Los dirigentes sovi¨¦ticos denuncian la "mano extranjera" en los acontecimientos polacos
Por dos d¨ªas consecutivos, la agencia oficial sovi¨¦tica Tass ha atacado con ominosa dureza las ?actividades subversivas de fuerzas antisocialistas en Polonia, en interacci¨®n con otras fuera de las fronteras?, al tiempo que revela la ansiedad de Mosc¨² por calibrar el alcance pr¨¢ctico de los acuerdos forzados por el movimiento huelgu¨ªstico. Pero tambi¨¦n recoge ampliamente las promesas de fidelidad en la Prensa polaca a principios b¨¢sicos, como la direcci¨®n del partido y la alianza inconmovible con la URSS.
El ataque m¨¢s violento e inquietante -por escalar con mucho el similar de Pravda, la semana pasada, y aproximarse a las acusaciones del insoslayable caso de Checoslovaquia de 1968- apareci¨® la noche del martes en los teletipos de Tass, y fue le¨ªdo en el informativo principal de la televisi¨®n, para asegurar su difusi¨®n. Denunciaba a los ?inspiradores de acciones antisocialistas y antipolacas, que plantean consignas y demandas demag¨®gicas?, as¨ª como ?la mano extranjera, cada vez m¨¢s obvia: llegada de visitantes extranjeros que no ocultan sus puntos de vista antisocialista desde Occidente, el papel de la Prensa reaccionaria en la actividad subversiva y las sustanciosas cantidades enviadas por sindicatos socialdem¨®cratas de Occidente, quienes virtualmente act¨²an para socavar los fundamentos socialistas en Polonia?.El comentario cerraba el paso a ?la concepci¨®n que se plantea en Occidente, con obvios objetivos provocadores, de que en Polonia existen ostensiblemente condiciones para un llamado proceso de liberalizaci¨®n, poniendo en esta noci¨®n el sentido definido de eliminar la valoraci¨®n de clase de los acontecimientos e imponer las concepciones occidentales de "libertades y derechos"?. Golpes directos merec¨ªan el presidente Carter, por expresar su admiraci¨®n y satisfacci¨®n, en el sentido de su ?notor¨ªa? concepci¨®n de los ?derechos humanos? (comillas ir¨®nicas del texto): la URSS viene rechazando violentamente esta concepci¨®n y toda la campa?a de Carter al respecto y su rival electoral Reagan, tachado de m¨¢s c¨ªnico a¨²n.
Pero la frase que m¨¢s materia de preocupaci¨®n dio a los analistas es la que reclamaba, ante la necesidad de tomar medidas complejas, que sean ?sopesadas y fundadas?, y tomando en consideraci¨®n ?no s¨®lo las consecuencias econ¨®micas. Sino tambi¨¦n todas las dem¨¢s consecuencias posibles?.
Ensa?amiento
El comentario del mi¨¦rcoles insiste en la continuaci¨®n de la actividad subversiva y se ensa?a ante todo con la emisora Europa Libre, con el New York Times y con el Financial Times, de Londres; ¨¦ste, por plantear un nuevo modelo de poder en Polonia, susceptible de contraponerse al de los dem¨¢s pa¨ªses socialistas.
En cambio, el comentario del mi¨¦rcoles parece dejarse apaciguar -y pretender, de paso, calmar las especulaciones que los acontecimientos de Polonia, al no poder ser Ocultados por m¨¢s tiempo, han suscitado en la propia URSS-, reproduciendo protestas de fidelidad de Tribuna Ludu de que el partido v la clase obrera polaca, que no se deja instigar para socavar el socialismo, mantienen inconmovibles y fuera de cualquier duda los principios b¨¢sicos del desarrollo social¨ªsta, el fundamental papel dirigente del partido marxista-leninista y la tambi¨¦n inconmovible alianza de la Polonia popular con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, los lazos de amistad que ligan al pa¨ªs con toda la comunidad socialista.
El resumen de la situaci¨®n actual para los expertos m¨¢s prudentes viene a ser: sorpresa, irritaci¨®n y aprensi¨®n de Mosc¨² ante el alcance de las concesiones, advertencias reiteradas de recortar los vuelos a las ?fuerzas antisocialistas? y, sobre todo, impedir la ?interacci¨®n? con el exterior, repugnancia extrema a contemplar eventualidades intervencionistas -pero sin excluir ?una cat¨¢strofe- y meditaci¨®n a fondo de si el partido y su actual direcci¨®n siguen mereciendo confianza (juicio que parece en suspenso, a la espera de la aplicaci¨®n) y, en todo caso, c¨®mo evitar contagios.
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