Cautela en los medios pol¨ªticos franceses ante el gesto de Mosc¨²
La carta que le dirigi¨®, el viernes, el n¨²mero uno sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev, al presidente franc¨¦s, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, anunci¨¢ndole la retirada de algunas unidades sovi¨¦ticas de Afganist¨¢n, salvo por los comunistas, es acogida en este pa¨ªs como un bluff o, en el mejor de los casos, con muchas precauciones. De ser un gesto sovi¨¦tico en el sentido de una negociaci¨®n pol¨ªtica para liberar Kabul, Giscard habr¨ªa ganado una batalla nacional e internacional de gran calibre. Pero, en caso contrario, su figura y la diplomacia independiente de Francia se estima sufrir¨ªan en la misma medida.Al cabo de dos d¨ªas de an¨¢lisis, la inesperada misiva de Breznev a Giscard s¨®lo ha satisfecho plenamente al Partido Comunista franc¨¦s (PCF), que tambi¨¦n fue el ¨²nico que aprob¨® el viaje del presidente a Varsovia para entrevistarse con el jefe de los sovi¨¦ticos. Para los comunistas galos, la carta de Breznev ?es un gesto de buena voluntad? que desmiente a quienes presentan la situaci¨®n en Afganist¨¢n como un ?modelo? de colonizaci¨®n.
El resto del espectro pol¨ªtico, de igual manera que los comentaristas no oficiales, e incluso algunos giscardianos, una de dos: o multiplican las precauciones o consideran, simplemente, que se trata de ?una cortina de humo muy oportuna?.
A prop¨®sito de esa ?oportunidad? de la carta de Breznev a Giscard, las consideraciones son bastante similares. Los sovi¨¦ticos han ?invadido? Venecia justo en el momento en que se reun¨ªan los siete grandes. El momento no pod¨ªa ser m¨¢s apropiado, para, dividir el campo occidental, como para lan zar su ?operaci¨®n? desde una caja de resonancia excepcional. A pocas semanas de los Juegos Ol¨ªmpicos, una estrategia de seducci¨®n podr¨ªa influir en los pa¨ªses que a¨²n dudan. El gesto tambi¨¦n podr¨ªa desmovilizar a la resistencia afgana, como podr¨ªa facilitar las pr¨®ximas con versaciones Breznev-Schmidt, en Mosc¨², sobre el desarme.
Fruto del encuentro del presidente Giscard con Breznev
Los portavoces oficiales franceses, por el contrario, han ligado inmediatamente el gesto de Breznev a la discutida cumbre que mantuvo este ¨²ltimo, en Varsovia, con el presidente franc¨¦s: es la primera consecuencia, han venido a decir, y ello gracias a la audacia de Giscard. Pero en el propio campo giscardiano el encuentro de Varsovia, como ahora el regalo consecuente, se analizan con cierta reticencia. Son los centristas (atlantistas viscerales), que dirige el ex ministro Jean Lecanuet, quienes advierten que ?hay que esperar para saber si el gesto es simplemente t¨¢ctico y aparente o si abre nuevas perspectivas pol¨ªticas?.
En definitiva, la mayor¨ªa de la opini¨®n francesa piensa que si la oferta sovi¨¦tica es seria, Francia habr¨¢ contribuido a paliar la crisis internacional y, con ello, habr¨¢ ganado su diplomacia independiente y la talla de su presidente, que, a su vez, ser¨ªa gratificado electoralmente a la hora de las presidenciales de 1981.
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