Los tres programas de Radio Nacional / 1

Radio Nacional de Espa?a, por oposici¨®n a TVE, se ha caracterizado durante la transici¨®n pol¨ªtica por tener un techo informativo m¨¢s alto y por haber permanecido a un lado de los grandes esc¨¢ndalos econ¨®mico-administrativos. Sin embargo, RNE es hoy una radio estatal anquilosada, incapaz de adecuarse a los nuevos tiempos de la radio y de la sociedad, entre otros motivos por la falta de ideas e iniciativas de su equipo directivo.En primer lugar, cabe la duda de que exista hoy en RNE un equipo directivo. Los intentos del antiguo director de la red de RNE, Francisco Ruiz de Elvira, de reformar la radio y su programaci¨®n se vieron frustrados por el cese. El director Ruiz de Elvira hab¨ªa encargado al entonces gabinete de investigaci¨®n de audiencia una amplia encuesta entre los oyentes espa?oles para adecuar la programaci¨®n y definir los objetivos de la radio estatal. Pero el antiguo jefe del gabinete de investigaci¨®n de audiencia, Ricardo Visedo, fue despose¨ªdo de sus funciones por el director general, Fernando Arias Salgado, y se vio obligado a pedir la excedencia. Francisco Ruiz de Elvira corri¨® parecida suerte. Fernando Arias-Salgado le ces¨® -aunque algunos portavoces de RNE afirmaron siempre que se trataba de una dimisi¨®n- para reemplazarle por Luis Angel de la Viuda, en la misma fecha en que Miguel Mart¨ªn ascend¨ªa a la direcci¨®n de TVE (agosto de 1978). Los diecis¨¦is meses que Luis Angel de la Viuda estuvo al frente de RNE se caracterizaron por ser etapa provisional, donde lo importante era conservar y amarrar la situaci¨®n. Con Luis Angel de la Viuda como director se cometi¨® la torpeza de desmantelar los informativos especiales que dirig¨ªa Jos¨¦ Luis Echarri, y solamente se adopt¨® una medida innovadora: la creaci¨®n del programa Radio tres.

Luis Angel de la Viuda se fue, igual que Miguel Mart¨ªn, mucho antes de que concluyese lo que Fernando Arias-Salgado gust¨® llamar per¨ªodo ?constituyente? de la radiotelevisi¨®n estatal. El director general se qued¨® sin los dos m¨¢ximos ¨®rganos ejecutivos, y es por eso que no puede hablarse de un equipo directivo ni en RNE ni en Televisi¨®n.

Es m¨¢s: mientras que en TVE funcionan, en principio, dos directores para los dos programas, en la radio ni hay director de RNE ni hay directores del primero, segundo y tercer programas. Unas pocas personas acumulan todo el poder sobre los tres programas: los dram¨¢ticos, los de entretenimiento y variedades (entre los que se incluyen, parad¨®jicamente, el programa Tiempo de vivir y la Misa), los musicales, los culturales y los informativos.

Durante estos casi cinco a?os de transici¨®n, RNE no se ha preocupado en potenciar la radio regional. Las veinte estaciones de RNE en onda media (OM) apenas disponen de programaci¨®n aut¨®noma: tan s¨®lo tres horas diarias sobre un total de veinticuatro, y en las que se incluye el programa L¨ªnea abierta (12.30 horas, que durante treinta minutos o una hora se emite en cadena desde una estaci¨®n provincial). La autonom¨ªa de las estaciones regionales o provinciales se limita a cuatro espacios diarios, entre las 12.10 y las 15.30 horas, y a dos espacios los s¨¢bados y domingos, por tiempos inferiores a dos horas y hora y media, respectivamente. Quiz¨¢ Barcelona, con Radio Peninsular (en OM) y Radio 4 (en FM), goza de una relativa autonom¨ªa. Si RNE tiene un presupuesto pr¨®ximo a los 7.000 millones de pesetas, ser¨ªa de esperar que tuviese mayor audiencia que la SER; pero tampoco aqu¨ª los sondeos son favorables a la radio estatal.

La programaci¨®n: el primer programa de RNE se caracteriza por una programaci¨®n heterog¨¦nea; comprende todos los g¨¦neros de programas y a prescindir de los que gozan de reconocido prestigio -como Hoy en Espa?a, Espa?a a las ocho, Tiempo de vivir, Contante y sonante y otros-, no est¨¢ especializado en programas ocumentales o dram¨¢ticos de calidad y se distingue por la p¨¦sima programaci¨®n de fin de semana, casi toda enlatada y, por tanto, sin directo.

El segundo programa, en FM, parece definitivamente consagrado a la m¨²sica cl¨¢sica. Sin palabras, se nutre fundamentalmente de grabaciones en intercambio con radios extranjeras. M¨¢s que un programa de radio estamos ante un hilo musical cl¨¢sico, que dif¨ªcilmente tiene un equivalente, al menos con las emisoras con que gusta compararse RNE, es decir, la BBC: este segundo programa podr¨ªa ser el equivalente de la Radio 3 brit¨¢nica, su programa m¨¢s importante, pero con la diferencia de que combina programas de m¨²sica cl¨¢sica, dram¨¢ticos de calidad e informativos, con espacios de ciencia, artes, filosof¨ªa, cr¨ªtica, etc¨¦tera.