Los sovi¨¦ticos siguen confiando en Edvard Gierek
La Uni¨®n Sovi¨¦tica viene manteniendo durante la larga crisis en Polonia una actitud de m¨¢xima reserva, concretada en el silencio sobre las huelgas y dem¨¢s acontecimientos durante largas semanas, silencio que s¨®lo se rompi¨® hace siete d¨ªas, a partir del mi¨¦rcoles 20, cuando la gravedad de la situaci¨®n y el desbordamiento pol¨ªtico de la protesta laboral inicial hicieron demasiado conspicua la forma sovi¨¦tica de ignorarlos.Pero aun en esta semana, en que vienen apareciendo informaciones en los medios sovi¨¦ticos -la primera, un resumen del discurso del primer dirigente polaco, Edvard Gierek, reci¨¦n regresado de Crimea, donde se hab¨ªa entrevistado con el jefe sovi¨¦tico, Breznev; varios res¨²menes de fuentes polacas: el 24, una relaci¨®n prolija de los cambios pol¨ªticos en la direcci¨®n del partido y del Gobierno polaco, pero pasando por alto la promesa de elecciones democr¨¢ticas y secretas en los sindicatos; el 25, un comentario de Tass, el primero, propio de los medios sovi¨¦ticos, atacando el ?jaleo propagand¨ªstico subversivo? organizado en Occidente sobre los sucesos para ?pintar de negro y desacreditar el socialismo?, y el 26, la primera referencia, aunque no clara, en Pravda, a la eventual transformaci¨®n en los sindicatos polacos y la primera declaraci¨®n oficial sobre la situaci¨®n-, tales informaciones sovi¨¦ticas est¨¢n muy lejos de tener la amplitud y alcance que muestran no ya en Occidente, sino en la propia Polonia y alg¨²n otro pa¨ªs socialista.
Para los analistas, la estrategia sovi¨¦tica est¨¢ clara. Primero, intentar pasar por alto los problemas, confiando en que el sistema encabezado por Gierek los solucione por s¨ª mismo. Al agravarse la crisis al punto de hacer peligroso, o rid¨ªculo, el ignorarla, y tras un lamentable episodio de intentar renovar m¨¦todos de aislamiento suspendidos desde 1973 a favor de los vientos pro Helsinki, con la interferencia de emisiones occidentales en ruso, mantener una informaci¨®n ce?ida lo m¨¢s posible a las propias fuerzas polacas, sucinta y soslaya los temas m¨¢s susceptibles de provocar, si no contagios, al menos impulsos de reflexi¨®n sobre las estructuras laborales en la propia URSS.
Despu¨¦s, las consabidas acusaciones, no del todo gratuitas en casos, a los medios occidentales de intentar explotar y atizar la crisis. Y, finalmente, ante la presi¨®n de c¨ªrculos diplom¨¢ticos e informativos en esta capital, una declaraci¨®n, que parec¨ªa tambi¨¦n insoslayable ya, y que dice, de boca de un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, el martes 26: las relaciones sovi¨¦tico-polacas se caracterizan ?por completa cooperaci¨®n mutua en todas las esferas. En cuanto a los acontecimientos que est¨¢n produci¨¦ndose en Polonia, son por completo asuntos internos de ese Estado. Este es nuestro punto de vista oficial?.
Coronando la anterior reticencia, esta declaraci¨®n oficial se comentaba hoy en c¨ªrculos occidentales como muestra importante del inter¨¦s sovi¨¦tico por alentar y confiar en una soluci¨®n interna y de que el r¨¦gimen de Gierek -y en todo caso el Partido Obrero Unificado (comunista) polaco, a diferencia del Partido Comunista de Checoslovaquia tras la llegada al poder de Dubcek- cuenta a¨²n con un amplio margen de confianza en la URSS. Aunque nadie duda, ni los mismos comentarios polacos de los ¨²ltimos d¨ªas, que una rebeli¨®n pol¨ªtica que amenzara los fundamentos del sistema provocar¨ªa una cat¨¢strofe.
Pr¨®ximas maniobras en el B¨¢ltico
Apenas se presta atenci¨®n, en cambio, a especulaciones en torno al pr¨®ximo comienzo de maniobras de las fuerzas armadas reunidas del Tratado de Varsovia en Alemania Oriental y regiones del B¨¢ltico, cercanas, por tanto, a los focos principales de la protesta, pues estas maniobras estaban anunciadas con gran antelaci¨®n, y desde el punto de vista puramente militar, opinan muchos expertos, no revisten la estructura adecuada para una acci¨®n intervencionista.De igual manera se interpreta como un deseo actual de la URSS de mantenerse al margen de cualquier acci¨®n contra Polonia el viaje que el l¨ªder sovi¨¦tico, Le¨®nidas Breznev, inici¨® ayer a la Rep¨²blica de Kazajia, para participar en su capital, Alma Ata, en los festejos del 60? aniversario de la fundaci¨®n de esta rep¨²blica sovi¨¦tica.
El viaje estaba previsto desde hace meses y su formalizaci¨®n hace pensar a los observadores occidentales, en Mosc¨², que, de momento, la crisis polaca no var¨ªa las actividades pol¨ªticas previstas en la URSS.
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