Abstenci¨®n
En relaci¨®n con el art¨ªculo del d¨ªa 31 de julio de 1980 bajo el t¨ªtulo de ?La enfermedad del desencanto?, firmado por don Ricardo Lezcano, quisiera realizar unas observaciones.Resulta triste y penoso seguir leyendo explicaciones acerca del fen¨®meno real del absentismo en las urnas como las que se vierten en el citado art¨ªculo. Para el se?or Lezcano, el hecho de que los ciudadanos, ?violando? sus derechos y deberes c¨ªvicos, no participen en las diferentes consultas electorales, tiene una sencilla y f¨¢cil explicaci¨®n: se trata simplemente de ?una compleja amalgama de pasotas, gandules, reaccionarios y profesionales del no?. Evidentemente, tras realizar este estudio casi ?fotogr¨¢fico? de los sujetos activos de la abstenci¨®n electoral, el fen¨®meno parece perder fuerza, alejando la responsabilidad de quienes en realidad son los aut¨¦nticos culpables de la escasa participaci¨®n ciudadana. Y ello -y entre par¨¦ntesis- con independencia de la debilidad intr¨ªnseca de cualquier sistema democr¨¢tico, de los innumerables defectos que le califican y hasta, si se quiere, de su ?inmoralidad? latente, pues en las democracias se oye s¨®lo a los ?dem¨®cratas?, y ?ay de quien no lo sea o parezca no serio! Pero ello es, en todo caso, un fallo hist¨®rico inherente a todo lo humano.
La sociedad debe saber, y los medios de comunicaci¨®n m¨¢s independientes deben jugar un importante papel en este sentido, que un gran n¨²mero de espa?oles que prefirieron abstenerse en las consultas pasadas lo hicieron no por ?pasotismo? o ?ganduler¨ªa?, y menos por ?reaccionarismo ? frente al sistema. Todo lo contrario. Prefirieron jugar limpio consigo mismos y con unas instituciones (concebidas por ellos con otros moldes) que no supieron en su momento llegar al pueblo y, lo que es peor, que, con su actitud, fortalecieron y fortalecen estructuras sociales y econ¨®micas claramente injustas. La frustraci¨®n al comprobar que ?casi todo segu¨ªa igual? inmoviliz¨® muchas manos y muchas mentes. Y a¨²n hoy las retiene en ¨¢mbitos de reflexi¨®n, seriedad y coherencia.
?Cambien los hombres que tienen poder, de cualquier clase que sea, en este pa¨ªs! ?Cambien ellos los comportamientos y las instituciones, para ponerlas al servicio del pueblo, de sus inquietudes e ilusiones. Quiz¨¢ a¨²n est¨¦n a tiempo. Los porcentajes de abstenci¨®n disminuir¨ªan. Pero contemplar este hecho parece hoy impensable a la vista de lo sorprendente que ser¨ªa la ?primera transformaci¨®n?./
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.