gobierno y su presidente necesitan borrar en la sesi¨®n parlamentaria de este d¨ªa la sensaci¨®n de acoso y tedio que ayer produjeron.
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