El Papa pas¨® revista con Giscard d'Estaing a la situaci¨®n internacional
Juan Pablo II, que ma?ana finaliza su visita a Francia, fue recibido ayer en el palacio del El¨ªseo por Val¨¦ry Giscard d'Estaing, con el que convers¨® sobre los principales puntos de fricci¨®n de la pol¨ªtica internacional. El Papa mostr¨® comprensi¨®n por su viaje a Varsovia para entrevistarse con el jefe del Estado sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev.
, El papa Juan Pablo II terminar¨¢ su visita a Francia ma?ana, lunes, en Lisieux, desde donde saldr¨¢ hacia Roma en avi¨®n. El mismo lunes, con anterioridad habr¨¢ pronunciado un discurso en la Unesco, y hoy, domingo, celebrar¨¢ la "misa del pueblo de Dios" en el aeropuerto de Le Bourget. Por la noche se reunir¨¢ con 50.000 j¨®venes en el campo de f¨²tbol de Par¨ªs el Parque de los Pr¨ªncipes. A un ritmo vertiginoso, el Papa cubri¨® ayer su jornada escoltado por el respeto, la medida y el buen gusto que los franceses han manifestado el primer d¨ªa, sin desbordamiento en ning¨²n sentido. Juan Pablo II parece haber ?comprendido? perfectamente el talante ?pluralista? (al que se refiri¨® Giscard d'Estaing en su discurso de recibimiento oficial) de un Estado oficialmente laico.??Qu¨¦ bello es! ?Qu¨¦ bueno esl ?Qu¨¦ simp¨¢tico! ?Qu¨¦ maliciosillo! ?Qu¨¦ profesional de los media!? Son los parisienses quienes as¨ª se expresan espont¨¢neamente al paso del Papa por las calles de Par¨ªs. Ayer, como anteayer, en algunos actos o en ciertas encrucijadas de la capital (la lluvia rest¨® pueblo) eran m¨¢s o menos numerosos. Una evaluaci¨®n resulta casi imposible, pero en todo caso la movilizaci¨®n ha sido inferior a la prevista y deseada por las autoridades. Hoy, en el aeropuerto de Le Bourget, durante la misa del Pueblo de Dios, se han preparado un mill¨®n de hostias para la comuni¨®n, que distribuir¨¢n 2.000 sacerdotes.
Cr¨ªticas de los intelectuales
A lo largo de su segunda jornada en Par¨ªs, el Papa confirm¨® la inipresi¨®n que dejaron sus discursos del viernes: Juan Pablo II, en apariencia al menos, no ha venido a Francia a ?desfacer entuertos?, ni a ?sermonear? a una Iglesia con leyenda de d¨ªscola, inmersa en un pa¨ªs que defiende su tradici¨®n laica. Si, como ¨¦l mismo declar¨® de antemano, ?voy a comprender a los cat¨®licos franceses?, todo indicaria que los ha comprendido.
Ayer se multiplicaron las pruebas. Se reuni¨® con cincuenta intelectuales de toda condici¨®n y opini¨®n. Recibi¨® a las confesiones no cat¨®licas que le advirtieron: ?Es peligroso el aspecto espectacular de sus viajes, porque pueden equivocara una opini¨®n a quien se le anuncia una visita pastoral?. El Papa respondi¨® de manera inteligente e invit¨® a sus ?enemigos? de religi¨®n a ?olvidar las confrontaciones del pasado?,
En la barricada de Saint Denis, comunista, dialog¨® con los obreros. Durante la recepci¨®n que le ofreci¨® el presidente Val¨¦ry Giscard d'Estaing en el El¨ªseo (5.000 personas, apretones ?¨¦picos?, desmayos, estropicios de las muchas toilettes de Ives Saint Laurent), estrech¨® la mano del l¨ªder comunista Georges Marchais y la del socialista Fran?ois Mitterrand. El primero coment¨®: ?Es l¨®gico que est¨¦ aqu¨ª, porque mi partido representa el 20% de los franceses? (los comunistas consideran este acontecimiento ?grandioso?). Mitterrand explic¨®: ?Me encuentro feliz en un acontecimiento tan importante, pero s¨®lo he venido como l¨ªder socialista?. Antes de la recepci¨®n, el Papa se entrevist¨® durante m¨¢s de media hora con el presidente. Conversaci¨®n filos¨®fico-pol¨ªtica, repaso de los problemas internacionales y ?comprensi¨®n? de Juan Pablo II por el viaje de Giscard a Varsovia para ver a Breznev.
Por su lado, ?los representantes de la conciencia laica del pa¨ªs?, como se autodefimeron ayer los librepensadores y otras tendencias y minor¨ªas hostiles ?al gasto p¨²blico para favorecer una sola corriente de pensamiento?, inaugurar¨¢n hoy una estatua de Ferdinand Buisson, ?Papa? de los librepensadores.
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