Pocas sonrisas para Barre

(...) Completamente claro, el horizonte franco-espa?ol no lo ha estado nunca. Se ha oscurecido con la famosa declaraci¨®n de Giscard sobre la necesidad de una pausa sobre la admisi¨®n de nuevos miembros en la comunidad. (...)Visita, pues, delicada la del primer ministro de Giscard en el momento m¨¢s dif¨ªcil de las relaciones entre los dos pa¨ªses. Mucha correcci¨®n entre las dos delegaciones, pero pocas sonrisas, s¨®lo las estrictamente protocolarias.

Barre ha venido a decir que Francia no tiene la intenci¨®n de frenar el ingreso de Espa?a en el Mercado Com¨²n, pero que la Comunidad debe resolver sus propios problemas internos. (...) En suma, m¨¢s o menos, la culpa es de Inglaterra. Todo va bien, con tal de que la grandeur se salve. (...)

Durante los r¨¢pidos coloquios de la delegaci¨®n francesa en Madrid no ha sido verdaderamente profundizado el tema de la benevolencia de Francia hacia los terroristas de ETA.

La visita de Barre ha terminado en una polvareda de palabras que no han sido demasiado densas, porque faltaba tiempo. Ha sido la visita del lugarteniente del proc¨®nsul europeo, que vino a decir a sus vecinos inquietos y desilusionados que est¨¦n tranquilos que no sucede nada, y que si alguien tiene la culpa es Inglaterra.

5 de julio