Televisi¨®n en Mosc¨²

Est¨¢ claro que durante todo el per¨ªodo de la transici¨®n, Televisi¨®n Espa?ola no ha sido otra cosa que un ?instrumento del Gobierno?,y, adem¨¢s, una caja idiota. Pero ahora, la ?idiotez? de la ?caja? y de sus ?mandos? est¨¢ alcanzando unas cotas realmente insospechadas o, m¨¢s bien, unas cotas verdaderamente ol¨ªmpicas. Vamos, muy, muy dif¨ªciles de superar.Todo parece indicar que, hurtando a los televidentes los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨², el se?or Arias-Salgado, hijo, est¨¢ aplicando la versi¨®n ochenta y ucedista del ?palo a Rusia? que el se?or Arias-Salgado, padre, aplic¨® durante su ?fruct¨ªfera? y nunca olvidada estancia al frente del Ministerio de Inquisici¨®n-informaci¨®n del ?General¨ªsimo?. Nada extra?o si se recuerda el dicho famoso ?de tal palo, tal astilla?.

Lo grave es que no se trata de un problema de patolog¨ªa inquisitorial-familiar, sino de un problema pol¨ªtico, de pol¨ªtica informativa, que se refleja en un medio de titularidad estatal, que cuenta con un flamante (?) estatuto que, desgraciadamente, no sirve para nada. (Ni para poner fin a la corrupci¨®n que no cesa, malgr¨¦ la impresionante auditor¨ªa de Hacienda y malgr¨¦ al Parlamento y la democracia.)

La postura del Gobierno respecto a los Juegos de Mosc¨² qued¨® en su d¨ªa meridianamente clara. Como la de Norteam¨¦rica, que es quien manda. Pero el problema es que Televisi¨®n Espa?ola no es del Gobierno, sino de todos los espa?oles. Y los espa?olitos tenemos derecho no s¨®lo a exigir que se elimine la corrupci¨®n y a los corruptos, y a que no se nos meta por los ojos tanto producto pornocultural como Televisi¨®n nos proporciona, sino tambi¨¦n a pedir que la caja idiota deje de ser tan ?idiota? y tan poco informativa como lo est¨¢ siendo con la Olimpiada. O, cuando menos, que sea tan informativa como lo fue en anteriores juegos ol¨ªmpicos, o con ocasi¨®n de los mundiales de f¨²tbol celebrados en Argentina en 1978. Porque, al igual que si Televisi¨®n Espa?ola inforrriara debidamente de los Juegos de Mosc¨², no equivaldr¨ªa a estar de acuerdo con la represi¨®n a los disidentes sovi¨¦ticos, en aquel entonces la emisi¨®n de los mundiales no signific¨® aprobar el que, ?mientras transcurr¨ªa cada partido, cuatro personas estaban siendo asesinadas, encarceladas o secuestradas? en el pa¨ªs torturado por Videla. O es que el se?or Arias-Salgado, hijo, y su Gobierno piensan y pensaron en 1978, con los mundiales, de esta forma?/ y cincuenta firmas m¨¢s.