Conferencia de Javier S¨¢daba sobre el dogma y la ilusi¨®n
El pasado martes prosigui¨® el ciclo ?Purgatorio, infierno y cielo de la Etica? en el colegio Mayor San Juan Evangelista, de Madrid, con la conferencia del profesor Javier S¨¢daba, Entre el dogma y la ilusi¨®n (de lo sublime a lo cotidiano), que inici¨® con una definici¨®n del dogma como opini¨®n, decreto y creencia inmutable.El dogm¨¢tico se aferra siempre a principios s¨®lidos, que tiene a su disposici¨®n, para estar seguro o asegurado. ?No se puede negar, dijo el profesor S¨¢daba, ?la nostalgia del dogma que vivimos actualmente, que procede de una antigua tradici¨®n religiosa, pues a trav¨¦s del dogma, el hombre puede reposar y dormir tranquilamente. Pero?, sigui¨® diciendo, ?el precio de la verdad es la imbecilidad. As¨ª, el dogmatismo, unilateral y estrecho, se opone a la contemplaci¨®n est¨¦tica, que recoge los hechos m¨²ltiples y la seducci¨®n panor¨¢mica del mundo?.
Es in¨²til que Kant denuncie el dogmatismo pues contin¨²a siendo atractivo, debido a que el hombre teme a la libertad y prefiere la dulzura protectora de una verdad inmutable. El sue?o dogm¨¢tico expresa esta conjunci¨®n del dormir con el dogma. El dogm¨¢tico vendr¨ªa a ser el so?ador que duerme en el bosque la siesta de la raz¨®n. Pero el m¨¢s peligroso de los dogmatismos, para el profesor Sadaba, es el ut¨®pico, que denomina "error ut¨®pico dogm¨¢tico" y que encuentra su expresi¨®n en la filosof¨ªa de la esperanza, de Bloch. Para la utop¨ªa, la Historia es inacabada, lo no alcanzado o no pose¨ªdo es lo que determina el presente y mueve el ahora. Una cita de Wittgestein, sobre la expectativa, le sirve de apoyo para demostrar que no existe esa oposici¨®n entre lo conocido-desconocido en que se basa la utop¨ªa. Lo que no conocemos es lo que puede ser conocido, y la afirmaci¨®n de lo desconocido, como fin supremo, crea un snpramundo o trasmundo sensible, con el car¨¢cter falso o enga?oso de la magia. La Historia se convierte as¨ª en una proyecci¨®n de la salvaci¨®n de las almas, pues lo no alcanzado adquiere la perfecci¨®n ¨²ltima sobre lo que existe.
Las utop¨ªas m¨¢s peligrosas, para el profesor S¨¢daba, son las sociales y pol¨ªticas. Esta tesis recuerda la cr¨ªtica de Merleau-Ponty contra lo que ¨¦l llamaba marxismo escatol¨®gico, que depositaba en un futuro remoto la redenci¨®n humana. Sin embargo, hay rasgos valiosos en la utop¨ªa, como son la creatividad y la imaginaci¨®n. As¨ª, Marx, al criticar la sociedad capitalista, construye la perspectiva de un mundo nuevo y, en este sentido, la utop¨ªa es beneficiosa. Otro dogmatismo disecador an¨®nimo es el que se encharca en las cosas peque?as, y cuya f¨®rmula es la siguiente: hay muchos mundos posibles, quiz¨¢ muy hermosos, pero ¨¦ste es el real. Vivamos totalmente en nuestra peque?a racionalidad: seamos buenos profesionales, eficaces trabajadores y no indaguemos m¨¢s. Estos honores limitados, instalados en la finitud, que no tienen fantas¨ªa ni desesperaci¨®n, son los bur¨®cratas del alma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.