Los militares surcoreanos se oponen a los intentos de democratizaci¨®n
Antes de los ¨²ltimos acontecimientos sol¨ªa decirse que el futuro de Corca del Sur, una vez desaparecido el r¨¦gimen autoritario de Park Chung Hec, estar¨ªa en las manos de tres pol¨ªticos apellidados Kim. Floy, uno de los ?tres Kim? ha renunciado a todo puesto p¨²blico, acusado de corrupci¨®n; otro est¨¢ bajo arresto domiciliario, y el tercero puede ser condenado a muerte en cualquier momento.Kim Jong Pil, antiguo primer ministro y l¨ªder del Partido Democr¨¢tico Republicano, dimiti¨® de todos sus cargos hace tres semanas. El hombre que creara la CIA coreana, un eficaz instrumento de represi¨®n pol¨ªtica en el r¨¦gimen le Park, y que durante mucho tiempo ?son¨®? como su sucesor, desaparec¨ªa as¨ª de la vida p¨²blica, no sin antes reconocer que hab¨ªa aceptado sobornos por unos 36 millones de d¨®lares y comprometerse a devolver ese dinero al Estado, a cambio de inmunidad.
Kim Young Sam, un pol¨ªtico liberal que preside el Nuevo Partido Democr¨¢tico, fue expulsado de la Asamblea Nacional el oto?o pasado, cuando a¨²n viv¨ªa Park, y est¨¢ ahora bajo arresto domiciliario, por orden de las autoridades encargadas de aplicar la ley marcial. Y eso que, seg¨²n todos los pron¨®sticos, este Kim era el ?favorito? de los militares.
Por ¨²ltimo, Kim Dae Jung, el carism¨¢tico l¨ªder de la oposici¨®n al r¨¦gimen de Park y el candidato a la presidencia que obtuvo, en 1971, un 45% de los votos populares, fue acusado, a principios de este mes, de sedici¨®n y tentativa de derrocar al Gobierno, lo que puede suponerle una condena a muerte. Kim est¨¢ de nuevo en la c¨¢rcel, donde ha pasado gran parte de su vida, y seg¨²n informaciones publicadas en Jap¨®n, ha perdido sus facultades mentales a causa de las torturas sufridas y de las inyecciones de drogas que se le suministraron en los interrogatorios.
Junta Militar
Detr¨¢s de todas estas acciones contra los ?tres Kim? est¨¢ un comit¨¦ de seguridad nacional, compuesto por dieciocho generales y siete civiles, en quien muchos observadores ven simplemente el embri¨®n de una junta militar. Pero, en el origen de los acontecimientos, existi¨® un cuarto Kim, que fue ahorcado en mayo. Kim Jae Kyu fue el director de la CIA coreana que mat¨® personalmente al presidente Park, el pasado 26 de octubre, durante un tiroteo registrado en un restaurante de Se¨²l y en circunstancias a¨²n no esclarecidas totalmente.
La desaparici¨®n de Park Chung Hee, que hab¨ªa gobernado el pa¨ªs con mano f¨¦rrea durante dieciocho a?os, desencaden¨® una lucha por el poder entre bastidores. Mientras el primer ministro, Choi Kyu Hah, pasaba a ocupar la presidencia de la Rep¨²blica y anunciaba un programa de reformas pol¨ªticas, en un intento de demostrar que las instituciones creadas por el r¨¦gimen de Park podr¨ªan garantizar una sucesi¨®n pac¨ªfica y ordenada, en los cuarteles se preparaban otro tipo de movimientos.
Se produjo entonces la llamada ?noche de los generales?, a mediados de diciembre del a?o pasado. Un grupo de j¨®venes oficiales procedi¨® a efectuar una r¨¢pida purga entre un centenar de altos mandos de las fuerzas armadas, y un m¨ªnimo de quince generales fueron arrestados en una sola noche. Una nueva facci¨®n militar se hizo as¨ª con el poder real, y al frente de ella aparece un general de 49 a?os, Chon Du Hwan, que es, hoy por hoy, el verdadero hombre fuerte en Corea del Sur, y en quien muchos ven un futuro dictador tan duro o m¨¢s que Park.
Chon ha acumulado una serie de cargos claves en los ¨²ltimos meses, pero domina esencialmente el comit¨¦ de seguridad nacional, creado a finales de mayo, tras los disturbios de Kwangju, para ?asesorar? al presidente de la Rep¨²blica. Est¨¢ tambi¨¦n al frente de los servicios secretos militares y era director de la CIA coreana, o polic¨ªa pol¨ªtica, puesto este ¨²ltimo del que te¨®ricamente dimiti¨® en junio, aunque segu¨ªa desempe?¨¢ndolo en la pr¨¢ctica. En cualquier caso, nadie duda de que cuando se nombre un nuevo director de la CIA, ¨¦ste ser¨¢ un hombre de la total confianza del general Chon.
La misma confianza de que parece disfrutar el nuevo primer ministro, Park Chung Hun, nombrado tambi¨¦n despu¨¦s de los sucesos de Kwanju y a quien, en los medios period¨ªsticos occidentales de la capital surcoreana, se describe como una mera pantalla para los militares.
Salvador del pa¨ªs
Formado en Estados Unidos y veterano de la guerra de Vietnam, el general Chon Du Hwan tiene fama de puritano y de creerse un salvador del pa¨ªs. Se refiere al difunto presidente Park como su ?padre? y aseguran que no duerme dos noches seguidas en el mismo sitio, como precauci¨®n ante posibles atentados contra su vida.
Porque si es evidente que Chon ha conseguido colocar a sus compa?eros de armas que le son fieles en los puestos clave de la seguridad estatal, no est¨¢ claro hasta qu¨¦ punto goza del respaldo de los grandes empresarios surcoreanos y parecen m¨¢s que notables sus fricciones con el embajador norteamericano, William Gleysteen
Preocupaci¨®n norteamericana
La Administraci¨®n Carter ha expresado en m¨¢s de una ocasi¨®n p¨²blicamente su ?preocupaci¨®n? ante las restricciones impuestas a las libertades civiles en Corea del Sur, donde hay estacionados m¨¢s de 30.000 soldados norteamericanos. El embajador Gleysteen recibi¨® instrucciones de interesarse por el modo en que estaban siendo tratados los prisioneros pol¨ªticos. Por supuesto, las autoridades surcoreanas niegan la pr¨¢ctica de la tortura y ordenaron, hace unos d¨ªas, el cierre de las oficinas en Se¨²l del diario japon¨¦s Asahi Shimbun y de la agencia Jiji Press, despu¨¦s de que ambas organizaciones period¨ªsticas publicaran la noticia de que el l¨ªder de la oposici¨®n, Kim Dae Jung, de 54 a?os, hab¨ªa sufrido trastornos mentales como consecuencia del ?tratamiento? que le fue aplicado en la c¨¢rcel.
La preocupaci¨®n de los norteamericanos alcanza tambi¨¦n al campo estrictamente militar y, a principios de este mes, se expresaba inquietud por parte de los jefes militares estadounidenses ante lo que consideraban un abandono masivo de sus responsabilidades por altos mandos surcoreanos, dedicados por completo a tareas pol¨ªticas. Docenas de generales, muchos de ellos pertenecientes al mando de las fuerzas conjuntas, est¨¢n ahora al frente de subcomit¨¦s especiales y, seg¨²n declar¨® a la agencia Reuter un oficial norteamericano, hubo que suspender unas maniobras conjuntas de marines, programadas para julio, porque la divisi¨®n sureoreana, estaba encarga a de investigar a civiles, realizando funciones de polic¨ªa.
Sin embargo, en un a?o electoral y tras los sucesos de Ir¨¢n y de Nicaragua, Jimmy Carter no puede aplicar demasiada presi¨®n, hablada cuenta adem¨¢s de que cualquier inestabilidad pol¨ªtica en Corea del Sur podr¨ªa ser aprovechada por Corea del Norte. Conscientes de ello y dispuestos quiz¨¢ a apostar por Ronald Reagan como nuevo inquilino de la Casa Blanca en 1981, los militares surcoreanos no parecen especialmente preocupados por las amonestaciones de Washington y contin¨²an adelante con sus planes.
Operaci¨®n limpieza
La liquidaci¨®n de toda una clique de funcionarios asentada en posiciones de privilegio desde el golpe de Estado que llev¨® al poder a Park Chung Hee, en 1961, ha sido una de las primeras acciones de los militares. M¨¢s de trescientos agentes de la CIA coreana fueron despedidos y las purgas de altos funcionarios han alcanzado tambi¨¦n a varios centenares. Un n¨²mero importante de ex ministros fueron acusados de corrupci¨®n y conminados a devolver el dinero ganado ilegalmente y a renunciar a todos sus cargos p¨²blicos. Tal ha sido el caso del presidente del Partido Democr¨¢tico Republicano, te¨®ricamente en el poder, y en otro tiempo muy influyente personaje, Kim Jong Pil.
Esta ?operaci¨®n de limpieza? contra el sector m¨¢s escandalosamente corrupto del ant¨ªguo r¨¦gimen ha ido acompa?ada de duras medidas represivas contra la oposici¨®n democr¨¢tica y el movimiento estudiantil. El presidente Choi asegura que su calendario de reforma pol¨ªtica sigue en vigor, que se redactar¨¢ una nueva constituci¨®n y que habr¨¢ elecciones en el primer semestre del a?o que viene.
Pero este programa de modesta democratizaci¨®n fue lo que puso nerviosos a algunos oficiales y provoc¨® esta intervenci¨®n, todav¨ªa relativamente entre bastidores, del Ej¨¦rcito en la vida pol¨ªtica. Seg¨²n la opini¨®n de algunos especialistas. No falta quien ve en estas purgas una especie de ?campa?a electoral? para el general Chon, que, emulando a su ?padre?, Park Chung Hee, podr¨ªa presentarse a las elecciones, una vez desaparecidos sus hipot¨¦ticos contendientes, y ahorrarse el dar un golpe de Estado.
En cualquier caso, las graves acusaciones hechas por las autoridades militares contra Kim Dae Jung son un indicio inequ¨ªvoco del nivel de ?escarmiento? que est¨¢n dispuestos a aplicar los j¨®venes generales. Kim, un s¨ªmbolo de la oposici¨®n democr¨¢tica al r¨¦gimen dictatorial de Park, ha sido acusado de recolectar fondos para pagar activistas e incluso de haber recibido dinero de Corea del Norte a trav¨¦s de Jap¨®n. Los cargos de sedici¨®n dejan pocas esperanzas para el hombre que lleg¨® a ser secuestrado en Tokio por la CIA coreana durante su oposici¨®n a Park y que podr¨ªa haber jugado un papel decisivo en una Corea democr¨¢tica.
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