Barre, en Madrid
(...) Es actualmente una evidencia: Espa?a asimila totalmente a Francia todo lo bueno y lo malo que le viene de Europa. Este reflejo psicol¨®gico se explica f¨¢cilmente porque Francia es el ¨²nico vecino europeo de Espa?a y porque a lo largo de su historia, la paz o la guerra para Espa?a han pasado siempre por los Pirineos. (...)Pero esta jornada de clarificaci¨®n, como se la califica en Par¨ªs. no ser¨¢ en sentido ¨²nico. Raymond Barre tiene tambi¨¦n que pedir explicaciones a Espa?a despu¨¦s de las acusaciones de complicidad entre Francia y los terroristas vascos. lanzadas la semana pasada por el ministro espa?ol del Interior, Juan Jos¨¦ Ros¨®n. Este contencioso que se repite, que no existe por otra parte m¨¢s que para Madrid, y que renace cada vez que el Gobierno espa?ol tiene dificultades para justificarse ante su propia opini¨®n p¨²blica, necesita ser estudiado con franqueza y, esper¨¦moslo, de una forma definitiva.
No es un secreto para nadie que el presidente del Gobierno espa?ol es discutido muy seriamente desde esta primavera y que su Espa?a de las autonom¨ªas no ha demostrado todav¨ªa que fuese un ¨¦xito. Pero la cooperaci¨®n franco-espa?ola funciona desde hace cuatro a?os. Lo dem¨¢s no nos concierne y no se ve en Par¨ªs lo que Adolfo Su¨¢rez podr¨ªa pedirnos para ayudarle a¨²n m¨¢s a resolver sus propios problemas. (...) Las garant¨ªas que Raymond Barre podr¨¢ darle sobre Europa no valdr¨¢n m¨¢s que lo que Adolfo Su¨¢rez quiere que valgan. Cualquiera que sean. los puntos de convergencia sobre la situaci¨®n internacional -Par¨ªs y Madrid tienen la misma concepci¨®n de la distensi¨®n-, cualquiera que sea el estado de las relaciones comerciales, la descrispaci¨®n no se producir¨¢ hasta que Adolfo Su¨¢rez decida poner un freno a la campa?a antifrancesa que domina en la Prensa y en la opini¨®n espa?ola.(...)
El humorista de EL PAIS, M¨¢ximo. resuelve el problema a su manera. reemplazando los Pirineos por un brazo de mar que separa Francia de Espa?a y que ¨¦l denomina ?el estrecho de Giscard?.
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