Giscard, esc¨¦ptico ante el resultado de la pr¨®xima "cumbre" de Venecia

El presidente de la Rep¨²blica Francesa, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, no est¨¢ muy entusiasmado por la cumbre de pa¨ªses industrializados, que comenzar¨¢ el pr¨®ximo domingo en Venecia. Es demasiado densa, dice; son demasiados problemas a discutir en dos d¨ªas, en v¨ªsperas de demasiadas elecciones.

Lo que ocurre en estas cumbres se lo ha explicado Giscard al columnista del The New York Times James Reston, que fue recibido por el presidente franc¨¦s en el palacio del El¨ªseo. Siete jefes de Estado o de Gobierno -describe Giscard- se encuentran en un espectacular y opulento palacio; cada uno de ellos lleva tres asesores especiales y todo un ej¨¦rcito de consejeros, que los acompa?an hasta las puertas del palacio...Giscard dice haber estado luchando durante a?os contra este tipo de diplomacia, insistiendo que los aliados tienen que encontrar mejores caminos para tomar decisiones.

En cualquier caso, Giscard piensa que los l¨ªderes de las naciones industrializadas podr¨ªan acordar en Venecia la ruptura del lazo que une al desarrollo con el petr¨®leo, proyectando una pol¨ªtica a largo plazo para la conservaci¨®n y producci¨®n de fuentes de energ¨ªa alternativas. Tambi¨¦n podr¨ªan conceder nuevas ayudas econ¨®micas a las naciones pobres del mundo.

El presidente franc¨¦s piensa tambi¨¦n que esta alianza de los siete pa¨ªses m¨¢s industrializados tiene que ser reestructurada y comprometerse de forma m¨¢s efectiva en las negociaciones regionales que lleven a cabo una o dos de las potencias industriales, as¨ª como en las conversaciones bilaterales entre l¨ªderes de estos pa¨ªses de los siete.

Es por esto por lo que, seg¨²n ¨¦l, Giscard fue a Polonia a entrevistarse con Breznev. Giscard fue criticado en Estados Unidos y otros pa¨ªses por haber hecho esto, pero ¨¦l sigue creyendo en las conversaciones entre l¨ªderes de diferentes pa¨ªses y en lo provechoso de su entrevista con el dirigente sovi¨¦tico.

Breznev no ha sabido comprender, seg¨²n el presidente franc¨¦s, que la URSS no puede enviar su Ej¨¦rcito a Afganist¨¢n y, a la vez, proseguir su pol¨ªtica de distensi¨®n con Occidente. Mosc¨² se ha equivocado, aparentemente, -en la previsi¨®n de las reacciones del pueblo afgano y del resto del mundo despu¨¦s de este acto de agresi¨®n.

Breznev y Afganist¨¢n

Giscard sac¨® la impresi¨®n de su conversaci¨®n con Breznev de que ¨¦ste estaba m¨¢s interesado en el asentamiento sovi¨¦tico en Afganist¨¢n que otros dirigentes sovi¨¦ticos. Por otro lado, Breznev parec¨ªa m¨¢s preocupado por la seguridad de la frontera afgana que por cualquier estrategia que le llevara hasta las orillas del golfo P¨¦rsico.En los temas de Oriente Pr¨®ximo, Giscard critic¨® abiertamente al primer ministro israel¨ª, Men¨¢jem Beguin, mientras que dijo comprender los esfuerzos del presidente Carter para continuar el ?proceso de paz? de Camp David.