Regres¨® a Madrid la primera expedici¨®n espa?ola a los Juegos Ol¨ªmpicos
El pabell¨®n espa?ol de la villa ol¨ªmpica se qued¨® medio vac¨ªo. Todos los componentes de las competiciones por equipos regresaron ayer a Madrid, y con ellos, parte de los competidores individuales. En la ceremonia de clausura apenas quedar¨¢ representaci¨®n. La competici¨®n por equipos fue la m¨¢s importante que jam¨¢s se conoci¨®, y fue precisamente en estas disciplinas en donde las clasificaciones reales, es decir, contando con las ausencias, menos modificaciones sustanciales pueden hacerse.
La m¨¢s devaluada de las clasificaciones fue precisamente en hockey sobre hierba, en la que se ha obtenido medalla de plata. Realmente, el torneo fue pr¨¢cticamente de segunda divisi¨®n. Pero los jugadores espa?oles supieron interpretar su papel. El lugar te¨®rico que les correspond¨ªa era el segundo, y lo merecieron.Hay que pellizcarse para creer en el resultado del balonmano. Un tropiezo inesperado les coloc¨® en una situaci¨®n poco brillante, pero a ¨²ltima hora supieron remontar el vuelo y alcanzaron una quinta plaza, cuyo valor real, por la ausencia de la Rep¨²blica Federal de Alemania, es el sexto. Un valor supuesto, porque la realidad es que la competici¨®n suele variar de cuando en cuando aquello que se da por sobreentendido. Me equivoqu¨¦ al juzgar al balonmano por el retroceso sufrido cuando parec¨ªa destinado a mejor causa. Me alegro de que al final obtuviera un puesto tan meritorio.. El balonmano espa?ol alcanz¨® ya una cotizaci¨®n de moneda fuerte.
Al baloncesto lo m¨¢s que se le pod¨ªa pedir en un torneo normalizado era el sexto lugar. El cuarto es, en definitiva, esa sexta plaza te¨®rica. Por delante hubiera estado el supercampe¨®n ol¨ªmpico, Estados Unidos, y probablemente Puerto Rico, aunque la clasificaci¨®n de esta selecci¨®n habr¨ªa dependido, como la espa?ola, de las m¨²ltiples combinaciones posibles que pueden producirse, por razones del sistema de competici¨®n establecido.
Espa?a tuvo que recurrir, como siempre, a un torneo preol¨ªmpico para obtener el pasaporte para Mosc¨². En Ginebra y Lausana lo logr¨®. El haber alcanzado el partido valedero para el bronce fue un gran ¨¦xito. A Espa?a le falt¨® el concurso de un hombre, Rafael Rull¨¢n, que hubiera podido resultar definitivo. Con el pivot madridista en la cancha estoy por asegurar que se hubiera batido a Italia, e incluso a Yugoslavia, a pesar de la indudable categor¨ªa de esta selecci¨®n. Estos dos encuentros perdidos, con Rull¨¢n, como m¨ªnimo, hubiesen tenido otras caracter¨ªsticas. Quiz¨¢ el torneo no ha tenido la calidad, esperada, y ello nos favoreci¨®; pero, con todo, el baloncesto espa?ol supo perder complejos en una competici¨®n de este calibre. Solamente ante la URSS se arroj¨® la toalla. La URSS, en definitiva, fue la gran decepci¨®n del torneo. Su fracaso fue evidente. Gracias al veterano Serguei Belov pudo subir al podio. La URSS cifra demasiado su juego en la altura de sus pivots. Ha perdido imaginaci¨®n en el juego, y ante equipos que saben lanzar a media distancia se ve confundida.
El waterpolo fue una de las sorpresas m¨¢s agradables. Los waterpolistas estuvieron muy por encima de lo que se les pod¨ªa exigir. La cuarta plaza obtenida hay que considerarla uno de los mayores ¨¦xitos. El triunfo del, inicio, sobre Italia, m¨¢s que inesperado, les catapult¨® hacia una clasificaci¨®n que merece todos los pl¨¢cemes.
Los equipos, salvo el f¨²tbol, estuvieron a gran altura. El fracaso de los futbolistas ha empa?ado una actuaci¨®n tan meritoria que ser¨¢ dif¨ªcil obtener en otra ocasi¨®n. De cualquier manera, el progreso del deporte espa?ol fue evidente. Con las salvedades precisas en cada competici¨®n y ech¨¢ndole agua al vino de Mosc¨², puede hablarse de una participaci¨®n brillante. Y, lo que es m¨¢s importante, por vez primera asomaron al campo ol¨ªmpico deportistas con futuro esperanzador. Aqu¨ª no vinieron, en general, hombres quemados y en funci¨®n de homenaje y despedida. Varios de nuestros atletas, si perseveran, si no se conforman con lo alcanzado, estar¨¢n en condiciones de luchar por lugares de preferencia dentro de cuatro a?os. Y conste que en estas palabras no hay el menor atisbo de triunfalismo. Al deporte espa?ol le cost¨® a?os iniciar la escalada. Al fin comenz¨® a subir las primeras rampas. En algunas disciplinas seguimos a a?os luz de la elite mundial, pero en algunas hemos comenzado a pisar los talones de los grandes.
Pero esta actuaci¨®n, que debe ser valorada en sus justos t¨¦rminos, no debe servir de excusa para el mantenimiento de ciertas estructuras. El deporte espa?ol necesita nuevos impulsos y reestructuraciones b¨¢sicas. El dinero que se invierte debe ser controlado minuciosamente. La gran labor del futuro no est¨¢ en el impulso de la elite, sino en el momento diario del deporte fundamental. Las escuelas, los institutos, las universidades, los entes auton¨®micos y los ayuntamientos tienen ?un reto al que responder.
El panorama medall¨ªstico para los espa?oles sigue siendo esperanzador. En pirag¨¹ismo, Herminio Men¨¦ndez y Del Riego, en K-2, clasificados los primeros en su serie para las semifinales, deber¨¢n optar, en la prueba de 500 metros a uno de los tres primeros lugares. Herminio Men¨¦ndez y Mision¨¦, en el K-2, mil metros, tambi¨¦n ganadores de serie y clasificados para las semifinales, est¨¢n en condiciones de aspirar al podio. Men¨¦ndez y Mision¨¦ son los ¨²nicos supervivientes del K-4, que fue medalla de plata en Montreal. El cuarteto perdido hubiera aspirado tambi¨¦n aqu¨ª a premio importante. Las posibles medallas de los espa?oles tambi¨¦n ser¨ªan aut¨¦nticas.
Pero todo no puede ser de color rosado. En atletismo se produjo ayer un hecho inesperado. Lesionado Cruz, del equipo de relevos 4 x 400, el responsable del equipo de atletismo, Carlos Gil, design¨® a P¨¢ez para que cubriera esta forzada ausencia. P¨¢ez desoy¨® ¨®rdenes y emprendi¨® regreso a Madrid. El disgusto de los componentes del equipo atl¨¦tico fue evidente. Carlos Gil tuvo que contar para esta posta perdida con Jos¨¦ Casabona, que acept¨® cubrir esa emergencia. Siempre he defendido a los atletas en sus pleitos con la federaci¨®n. El caso P¨¢ez, en esta ocasi¨®n, es diferente.
P¨¢ez tuvo unas palabras con Carlos Gil, seleccionador nacional de atletismo. Uno de los atletas espa?oles, al comentar este asunto, asegur¨® que ?los problemas surgieron con la ausencia de Prado, que era un hombre que ten¨ªa que haber venido obligatoriamente para correr el relevo?. Este mismo atleta indic¨® que ?no entiendo la postura de Antonio P¨¢ez al no haber querido correr el relevo; pero, desde luego, no ha sido postura de buen compa?ero. Deb¨ªa aprender algo de Jos¨¦ Casabona. Un vallista, Jos¨¦ Casabona, ser¨¢ el sustituto de Cruz y de P¨¢ez en el equipo espa?ol de relevos 4 x 400.
Problemas aduaneros para un balonmanista espa?ol
Cuatro kilos de caviar le interceptaron ayer los aduaneros sovi¨¦ticos a un jugador espa?ol de balonmano en el aeropuerto moscovita de Sheretmeievo. El jugador form¨® parte del grupo de 168 deportistas y dirigentes espa?oles que salieron ayer de Mosc¨² hacia Madrid.
El caviar iba dentro de la maleta del jugador y fue detectado por la m¨¢quina de rayos X. Asimismo, a otros deportistas que portaban jam¨®n en envases met¨¢licos, tra¨ªdo desde Espa?a, les hicieron abrir sus maletas, en la creencia de que lo que conten¨ªan era caviar.
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