Optimismo en Belgrado por la no intervenci¨®n sovi¨¦tica
Yugoslavia ha seguido las huelgas de Polonia con visible cautela durante dos semanas, en las que solamente un comentario del diario Politika, de Belgrado, se atrevi¨® a achacar al centralismo polaco parte de los problemas de ahora. Fuentes autorizadas yugoslavas comentaron que esa era la osada opini¨®n del articulista del diario belgradense, pero que la Yugoslavia oficial consideraba el estallido huelgu¨ªstico un problema interno de Polonia.La Prensa yugoslava no ech¨® las campanas al vuelo hasta principios de esta semana, con amplios comentarios sobre el arreglo del principal foco del conflicto polaco y especial cuidado en los despachos de Mosc¨², que se refieren a ?preocupantes elementos antisocialistas?. La traumatizada Yugoslavia no alineada del postitismo ha recibido una inyecci¨®n de optimismo al ver que la Uni¨®n Sovi¨¦tica se ha abstenido de intervenir en la capital del Pacto del Este, ante una situaci¨®n desestabilizadora que arreciaba.
El postitismo se enfrenta en Yugoslavia con una situaci¨®n econ¨®mica poco diferente de la polaca y ser¨ªa dificil afirmar si el consumidor yugoslavo se siente mejor o peor que el polaco. El dinar yugoslavo se ha devaluado en seis meses en un 40% y se suceden las olas de escasez de art¨ªculos de primera necesidad. Los Turistas yugoslavos, que hace menos de un a?o cambiaban sus dinares en Lloret de Mar a tres pesetas y media, no reciben ahora m¨¢s que dos pesetas con veinte c¨¦ntimos por dinar.
El diario oficialista yugoslavo Borba comentaba el mi¨¦rcoles que ?la opini¨®n p¨²blica internacional ha sido estimulada hacia la continuaci¨®n del proceso de distensi¨®n y no intervenci¨®n en los asuntos internos de pa¨ªses independientes?. A doce a?os de la primavera de Praga, los yugoslavos aplauden la no intervenci¨®n sovi¨¦tica en los asuntos internos de Polonia con tanta fuerza como entonces abuchearon la entrada en Checoslovaquia. de los tanques sovi¨¦ticos y polacos.
Por otra parte, la posici¨®n no alineada, de Yugoslavia hace a este pa¨ªs muy sensible a toda alteraci¨®n del proceso de distensi¨®n europeo, cuyo examen se iniciar¨¢ en Madrid en noviembre. Una intervenci¨®n sovi¨¦tica en Polonia, que Belgrado descart¨® m¨¢s que temi¨®, habr¨ªa supuesto el colapso de una conferencia de seguridad en ciernes. ?Europa ha dado muestras de madurez en v¨ªsperas de la conferencia de Madrid?, dec¨ªa el jueves Radio Belgrado. Dentro de su estilo de ?palo a la burra blanca, palo a la burra negra?, el diario yugoslavo Borba alude a sectores revanchistas de Alemania, que habr¨ªan visto con gusto una agudizaci¨®n del conflicto: ?No se trata s¨®lo de los revanchistas de turno respecto a Polonia y sus fronteras, sino tambi¨¦n de los adeptos a una guerra ideol¨®gica, que vieron en los trabajadores b¨¢lticos meta propicia o instrumento para sus fines reaccionarios de car¨¢cter bloquista y de clase?.
Yugoslavia ha tenido que seguir con gran atenci¨®n el estallido polaco de conflictividad, debido tambi¨¦n a que en su suelo se han dado cientos de huelgas, muchas de estas en una rep¨²blica yugoslava cat¨®lica, Croacia. Neca Jovanov, te¨®rico de los ?paros laborales? y enfant terrible de los sindicatos yugoslavos, asegura que todas las huelgas han sido motivadas en este pa¨ªs balc¨¢nico por motivos ?exclusivamente econ¨®micos?, con rara infiltraci¨®n de elementos hostiles. No es de extra?ar que los yugoslavos teman brotes huelgu¨ªsticos, dado que la clase trabajadora yugoslava est¨¢ perforando m¨¢s y m¨¢s orificios en su cintur¨®n para contener el galope de la inflaci¨®n y pagar las deudas acumuladas por el derroche de a?os de euforia, durante los que la aristocracia obrera y la clase media de este pa¨ªs deslumbraron a los dem¨¢s pa¨ªses socialistas con su capacidad de consumo, en detrimento de las regiones menos desarrolladas de la federaci¨®n yugoslava.
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