Los frustrados int¨¦rpretes de la ¨®pera "Carmen" denunciar¨¢n a Mart¨ªn Berrocal
"Estamos esperando a que abran los juzgados"
?Naturalmente que nos vamos a querellar. Estamos esperando que abran los juzgados, el lunes, dijo Pedro Lavirgen, el tenor que llevaba la conferencia de Prensa ofrecida ayer por el elenco de la ¨®pera Carmen, que hubiera tenido que ser estrenada ayer mismo en la plaza de Las Ventas, y que ha sido suspendida definitivamente por el empresario de la plaza, Jos¨¦ Luis Martin Berrocal. ?Pediremos una indemnizaci¨®n por incumplimiento de contrato, y tambi¨¦n da?os y perjuicios, porque todos nosotros, para poder hacer Carmen, hemos perdido o renunciado a otros contratos?.
.Los cantantes l¨ªricos est¨¢n indignados. Se consideran los mayores damnificados de una historia que comenz¨® a principios de verano, con la Antolog¨ªa de la Zarzuela, que tuvo momentos de tensi¨®n extrema y algunos paseos por comisar¨ªa, y que ha terminado como el mism¨ªsimo rosario de la aurora. ?Lo m¨¢s claro de todo esto?, dice una de las cantantes, ?es el desprecio absoluto que han mostrado hacia nosotros, que somos todos grandes profesionales?. En esto est¨¢n todos de acuerdo. Las diferencias surgir¨¢n cuando se trate de delimitar las responsabilidades de Jos¨¦ Tamayo, el director esc¨¦nico, en el desastre.En la conferencia est¨¢ todo el elenco salvo la primera Carmen, Stella Silva, la cantante italo-argentina que, despu¨¦s de haber ensayado durante ocho o diez sesiones, ha tenido que volver a su pa¨ªs. As¨ª que est¨¢n Sergio de Salas, que hab¨ªa de hacer Escamillo; Angeles Chamorro y Fefi Arregui, que har¨ªan Micaela; Evelio Esteve, que suplir¨ªa a Pedro Lavirgen en el papel de Jos¨¦; adem¨¢s de este ¨²ltimo, Julio Catania, el bajo que har¨ªa Z¨²?iga; los componentes del cuarteto: Gladys Bohbot, Emilia Mart¨ªn, Fernando Carmona y Jos¨¦ Rodr¨ªguez, y el director de la orquesta, Eugenio Marco. Todos ellos hab¨ªan firmado contratos por dos meses, con treinta actuaciones como m¨ªnimo, para la Antolog¨ªa de la Zarzuela y para el estreno en castellano de Carmen, de Bizet, en versi¨®n de Fernando Qui?ones.
Para empezar, hab¨ªan cambiado de empresa. En la temporada pasada, la Antolog¨ªa de la Zarzuela result¨® un ¨¦xito, sobre todo a niveles econ¨®micos. Todos esperaban ganar dinero este a?o, y antes que nadie, el se?or Mart¨ªn Berrocal, consejero delegado de Taurina Hispalense, la gestora de Las Ventas, que, para estos espect¨¢culos, presidir¨¢ una empresa reci¨¦n constituida: Mundial de Espect¨¢culos, SA, que es la que contrata zarzuela y ¨®pera. Expectativas, que retrasan el contrato, regateos constantes, y al final, la Antolog¨ªa resulta no ser tan buen negocio: por un lado, esas noches fr¨ªas que trajo julio. Por otro, y seg¨²n las declaraciones de los cantantes l¨ªricos, falta promoci¨®n.
?En un espect¨¢culo, como en cualquier otro negocio, el riesgo est¨¢ en que no siempre se gana?, dicen. Pero el se?or Mart¨ªn Berrocal, dicen, no se atiene a estos riesgos. As¨ª que empiezan las dificultades de liquidez e inmediatamente, repercuten en los pagos a la compa?¨ªa, con las correspondientes tensiones entre la direcci¨®n y la empresa. El 21 de julio, despu¨¦s de varias horas de esperar la comparecencia del presidente de Mundial de Espect¨¢culos y consejero delegado de Taurina Hispalense, con los ¨¢nimos verdaderamente violentos v al filo de la madrugada, la compa?¨ªa en bloque se presenta, con la reclamaci¨®n de los ¨²ltimos d¨ªas de n¨®mina impagados en la comisar¨ªa de polic¨ªa. Est¨¢n furiosos: ?Mart¨ªn Berrocal no comparec¨ªa, agobiado seguramente por problemas estrictamente taurinos. A nosotros tres?, dice Pedro Lavirgen, se?alando a Sergio de Salas y a Eugenio Marco, ?nos tuvo en su oficina varias horas, sin comparecer ni querer ponerse al tel¨¦fono. M¨¢s all¨¢ del incumplimiento est¨¢, incluso, el desprecio a personas que tienen un prestigio y una dignidad?.
Y luego ya, la historia de los talones. La polic¨ªa les remite a Magistratura, porque no es competente en cuestiones laborales. La compa?¨ªa entonces admite talones contra el Banco de Valladolid, firmados por un miembro de la empresa y a falta de la firma de Mart¨ªn Berrocal. El banco rechaza impagados muchos de ellos. Se cancela la Antolog¨ªa de la Zarzuela y, con esta prehistoria, y los talones pendientes, empieza la preparaci¨®n de Carmen.
Naturalmente, Carmen se convierte, como nos hab¨ªa dicho la tarde anterior Mart¨ªn Berrocal ?en un espect¨¢culo excesivamente caro?. Naturalmente, llevan, como dijo Mart¨ªn Berrocal m¨¢s de tres millones de pesetas gastados. Pero, dice la compa?¨ªa, ?si se encareci¨® fue en buena parte por la ineficacia y la informalidad de la empresa?, que, a estas alturas, ya es directamente la gestora de Las Ventas, Taurina Hispalense, que se ha hecho cargo de las obligaciones de la otra. Por ejemplo, se?alaron en la conferencia de Prensa, hay que cambiar la empresa que se encarga de la iluminaci¨®n, porque no se ha pagado a la anterior. Y, por lo que la primera cobraba 50.000 pesetas, la segunda, que es la ¨²nica que queda, cobra 250.000. Y lo mismo pasa con los decorados. ?Por no pagar 300.000 pesetas un d¨ªa, se tuvo que hacer otro, que le costaba m¨¢s de un mill¨®n ?.
Todo perdido
A estas alturas, Jos¨¦ Tamayo lo da todo por perdido. En un ¨²ltimo intento, la compa?¨ªa hace una rebaja global del 20% en los respectivos salarios, que en el mundo del espect¨¢culo se llaman cachets.El propio director, Jos¨¦ Tamayo, que ha sido muy duro todo el primer tiempo, ahora se muestra mejor dispuesto con las condiciones del empresario, con el que, de todas maneras, es ?incompatible?, como subrayan los portavoces de la compa?¨ªa. Algunos le echan parte de la culpa, porque ?si se hubiera mostrado tan bien dispuesto desde un principio como lo estuvo en los ¨²ltimos d¨ªas, posiblemente hubiera habido alguna soluci¨®n para todos estos problernas?.
Uno de los temas que les dividieron al principio es el del toro. El de ese torito que debe matar Escamillo, cuando, conseguido el amor de Carmen, consigue tambi¨¦n el perd¨®n de Jos¨¦. El ¨¦xito que tiene el torero vuelve el coraz¨®n de su rival y se desencadena la tragedia. Tamayo no quer¨ªa toro; Berrocal, s¨ª. ?En eso?, dicen los cantantes, ?est¨¢bamos de acuerdo nosotros y el director?. En que sus voces eran lo bastante para crear el dramatismo de la tragedia. Y que esos quince minutos de lidia entre el tercero y el cuarto actos, al pie del desenlace, romper¨ªan el dramatismo. En cambio, dicen, hubieran estado dispuestos a admitir la lidia entre el segundo y el tercer actos, cuando Escamillo va a ganarse el amor de Carmen y no la venganza de Jos¨¦. ?Pero en eso tambi¨¦n la dificultad fue econ¨®mica: ese toro costaba como una corrida, adem¨¢s de otros gastos adicionales. Por ese lado s¨ª que era inviable?. ?Total?, termina Catania, ?que en la plaza de toros, los toreados fuimos nosotros?. Risas y tel¨®n, de momento.
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