La medalla espa?ola de pirag¨¹ismo tampoco estuvo devaluada
Diez finales de atletismo pusieron ayer el ?broche de plata? al ?deporte rey? de los Juegos. No pudo ser de oro, aunque el nivel fue indudablemente magn¨ªfico -dos r¨¦cords mundiales m¨¢s superados- a causa de las ausencias. El boicoteo, que ha mezclado la pol¨ªtica con el deporte, cuando en tantas ocasiones anteriores -y contrarias al sentido actual- habr¨ªa tenido para hacerlo ha impedido contemplar la mejor cita ol¨ªmpica de la historia. El futuro, salvo que la lamentable impresi¨®n causada por unos Juegos evidentemente devaluados, sirva de ?revancha positiva? para el deporte, no parece muy halag¨¹e?o. En cualquier caso, el ¨¦xito espa?ol de ayer en pirag¨¹ismo -que incluso puede ser mejorado hoy- s¨ª volvi¨® a ser de plata de ley.Diecinueve t¨ªtulos se dilucidaron en la pen¨²ltima jornada de competiciones y pr¨¢cticamente se repartieron entre el atletismo, diez, y el pirag¨¹ismo, seis. En voleibol femenino, h¨ªpica -doma individual- y yudo, fueron los restantes. Result¨® curioso que mientras en el atletismo las bajas volvieron a ser sensibles -salvo en disco femenino-, en pirag¨¹ismo, lo que valor¨® al m¨¢ximo el segundo puesto de Herminio Men¨¦ndez y Guillermo del Riego, en K-2, 500 metros, ?estuvieron todos los que son?.
S¨®lo hoy, en 1.000 metros, faltar¨¢n los nortiegos Rasmussen y Soyland, campeones mundiales en Duisburgo-79, y ello habr¨¢ que tenerlo en cuenta, hagan lo que hagan el propio Herminio y Mision¨¦. Devaluar¨¢, de todas formas, m¨ªnimamente otro posible triunfo, pues el pirag¨¹ismo espa?ol est¨¢ entre la ¨¦lite Ya desde hace a?os. Herrero, el ?cerebro? asturiano de los ¨¦xitos en este deporte (empezando por ?transplantar? a aguas tranquilas los muchos valores que s¨®lo participaban en descensos de r¨ªos) incluso ha acertado en la desaparici¨®n del K-4. Al haber problemas de lesiones y otros compromisos de los antiguos integrantes -aparte de Men¨¦ndez y Mision¨¦ estaban Celorrio y D¨ªaz Flor-, prefiri¨® abandonarel barco e impulsar los K-2. La mecanizaci¨®n de movimientos es mucho m¨¢s f¨¢cil de conseguir en dos palistas que en cuatro, y Herrero sab¨ªa que, si la preparaci¨®n no es ?milim¨¦trica?, para una medalla -a lo que se deb¨ªa aspirar ya siempre- hubiese sido el peor de los fracasos.
Aparte del pirag¨¹ismo, ninguno de los restantes deportes que se decidieron ayer fueron ?aut¨¦nticos?. En yudo, por ejemplo, aunque volvi¨® a ganar en los sesenta kilos el franc¨¦s Rey, ya campe¨®n mundial en Par¨ªs-79, faltaron sus m¨¢s peligrosos rivales: el coreano del sur Jong, subcampe¨®n, y los dos medallas de bronce: el italiano Mariani -al ser militar, vetado por su pa¨ªs- y el japon¨¦s Moriwaki. En voleibol masculino dif¨ªcilmente Jap¨®n, cuarto ya en Montreal-76 y fracasado en el ¨²ltimo mundial de Italia, hubiese ganado, pero es un equipo tradicional que debiera haber estado en lugar de ?rellenos? tan rid¨ªculos como Libia. Pero m¨¢s grave a¨²n fue que faltara China, gran revelaci¨®n, vencedora ya en el ¨²ltimo torneo asi¨¢tico ante japoneses y coreanos del sur -cuartos mundiales, ¨¦stos, tambi¨¦n ausentes-. En h¨ªpica, por ¨²ltimo, la austr¨ªaca Elizabeth Therer fue a Mosc¨² de forma ?esquirolesca?, en contra de todos sus compatriotas h¨ªpicos, que hab¨ªan apoyado el boicoteo general de los pa¨ªses europeos, y gan¨® ante todos los jinetes ?socialistas?. Ya hab¨ªa sido campeona europea en 1979, en Aarhus, y era l¨®gico su triunfo. Pero debi¨® haber defendido su supremac¨ªa, por ejemplo, ante Christine Stuckelberger (Suiza), segunda entonces y campeona ol¨ªmpica en Montreal, y Harry Boldt .(RFA), tercero, ausentes ahora.
Cuatro de las diez finales de atletismo disputadas ayer fueron de relevos. Mientras en el lado femenino la influencia de las bajas -como en todos los Juegos- hubiese sido inferior al masculino, en ¨¦ste habr¨ªa hecho cambiar de manos los t¨ªtulos con toda seguridad. En 4 x 100 metros, Estados Unidos habr¨ªa aspirado a la medalla de plata de mujeres, tras la ¨ªmparable RDA, cuyo equipo va a r¨¦cord del mundo por prueba, pero en hombres s¨®lo habr¨ªa perdido por un imponderable. Tiene el r¨¦cord mundial en 38.03 desde 1977 y su r¨¦cord ol¨ªmpico de 38.19 -era campe¨®n desde 1960-Roma- en Munich, ni siquiera fue superado ayer por la URSS. Con cualquier equipo que hubiese presentado, dada la densidad de sprinters que posee, habr¨ªa sido el candidato n¨²mero uno al oro. Y todo esto sin olvidar a la RFA o a Canad¨¢, tambi¨¦n finalistas en potencia, como m¨ªnimo.
Volvi¨® a faltar Rono
En 4 x 100, la teor¨ªa ser¨ªa la misma. Incluso peor panorama femenino para los ausentes, pues en este caso tanto Estados Unidos como la RFA bastante hubiesen hecho con lograr la cuarta o quinta plazas. Pero en hombres las bajas habr¨ªan sido grav¨ªsimas. Estados Unidos, que posee el r¨¦cord mundial a¨²n desde M¨¦xico-68, en 2.56.01, podr¨ªa haber bajado perfectamente de 2.58 en Mosc¨². Ayer gan¨® la URSS en m¨¢s de tres minutos. Pero tambi¨¦n la RFA, con varios corredores -y Schmid a la cabeza- capaces de bajar de 46 segundos, o incluso Kenia -con Muti, 45.21, y Monchellah, 45.38 el a?o pasado- habr¨ªan sido otros rivales.
Coe se tom¨® la revancha sobre Ovett, al lanzar su ataque desde m¨¢s lejos que el d¨ªa de 800 metros -que parece una distancia corta para sus posibilidades-, y entre ambos se interpuso el alem¨¢n oriental Straub. Eran los tres mejores, pero otro atleta de final terrible, el alem¨¢n occidental Weaainghage, 3.34.9, hubiera ensalzado la prueba. Incluso su compatriota Wulbeck -3.36.1 - y mucho m¨¢s el mejor norteamericano actualmente, Steve Scott, 3.34.6 en 1979 y con un gran nivel en 1980. En 5.000 metros, Yifter hizo el doble (en sus ¨²ltimos Juegos, casi con seguridad) y se uni¨® as¨ª a los ?legendarios? de la prueba. Su final posiblemente hubiese hecho los mismos estragos, pero nadie habr¨ªa dudado de su ¨¦xito ?total? en caso de estar Rono, el keniata, triple r¨¦cordman mundial en 5.000, 10.000 y 3.000 metros obst¨¢culos, al que las circunstancias ajenas al deporte no le dejan participar en las citas ol¨ªmpicas. Ten¨ªa 13.8.4 Wessinghage, tambi¨¦n en esta prueba, 13.19.8. El portugu¨¦s Mamede, otro ausente, 13.20.0 Yifter ten¨ªa este a?o 13.16.4 Nyambui, 13.21.3.
La altura, para no variar, aunque tuvo un estir¨®n m¨¢s en el r¨¦cord mundial -esta prueba, como la p¨¦rtiga, parecen en una carrera desenfrenada hacia alturas incre¨ªbles- ech¨® en falta a grandes figuras. Wessing, cocinero de profesi¨®n, el nuevo rec¨®rdman mundial de la RDA -otro saltador de estilo ?fossbury?- fue seleccionado en el ¨²ltimo momento para los Juegos, al saltar 2,30 en la segunda jornada de los campeonatos de su pa¨ªs. Era la cuarta mejor marca mundial de la temporada -aunque inferior al r¨¦cord nacional de Rolf Beilschmidt, que a¨²n manten¨ªa 2,31 con estilo rodillo ventral- y ha dado ahora un titulo ol¨ªmpico y un r¨¦cord mundial a su pa¨ªs realmente inesperado. Mide 1,96 y pesa 84 kilos. Es de los ¨²ltimos ?ejemplares inmensos? del salto de altura, precisamente como el alem¨¢n occidental Moegenburg, gran ausente ayer y que ten¨ªa el r¨¦cord mundial anterior junto al polaco Wszola en 2,35. Moegenburg era considerado por los t¨¦cnicos como el saltador -alt¨ªsimo y muy delgado- de m¨¢s porvenir.
En la final tambi¨¦n faltaron otros atletas de gran nivel: Woodard, el mejor norteamericano, con 2,32 este a?o -dif¨ªcilmente, el peque?o Jacobs, 2,28 en 1979 solamente, o incluso Frazier, 2,29 este a?o-, y otros alemanes occidentales: Traenhardt, 2,31 este a?o, o Nagel y Schneider -s¨®lo uno de los dos-, 2,30 en 1979. Demasiadas ausencias, como se ve, para incordiar a las medallas. En cualquier caso, Freimuth (RDA), el bronce, mejor¨® su marca, como Wessing -cuatro cent¨ªmetros contra seis-, pues ten¨ªa acreditados solamente 2,27.
En la marat¨®n volvi¨® a ganar Cierpinski (RDA), como en Montreal, pero este a?o Bill Rodgers, (EE UU) considerado el mejor maratoniano del mundo -2.9.27.0 en 1979- tendr¨ªa que haber confirmado al fin sus triunfos en Boston, Nueva York y otros ?42,195 kil¨®metros cl¨¢sicos?. Cierpinski ten¨ªa acreditados en 1980 2.11,7.0; Nijboer (Holanda), plata ayer, la mejor marca este a?o, 2.9.1.0, y Dzumanazaurov 2.11.16.0.
En las dos restantes pruebas femeninas, s¨®lo Mary Decker (EE UU), 4.0.2 en 1.500, habr¨ªa podido intentar alguna medalla, pero no inquietar a la campeona Kazankina. En disco, cosa rara, nadie importante falt¨®. Tristemente esa fue la excepci¨®n en atletismo, como en tantos deportes de los Juegos.
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