Giscard: la ampliaci¨®n de la CEE no se negociar¨¢ hasta 1982

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Giscard se explic¨® sobre la ex pausa en.los t¨¦rminos siguientes: a partir de las negociaciones de Bruselas, a finales del mes pasado, surgieron problemas que ?se interfirieron con las negociaciones sobre la ampliaci¨®n, y no es posible que progresen estas negociaciones a prop¨®sito de temas que proyectan incertidumbre e inestabilidad en las instituciones existentes?.

Y Giscard continu¨®: ?No he hablado de pausa. Expuse (ante las c¨¢maras de agricultores) una situaci¨®n de hecho. Esta situaci¨®n es tan evidente que cuando nos reunimos en Venecia recientemente en la primera cumbre, el problema de la ampliaci¨®n no fue planteado por ninguno de nuestros aliados. Y las declaraciones que yo hice no suscitaron, de su parte, ninguna intervenci¨®n en mi presencia?. El presidente, con esto ¨²ltimo, hace pensar que al no surgir en Venecia el problema de la pausa querr¨ªa decir que todos los dem¨¢s miembros de la CEE estaban de acuerdo.

Para Giscard, los dos problemas graves que fuerzan el retraso de las negociaciones de la ampliaci¨®n son el de financiaci¨®n de la CEE y el de la pol¨ªtica agr¨ªcola comun. Por lo que se refiere al primero, explic¨®: ?Hay que saber c¨®mo se realizar¨¢ la solidaridad financiera comunitaria respecto a los nuevos miembros, puesto que Espa?a y Portugal son pa¨ªses de nivel econ¨®mico inferior, si se les compara con la media de los nueve, y es posible imaginar que la adhesi¨®n, para ellos, se traduce por un cierto beneficio a partir de los recursos financieros de la Comunidad?.

El segundo problema de fondo abordado por Giscard fue el de la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n. ?Se trata?, dijo, ?de pa¨ªses (Espa?a y P¨®rtugal) que tienen una producci¨®n agr¨ªcola mediterr¨¢nea y agravar¨¢n el mercado existente. Esto supone una organizaci¨®n de mercado y una pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n, reforzada y extendida?. El presidente repiti¨® que ?uno de los actuales miembros? de la Comunidad (Reino Unido) se cuestiona a s¨ª mismo sobre esos dos problemas y, en consecuencia, le parece dudoso que se pueda avanzar en la negociaci¨®n sobre esos temas con Espa?a y Portugal.

Para que esas negociaciones progresen, Giscard se manifest¨® tajante y equ¨ªvoco: ?Si a partir de 1982 (hasta entonces el Reino Unido queda eximido de algunas obligaciones rina'ncieras), todos los miembros actuales de la CEE aceptan las reglas f-inancieras y agr¨ªcolas tal como existen, la negociaci¨®n puede continuar como fue emprendida?. Por el contrario, si alg¨²n miembro no acepta esas reglas, ?s¨®lo cuando conozcamos las nuevas podremos saber en qu¨¦ condiciones se les aplicar¨¢n dichas normas a los nuevos miernbros?. Entre tanto, las negociaciones pueden continuar, pero no pueden progresar en lo referente a ?los puntos sobre los que pesa una incertidumbre?. Sabido es que los miembros de la CEE, empezando por Francia, que se expres¨® recientemente por boca de su primer ministro, Raymond Barre, vienen solicitando una reforma de la pol¨ªtica agr¨ªcol¨¢ com¨²n. Giscard incluso advirti¨® que la delegaci¨®n francesa en Bruselas rec¨ªbir¨¢ instrucciones para interesarse por las reglas y principios, agr¨ªcolas y financieros, que se aplicar¨¢n a partir de 1982.

Giscard neg¨® que su nueva actitud de cara a la ampliaci¨®n respondiera a motivos de la pol¨ªtica interior, es decir, electoralistas: ?en otras ¨¦pocas tampoco manifest¨¦, por razones electorales, mi oposici¨®n favorable a la vocaci¨®n europea de Espa?a, y esta posici¨®n la mantengo?. Racaneando, aunque muy elegantemente.

Problema interno de Espa?a

Tras la insistencia del periodista que le interrog¨®, a partir de las recientes declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, se?or Oreja, Giscard declar¨®: ?No tengo nada que decir del problema vasco. Es un problema interior de Espa?a. Nosotros aplicamos nuestras propias leyes y perseguimos los delitos que son cometidos, de acuerdo con los procedimientos judiciales. Y as¨ª continuaremos haci¨¦ndolo ?. Estim¨® ?inadmisibles? las violencias recientes contra los camioneros espa?oles, y asegur¨® que el primer ministro Barre har¨¢ lo necesario para ?que sean indemnizados justarnente lo antes posible?.

A prop¨®sito de los asuntos internacionales de actualidad, Giscard no hizo revelaciones especiales. Justific¨® su entrevista con Breznev en Varsovia, reiter¨® la necesidad de una soluci¨®n pol¨ªtica del asunto afgano y, en este sentido, juzg¨® positivamente la retirada de algunas tropas de Kabul. Anunci¨®, por fin, que Francia domina ya la tecnolog¨ªa nuclear oportuna para fabricar la bomba de neutrones a partir de 1983 o 1984. ?La decis¨ª¨®n que tomar¨¢ entonces?, a?adi¨®, ?tendr¨¢ en cuenta que Francia estima que sus medios b¨¦licos deber¨¢n de fender tambi¨¦n a los pa¨ªses europeos?.