Etapa final del proceso de desmaoizaci¨®n en China
Desde la ca¨ªda de la ?banda de los cuatro?, los amigos de Deng Xiaoping, y ¨¦l personalmente, tras su rehabilitaci¨®n en 1977, se dedicaron a desmontar el aparato de poder maoista: primero, su pol¨ªtica; luego, sus supervivientes y, finalmente, la propia leyenda de Mao Zedong. En todo este contexto, el papel de l¨ªder, al menos oficialmente, recay¨® en Hua Guofeng, legitimado por una sola frase del propio Mao en 1976 (?si t¨² est¨¢s al frente de los asuntos, estoy tranquilo?).
La contestaci¨®n al primer ministro chino no pod¨ªa retrasarse indefinidamente, tanto porque su cargo actual proviene del inter¨¦s y voluntad del ahora criticado Mao, como por su pasado como ministro del Interior, evidente puesto para el control social, ejercido mientras el ala radical del PC chino domin¨® las tareas de propaganda y adoctrinamiento ideol¨®gico en el pa¨ªs dirigidas por Yaowenyuang y Chang Zhunggiao (ahora en prisi¨®n).Como resulta l¨®gico, Deng Xiaoping no puede llevar a cabo tal pol¨ªtica sin tener el apoyo de la mayor¨ªa en las m¨¢s altas instancias, del partido, es decir, comit¨¦ central y bur¨® pol¨ªtico, y un respaldo, suficientemente fuerte, entre los altos mandos del Ej¨¦rcito. Pero, tambi¨¦n, ofrecer su soluci¨®n de recambio econ¨®mico con la promoci¨®n de nuevos hombres, naturalmente de su entera confianza y m¨¢s capacitados en las labores tecnocr¨¢ticas que en la agitaci¨®n pol¨ªtica.
Los dos ¨²ltimos plenos del XI Comit¨¦ Central del partido, celebrados, respectivamente, en septiembre de 1979 y febrero del presente a?o, tuvieron para Deng el valor de unos ?minicongresos? del PC, en los cuales fueron promocionados los hombres del futuro, ratificada la nueva pol¨ªtica econ¨®mica y establecidos los pasos para la desmaoizaci¨®n, que debe terminar en el XII Congreso del PC chino, el pr¨®ximo mes de noviembre, con un informe sobre ?los errores? de Mao, en una situaci¨®n similar a la que propici¨® Jruschov en la URSS, en 1956 contra Stalin. El hecho de que Deng cuenta con la suficiente fuerza y apoyo lo demuestra el hecho de que este XII Congreso se ha adelantado en dos a?os a la fecha en que deb¨ªa celebrarse.
A estas victorias no le faltaron obst¨¢culos, que ser¨¢n definitivamente salvados en la tercera sesi¨®n de la V Asamblea Popular (Parlamento), en una reuni¨®n que debe empezar la pr¨®xima semana.
Las dificultades para Deng estuvieron tanto en el propio aparato del partido, representadas por los hombres que de una u otra manera segu¨ªan vinculados a Mao, y la democratizaci¨®n exigida por amplios sectores de la sociedad china.Aquellos personajes fueron depurados en febrero de este a?o. Wang Dongxing, jefe de la Unidad 8.341 (ex guardia pretoriana de Mao); Ji Dengkui, director de la comuna de Dazhai, modelo de colectivizaci¨®n mao¨ªsta; Wu De, ex alcalde de Pek¨ªn y ca¨ªdo en desgracia real un a?o antes, y el antiguo comandante de la capital Chen Xilian.
En cuanto a la corriente democr¨¢tica popular, Deng, que la utiliz¨®, y, con toda probabilidad, dirigi¨® a principios del a?o pasa do, fue incapaz de contenerla y se ?apresur¨® a manifestar que s¨ª a las reformas, pero dentro de la dictadura del proletariado?, sabiendo el peligro que pod¨ªa correr todo el sistema pol¨ªtico, en ning¨²n momento cuestionado. Su reacci¨®n no tuvo nada de liberal: quince a?os de c¨¢rcel para el principal disidente, Wei Jingshen, y supresi¨®n oficial (art¨ªculo 45 de la Constituci¨®n) de los dazibaos (murales).
La soledad de Hua
Para hacer frente a esta operaci¨®n de desmaoizaci¨®n y cambio de dirigentes, Hua Guofeng est¨¢ pr¨¢cticamente solo.
Los asuntos de gobierno recaen en manos de Deng Xiaoping, o su m¨¢s directo colaborador, Li Xiannian, encargados no s¨®lo en la planificaci¨®n global de la econom¨ªa, sino en los recambios de los cuadros intermedios. Las cuestiones internas recaen en Peng Zheng, ex colaborador ¨ªntimo de Zhou Enlai y amigo de Deng, mientras la organizaci¨®n del partido iba a manos de Hua Yaobang, desde la oficina de propaganda, hasta enero del presente a?o, que se reconoc¨ªa oficialmente su cargo al nombrarle secretario general del PC chino, reinstaurando un cargo desempe?ado por Deng y abolido por Mao durante la Revoluci¨®n Cultural.
La situaci¨®n de Hua con los militares es similar. Con excepci¨®n del anciano mariscal Ye Jianying, 81 a?os y presidente de la Asamblea Popular, no cuenta con el apoyo de ning¨²n comandante de las regiones militares chinas. No en vano Deng presidi¨® el Alto Estado Mayor hasta que cedi¨® el puesto al general Yana Dezhi, el a?o pasado. Finalmente, en febrero de 1980, irrumpe con toda fuerza en la escena pol¨ªtica china Zhao Ziyang, llamado a sustituir a Hua Guofeng al frente del Gobierno chino, encargado de llevar a la pr¨¢ctica la constataci¨®n t¨¦cnica del principio ?lo extranjero debe servir a lo nacional?, que a pesar de atribuirse a Mao, fue desarrollada por Zhou Enlai bajo los cuatro principios de utilizar, criticar, modificar y crear la tecnolog¨ªaque se sirve de fuera.
Se atribuy¨® a Deng Xiaoping, el verano pasado, uno de los comentarios m¨¢s duros sobre el per¨ªodo de poder de Mao: ?Antes de la liberaci¨®n, en 1949, hubo grandes m¨¦ritos?, dijo; ?despu¨¦s de la liberaci¨®n, errores, y despu¨¦s de la Revoluci¨®n Cultural hubo cr¨ªmenes?.
Fueron los intelectuales quienes comenzaron la campa?a contra Mao a finales de 1978, respaldados por la Prensa dirigida, que exhumaba paulatinamente algunas autocr¨ªticas, del que fuera Gran Timonel, con el punto culminante de la rehabilitaci¨®n p¨®stuma de Liu Shaoqi, ex presidente y prototipo del enemigo pol¨ªtico del antiguo l¨ªder chino. La actual campa?a contra el culto a la personalidad es una aceleraci¨®n de la condena a Mao, cuyos errores pueden ser acusaciones criminales en un futuro no lejano. Sobre esto, ciertos rumores apuntan a una posible acusaci¨®n contra Mao por la muerte, en curcunstancias misteriosas, de Chu De, tercer personaje del r¨¦gimen, en el verano de 1976.
Hua Yaobang: el ¨ªntimo amigo de Deng
Una de las acusaciones formulada contra Hua Yaobang en la d¨¦cada de los sesenta, en pleno marasmo revolucionario cultural, era la de formar un club ?privado?, con Deng Xiaoping, para el juego del bridge.Dude siempre, la suerte pol¨ªtica de Hua estuvo ligada a la del peque?o hombre fuerte de China incluida su desgracia.
De 63 a?os, Hua Yaobang, el nuevo poderoso Hua chino, es originario de la provincia de Hunan, y su primera actividad importante conocida data del a?o 1933, cuando organiza la Liga de la Juventud Comunista.
En el transcurso de la guerra chino-japonesa nace la amistad imperecedera de Hua con Deng, cuando el primero es nombrado comisario pol¨ªtico del VIII Ej¨¦rcito popular, a cuyo mando se encuentra el segundo.
Con Deng Xiaoping instalado en el secretariado del PC chino, tras la victoria de 1949, Hua Yaobang es llamado a Pek¨ªn, abandonando su puesto de encargado del partido en la regi¨®n de Sichuan, para hacerse cargo de la Liga de la Juventud.
La fidelidad entre los dos hombres es ya patente, y Hua actuar¨¢ disciplinadamente a las ¨®rdenes del entonces secretario general del partido (Deng) en los diversos cargos que se le encomiendan, al frente de sindicatos.
Su influencia en la juventud china, como dirigente, y su pertenencia al ?grupo de Deng Xiaoping 3, Liu Shaoqi? hacen de ¨¦l una de las v¨ªctimas favoritas de la revoluci¨®n cultural.
Cuatro a?os de exilio no le desviar¨ªan de sus criterios y su fidelidad a Deng. En 1970, consolidada la l¨ªnea pol¨ªtica de Zhou Enlai, es rehabilitado, junto a su jefe, y entre ambos ponen a punto un programa de modernizaci¨®n, que ser¨ªa calificado por la ?banda de los cuatro? como ?las hierbas venenosas de China?. Era el a?o 1976, y su segunda depuraci¨®n. Deng tambi¨¦n hab¨ªa ca¨ªdo semanas antes.
Pero esta segunda purga fue breve, apenas un a?o. Su reingreso en el poder es directamente a la cima: n¨²mero 5 en la jerarqu¨ªa del PC chino.
A comienzos de 1980, cuando est¨¢ en marcha la depuraci¨®n de los ¨²ltimos amigos de Mao, como Wang Donxing, Hua Yaobang adquiere el rango de secretario general del partido, confirmado oficialmente en febrero de ese a?o.
Zhao Ziyang: un t¨¦cnico innovador
El 29 de febrero de 1980, entre los nombramientos del Comit¨¦ Central del PC chino, figuraba un nuevo vice primer ministro: Zhao Ziyang. Los primeros comentarios acerca de ¨¦l le definieron como un ?innovador? de la pr¨¢ctica econ¨®mica en China. De sesenta a?os de edad, su biograf¨ªa oficial no hace menci¨®n a sus or¨ªgenes, lo que hace suponer que su familia ten¨ªa al menos una holgada situaci¨®n econ¨®mica, en la provincia de Henan.
A los catorce a?os ingresa en la Liga de los Comunistas, donde ya ocupaba cargos importantes Hua Yaobang.
Contrariamente a otros prohombres del partido, que obtuvieron relevantes cargos pol¨ªticos en el transcurso de la guerra chino-japonesa, y posteriormente contra las tropas del Guomindang nacionalista, Zhao Ziyang accede a diversos puestos de responsabilidad econ¨®mica menor.
En 1951 recibi¨® el encargo de llevar a cabo la reforma agraria en la provincia de Guangdong, donde pocos a?os despu¨¦s acceder¨ªa al cargo pol¨ªtico de primer secretario del partido.
En el debate planteado a finales de los cincuenta entre los partidarios de las tesis m¨¢s revolucionarias y aqu¨¦llos afines a un desarrollo gradual y planificado, el puesto de Zhao est¨¢ entre los segundos, lo que a?os despu¨¦s se llamar¨ªa ?la clase tecnocr¨¢tica?.
Consecuentemente, la Revoluci¨®n Cultural depur¨® sin miramientos a Zhao, que reaparecer¨ªa t¨ªmidamente tras la muerte de Lin Biao (1971) en cargos de responsabilidad menor en Mongolia.
Con la victoria, a medias, de Zhou Enlai en 1973 y el reconocimiento de sus teor¨ªas econ¨®micas, contestadas, inmediatamente por la ?banda de los cuatro?, Zhao Ziyang vuelve a ocupar un cargo importante en la provincia de Guangdong, donde Deng Xiaoping, tambi¨¦n rehabilitado por entonces, tiene la mayor¨ªa de incondicionales.
En 1975, ser¨¢ la prueba definitiva para que Zhao ponga en marcha su capacidad organizativa econ¨®mica. Como dirigente de la provincia de Sichuan, con cien millones de habitantes y considerada el granero de China, puso en marcha un plan innovador que le report¨® un balance favorable a finales de 1978.
Hoy comienza a hablarse de Zhao Ziyang no s¨®lo como el futuro primer ministro, sino como ?el nuevo Zhou Enlai?.
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