La doble haza?a del Nacional de Montevideo

Cuando ya el f¨²tbol uruguayo parec¨ªa definitivamente perdido, casi sorpresivamente, Nacional de Montevideo acaba de proclamarse campe¨®n de la Copa Libertadores de Am¨¦rica. Esta es la haza?a que, desde el mi¨¦rcoles, 6 de agosto, en que gan¨® por 1-0 frente al Internacional de Porto Alegre, brasile?o, el f¨²tbol de Latinoam¨¦rica reconoce. La otra haza?a, menos conocida, que en Uruguay cobra una particular significaci¨®n, es la de la historia de este resurgimiento.En el mes de enero de este a?o, el Club Nacional de F¨²tbol se debat¨ªa en una grave crisis deportiva y econ¨®mica. Si bien este fen¨®meno se arrastraba y se arrastra en toda la actividad futbol¨ªstica del pa¨ªs, ha sido en los ¨²ltimos a?os cuando lleg¨® la crisis, con toda su fuerza, a las dos instituciones m¨¢s importantes, Nacional y Pe?arol. De los ¨²ltimos ocho campeonatos uruguayos, Nacional no hab¨ªa logrado conquistar ninguno, acostumbrado a obtener el 50% de los t¨ªtulos que disputaba con su adversario tradicional. El ¨²ltimo t¨ªtulo de campe¨®n de Am¨¦rica que obtuvo el f¨²tbol uruguayo fue en 1971, por el propio Nacional. La selecci¨®n uruguaya no logr¨® concurrir al ¨²ltimo Mundial de Argentina, al ser eliminada por la de Bolivia, que hist¨®ricamente ha sido el f¨²tbol de m¨¢s bajo nivel del continente.

En total bancarrota, peligrando sus bienes, con jugadores que no percib¨ªan sus haberes, se produce a principios de 1980 la crisis institucional que lleva a que los principales directivos sean expulsados de sus cargos. La batalla electoral para las elecciones de nuevas autoridades se politiza r¨¢pidamente. Se presenta a la elecci¨®n una lista encabezada por un militar, que levanta la imagen de la autoridad y la disciplina, para superar la crisis; otros candidatos civiles basan su campa?a en la necesidad de un r¨¦gimen democr¨¢tico para resolver, entre todos los integrantes de la instituci¨®n, los graves problemas heredados. El enfrentamiento del r¨¦gimen militar que gobierna el pa¨ªs con la oposici¨®n pol¨ªtica se hizo evidente, y esta ¨²ltima aprovech¨® la oportunidad de las elecciones para agitar su ideario democr¨¢tico. Una de las listas democr¨¢ticas, la encabezada por Dante Iocco, triunfa en la elecci¨®n y en los primeros d¨ªas de febrero inician la dif¨ªcil empresa de reconstrucci¨®n.

Dante Iocco comienza su labor de presidente con un club en quiebra, sin grandes estrellas y sin posibilidad alguna de adquirirlas. Es lanzada una audaz campa?a de socios y se llama a toda la parcialidad nacional¨®fila a aunar esfuerzos. Iocco contrat¨® a un veterano ex jugador de la instituci¨®n como director t¨¦cnico, Juan Mujica, y un joven profesor de Educaci¨®n F¨ªsica, como preparador, Esteban Gesto, que realizar¨ªa su primera experiencia en el trabajo con un equipo profesional. Como dijo recientemente un comentarista deportivo uruguayo, para caracterizar el traba o del equipo t¨¦cnico, una ?dupla de un emp¨ªrico, formado en los recios choques del campo de juego y en la detenida observaci¨®n de todo lo que le rodeaba y un te¨®rico -pr¨¢ctico de alt¨ªsima especializaci¨®n ?. El equipo est¨¢ integrado por jugadores uruguayos -ni un solo extranjero-, y a falta de grandes estrellas se ha combinado la experiencia de los veteranos Esp¨¢rrago y Morales con la pujanza juvenil del resto de sus compa?eros. Bajo el lema de ?hacer f¨²tbol sin pegar ni provocar incidentes?, el esquema de juego se basa en una defensa agresiva y un contraataque veloz. En seis meses de trabajo Nacional es campe¨®n continental y va primero en el campeonato uruguayo, con siete puntos m¨¢s que el equipo ubicado en segundo lugar.

En el partido de ida de la final de la Copa Libertadores contra los brasile?os, a pesar de haber finalizado 0-0, sorprendi¨® la t¨¢ctica de Nacional que desde el primer minuto dejuego se lanz¨® en busca del gol, en lugar de ir a buscar el cl¨¢sico empate como visitante. Para el partido de vuelta en Montevideo, con el Estadio Centenario colmado como no ocurr¨ªa desde hacia varios a?os, el pueblo uruguayo se reencontr¨® con las fiestas deportivas que ya estaba empezando a olvidar.

Nacional deber¨¢ disputar pr¨®ximamente la Copa Internacional de clubes, en Los Angeles, EEUU, en un solo encuentro, con el Nottingham Forest. All¨ª tal vez pueda cumplirse, aunque sea en parte, lo que repiten en voz baja los uruguayos: ?Como en el treinta y en el cincuenta, campeones, y sin cadenas en el ochenta?. De todas formas, la doble haza?a de Nacional ya es una realidad.