El Estatuto de Centros, la calidad de la ense?anza y la "sequ¨ªa" administrativa
Pocas disposiciones legales en materia educativa han suscitado tanta oposici¨®n y tan preocupante frustraci¨®n en el profesorado de los centros estatales de EGB, FP y bachillerato como el denominado Estatuto de Centros Docentes no Universitarios.La mera denominaci¨®n de este discutido y pol¨¦mico estatuto pone de manifiesto una patente discriminaci¨®n entre el nivel universitario y los restantes niveles de la educaci¨®n, y al mismo tiempo evidencia un prop¨®sito de ruptura entre estos sectores de la ense?anza. Podr¨¢ parecer una casualidad -que no lo es- el hecho de que la casi totalidad de los altos cargos del Ministerio de Universidades e Investigaci¨®n sean catedr¨¢ticos de universidad o escuela t¨¦cnica superior, mientras en el Ministerio de Educaci¨®n sean una excepci¨®n los altos cargos ejercidos por alg¨²n profesional de los niveles educativos que abarca este ministerio. Y mientras el todopoderoso Consejo de Rectores informa y dictamina todo proyecto educativo que afecte a la universidad e incluso se permite vetar el nombramiento como catedr¨¢ticos extraordinarios de prestigiosos profesores e investigadores, el ministro de Educaci¨®n no se ha dignado reunir ni una sola vez en m¨¢s de un a?o a la Junta Nacional de Directores de Institutos de Bachillerato.
En la preparaci¨®n y tramitaci¨®n del mencionado Estatuto de Centros, el Ministerio de Educaci¨®n inform¨® y dialog¨® con los m¨¢s importantes grupos de presi¨®n de la ense?anza privada: la FERE, la CECE, la Federaci¨®n Cat¨®lica de Asociaciones de Padres de Alumnos, etc¨¦tera, pero ignor¨® y margin¨® al profesorado estatal, a sus asociaciones profesionales, a las juntas de directores, etc¨¦tera. Parece que los responsables del Ministerio de Educaci¨®n ignoran o desprecian las prudentes advertencias de la Conferencia Internacional sobre el Planeamiento de la Educaci¨®n (Par¨ªs, 1968), recomendando que ?el planeamiento de la educaci¨®n se lleve a cabo en estrecho contacto y cooperaci¨®n con el personal docente?, y tambi¨¦n la consideraci¨®n incluida en el informe final del Comit¨¦ de Cooperaci¨®n Internacional para la Reforma de la Educaci¨®n en Espa?a, seg¨²n la cual, ?para el logro de los objetivos que propugna la reforma es de vital importancia contar con la adhesi¨®n y colaboraci¨®n entusiasta de los educadores. La reforma interesa y afecta a toda la poblaci¨®n, pero de modo especial a los profesores?.
A mediados del pasado mes de febrero, cuando,el Estatuto de Centros estaba ya debati¨¦ndose en el Congreso de los Diputados, sin aceptarse una sola enmienda en virtud de los compromisos contra¨ªdos, todos los profesores, recibimos una carta personal del se?or Otero Novas, en la que nos expon¨ªa sus puntos de vista sobre el citado estatuto. A la vista de esta carta, la casi totalidad de los profesores del instituto de bachillerato B? de San Juan Bautista, de Madrid, nos dirigimos al se?or Otero, Novas para invitarle a celebrar en nuestro centro un coloquio sobre el estatuto, con participaci¨®n de profesores, padres y alumnos. Bas¨¢bamos nuestra invitaci¨®n en las reiteradas declaraciones del ministro de Educaci¨®n en las que se ofrec¨ªa a celebrar coloquios y reuniones con diversos grupos sociales sobre el contenido del estatuto, al tiempo que rechazaba el debate en RTVE. Conoc¨ªamos los desplazamientos del se?or Otero Novas a distintos puntos de Espa?a para reunirse con sectores de la ense?anza privada y de las asociaciones cat¨®licas de padres de familia y alumnos. Naturalmente, el ministro nos dio la callada por respuesta y ni acus¨® recibo de nuestro escrito, aunque ha seguido celebrando reuniones con sectores de la ense?anza privada, como el reciente coloquio en el colegio de Chamber¨ª, de los Hermanos Maristas, de Madrid.
Ciertamente que uno de nuestros prop¨®sitos al invitar al ministro a nuestro centro era que conociese personalmente las condiciones de funcionamiento de un instituto de bachillerato de reciente creaci¨®n. Porque en entrevistas y coloquios el se?or Otero Novas ha reiterado la indudable calidad de la ense?anza en el sector estatal de su competencia. Creemos sinceramente, y lo decimos con tod6 respeto, que el se?or ministro de Educaci¨®n no conoce bien las condiciones de funcionamiento de la ense?anza estatal que tiene a su cargo. Pocas veces, como en el momento presente, ha habido tanto des1contento, frustraci¨®n e insatisfacci¨®n en el profesorado estatal de estos niveles. El profesorado est¨¢ harto de la prepotencia de la burocracia y de la anteposici¨®n de los criterios administrativos sobre los docentes y pedag¨®gicos. Muchos profesores de bachillerato se ven obligados, para completar su horario, a impartir ense?anzas de asignaturas y materias distintas de la propia de la que son titulares. Se exigen clases con no menos de cuarenta alumnos, y as¨ª se imparten las ense?anzas de idiomas modernos, con los naturales resultados. Por lo que respecta a, la instalaci¨®n y dotaci¨®n de material de los centros, la situaci¨®n merece en muchos casos el calificativo de ?esperp¨¦ntica?. Se crean institutos de bachillerato en el Bolet¨ªn Oficial del Estado y se instalan provisionalmente en condiciones materiales tales que no se tolerar¨ªan a ning¨²n centro privado. Estos institutos suelen comenzar su funcionamiento en colegios nacionales de EGB, generalmente s¨®lo en jornada de tarde, sin bibliotecas, ni laboratorios, ni nada. El nuevo edificio tarda a?os en construirse.
Por haberlo vivido personalmente, voy a referir una situaci¨®n que parece incre¨ªble, pero es rigurosamente cierta. En el pasado mes de octubre de 1979 comenz¨® a funcionar el instituto B? de San Juan Bautista, construido en terrenos de la Fundaci¨®n Marquesa de Amboage y situado en una moderna y alegre zona de Madrid, entre la avenida de la Paz y Arturo Soria. El edificio termin¨® de construirse hacia marzo de 1979 y la Administraci¨®n lo recibi¨® en junio del mismo a?o. El d¨ªa 2 de octubre de 1979 nos incorporamos los profesores al centro. El edificio estaba sin limpiar y no hab¨ªa m¨¢s mobiliario que algunos pupitres y sillas para alumnos. El primer claustro tuvimos que celebrarlo en un bar pr¨®ximo, ante la carencia de mobiliario y la imposibilidad de limpiar el centro porque ?NO HABIA AGUA!
Comenzamos las clases a finales de octubre, gracias a la eficaz ayuda de la asociaci¨®n de vecinos del barrio, que nos proporcion¨® agua de un modo un tanto pintoresco y poco ortodoxo: enchufando una goma a una boca de riego del Parque de San Juan Bautista. Fueron in¨²tiles las gestiones y presiones ante la Delegaci¨®n Provincial de Educaci¨®n. S¨®lo ante la amenaza de cierre del centro y manifestaci¨®n de vecinos en la M-30 llegaron los encerados, algunos mapas y muy escaso material de laboratorio con algunos muebles para secretar¨ªa, ya que hasta entonces los expedientes de los alumnos estaban amontonados en el suelo y no hab¨ªa ni m¨¢quinas de escribir. Hemos terminado el curso sin biblioteca, sin libros, sin mobiliario de laboratorio (por lo que las pr¨¢cticas no pueden realizarse), sin mobiliario para la sala de profesores ni el sal¨®n de actos, etc¨¦tera. Y SIN AGUA. Porque el centro sigue sin tener acometida del Canal de Isabel II. La sequ¨ªa administrativa no es figurada, sino real. De nada han servido visitas, gestiones y notas. Estamos hartos los profesores, los vecinos y los alumnos Hemos acordado no abrir el centro en octubre si todo esto no se soluciona. Puede seguirse hablando de ?calidad de la ense?anza?. Nosotros sabemos a qu¨¦ atenernos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Ministerio de Educaci¨®n
- Opini¨®n
- UCD
- I Legislatura Espa?a
- Educaci¨®n secundaria
- Educaci¨®n primaria
- Gobierno de Espa?a
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ense?anza general
- Ministerios
- Centros educativos
- Gobierno
- Sistema educativo
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Educaci¨®n
- Legislaci¨®n
- Justicia