"Carter-Reagan, alternativa de Norteam¨¦rica"
Como era presumible, Kennedy, al no haber conseguido la ?convenci¨®n abierta ?, se ha retirado. Ahora es preciso mirar a la gran pugna electoral de noviembre. Y lo que importa ya es saber qu¨¦ posibilidades tiene el candidato republicano, cu¨¢les Carter.Siempre se ha dicho que el presidente de Estados Unidos dispone, por el solo hecho de serlo, de una clara ventaja contra su oponente si se presenta a la reelecci¨®n. No fue as¨ª en el caso del predecesor de Carter, Ford. Y el mismo presidente actual es motivo de muy fundadas dudas a este respecto. Tiene en contra, precisamente, la trayectoria de su mandato presidencial, que tanto en la pol¨ªtica interior como en la gesti¨®n de los asuntos internacionales se est¨¢ cerrando con un balance poco alentador. La Administraci¨®n dem¨®crata no ha conseguido ni siquiera mitigar el alarmante aumento de la inflaci¨®n y el paro. Las grandes inc¨®gnitas de la crisis econ¨®mica siguen en pie con el agravante de que el impulso hacia el exterior que caracterizaba al dinero y a la producci¨®n norteamericanos se ve mediatizado.
( ... ) Tal vez le cuesten m¨¢s votos a Carter los argumentos que se pueden esgrimir contra su pol¨ªtica exterior. ( ... )
Carter ha dado con demasiada frecuencia la impresi¨®n de actuar a remolque de los acontecimientos, con reacciones precipitadas que, de momento, satisfac¨ªan a una opini¨®n movida por resortes emocionales, pero que a la larga la defraudaban por su inoperancia. En este sentido, Afganist¨¢n y, sobre todo, la cuesti¨®n de los rehenes retenidos en Ir¨¢n han sido decisivos. El espect¨¢culo de los atletas de los pa¨ªses aliados acudiendo a la Olimpiada de Mosc¨², mientras los dirigentes del Kremlin no se tomaban ni siquiera la molestia de disimular la continuaci¨®n intensiva de la acci¨®n b¨¦lica contra los nacionalistas isl¨¢rnicos de Afganist¨¢n, el fracaso de todos los intentos para liberar a los rehenes cuya penosa existencia ha quedado olvidada, son malas recomendaciones para la reelecci¨®n de Carter.
?Reagan, entonces? Si se trata de la inflaci¨®n y el paro, ¨¦l dice tener la f¨®rmula para detenerlos. Es un argumento simple. ( ... )
Reagan propone una pol¨ªtica de firmeza frente a la URSS, pero su planteamiento es esquem¨¢tico y excesivamente simplificador. Carter ha sido frecuentemente atrapado en la complejidad del mundo actual con el resultado de una actuaci¨®n d¨¦bil y desorientada. Pero justamente esta complejidad no parece que sea apropiada tratarla con las ideas simplificadoras del candidato republicano.
A partir de esta consideraci¨®n se hace conveniente mirar a la otra cara de la pol¨ªtica del actual presidente, el cual, por lo menos, ha evitado que cualquiera de los espinosos asuntos planteados tuvieran una derivaci¨®n explosiva. Entonces, a la debilidad cabe darle el nombre de prudencia y a la desorientaci¨®n calificarla de flexible adaptaci¨®n a las circunstancias. ?Lo ver¨¢ as¨ª el electorado norteamericano?
( ... ) Despu¨¦s de las elecciones, con cuatro a?os por delante, es posible un Carter m¨¢s firme y un Reagan m¨¢s templado. En todo caso, es muy probable que-una gran parte de los electores norteamericanos depositen su voto con pocas ilusiones. Y tambi¨¦n que, a¨²n m¨¢s que otras veces, simplemente dejen de hacerlo.
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