El im¨¢n chiita liban¨¦s Mussa Sadr vive prisionero en una base militar libia
El im¨¢n Mussa Sadr, jefe religioso de los chiitas libaneses, desaparecido misteriosamente entre finales de agosto y primeros de septiembre de 1978, durante las celebraciones de la revoluci¨®n libia del coronel Gadafi en Tr¨ªpoli, se encuentra con vida y vive encarcelado en una base militar libia cercana a la frontera argelina, a unos cincuenta kil¨®metros de la localidad fronteriza argelina de Zarzatin. EL PA?S no pudo obtener confirmaci¨®n de esta informaci¨®n de las autoridades libias, que han negado siempre cualquier vinculaci¨®n con el caso.
Estos datos, facilitados por militares argelinos que tuvieron relaci¨®n con el im¨¢n preso en la base libia, confirman el secuestro del dirigente religioso chiita por parte de un grupo de cuatro personas vinculadas a los servicios de informaci¨®n del coronel Gadafi y a una rama prosiria de la milicia palestina denominada Saika, que ejecut¨® el secuestro de Sadr en Tr¨ªpoli. Mussa Sadr, de origen iran¨ª, fue secuestrado, junto al cheik chiita Mohamed Yacub y al periodista liban¨¦s Abbas Badreddin, en Tr¨ªpoli, y posteriormente conducidos en un avi¨®n civil a la ciudad costera libia de Bengasi, desde donde fueron ulteriormente enviados a la base militar libia en la que ¨¦l y Yacub permanecen. Badreddin, seg¨²n las fuentes consultadas por EL PA?S, fue asesinado mediante torturas.La operaci¨®n del secuestro, planeada por los servicios de inteligencia libios y negada sistem¨¢ticamente por el Gobierno de Tr¨ªpoli, fue realizada, seg¨²n las fuentes consultadas, por Jean-Jacques Delaporte, nacido en la localidad normanda de Eyreux hace 52 a?os, ex oficial del Ej¨¦rcito colonial franc¨¦s, karateca, propietario de una casa de masajes en Marsella y, posteriormente, n¨²mero dos de la rama militar de la organizaci¨®n Saika, las milicias prosirias que combaten en l¨ªbano.
Delaporte, que mantiene su nacionalidad francesa y utilizaba el alias Capit¨¢n Karima, recibi¨® instrucciones de su jefe de la Sa¨ªka, Zuer Moshen. Moshen fue asesinado en julio de 1 979 en Cannes. Delaporte efectu¨® el secuestro en un hotel costero de Tr¨ªpoli, en el cual se encontraba alojada la delegaci¨®n chiita libanesa que hab¨ªa acudido a la capital libia -de mala gana, seg¨²n todas las fuentes- para asistir a la celebraci¨®n de los actos conmemorativos del s¨¦ptimo aniversario del acceso del coronel Gadafi al poder en Libia.
En la operaci¨®n del secuestro participaron tambi¨¦n dos oficiales de los servicios de inteligencia libios, de apellidos Said y Aziz, adem¨¢s de un sirio, y fue coordinado por el entonces jefe de estos servicios, Mustaf¨¢ Karroubi.
Despu¨¦s de realizar el secuestro, Jean-Jacques Delaporte viaj¨® a Niza, donde se entrevist¨® con el jefe de la Saika, Zuer Moshen, quien orden¨® a Delaporte viajar a Argel para realizar una misi¨®n. Para viajar a la capital argelina hizo escala en Par¨ªs, donde polic¨ªas franceses de la DST, entre los que se encontraban funcionarios de origen liban¨¦s, le interrogaron sobre los motivos de su estancia en Francia.
Una vez en Argel, Jean-Jacques Delaporte fue recibido en el aeropuerto de la capital por un grupo de personas vinculado a la seguridad militar argelina, encabezado por el capit¨¢n cabile?o Chakib, que le condujo al hotel de Geneve, en donde, al parecer sin saberlo, estaba siendo sometido a vigilancia por las autoridades argelinas.
Al poco tiempo de su llegada al hotel, Delaporte, consciente ya de que era vigilado, acudi¨® un domingo a la Embajada francesa en Argel, en donde, por ser d¨ªa festivo, no encontr¨® a ning¨²n funcionario de los que intentaba ver. A la salida de la sede diplom¨¢tica, Delaporte fue detenido bajo sospechas de espionaje y, tras ser torturado varios meses, fue conducido luego a la prisi¨®n de Bufarik, en la cual permanece desde principios de 1979, acusado de espionaje y traici¨®n.
En esta prisi¨®n, situada a unos veinte kil¨®metros de Argel, presos militares argelinos que realizaron servicios conjuntamente con militares libios en la base cercana a Zarzatin, en Libia, en virtud de acuerdos secretos de cooperaci¨®n militar libio- argelinos, rotundamente negados por fuentes argelinas, revelaron a otros presos pol¨ªticos -con los que convers¨® EL PA?S en Madrid- que hab¨ªan custodiado a Mussa Sadr, al tiempo que aseguraron haberle visto con vida, en compa?¨ªa de Yacub, en el mes de marzo de 1980.
Viva protesta chiita
La desaparici¨®n de Mussa Sadr, nacido en la ciudad santa iran¨ª de Qoin hace cuarenta a?os, posteriormente instalado en la localidad libanesa de Maaraka, en 1959, provoc¨® vivas reacciones entre los chiitas libaneses, sirios, iraqu¨ªes y, sobre todo, iran¨ªes. El ayatollah iran¨ª Jomeini, que conoci¨® a Sadr en su exilio iraqu¨ª de Mayaf, retuvo en Teher¨¢n al l¨ªder libio Jellud durante dos semanas de 1979, cuando ¨¦ste acudi¨® a la capital iran¨ª para felicitar al im¨¢n por su acceso al poder.
Una marcha hasta Damasco
Miles de chiitas libaneses realiza ron anteriormente una marcha desde Beirut hasta Damasco, donde se celebraba una reuni¨®n del Frente de Firmeza para pedir al coronel Gadafi explicaciones sobre el paradero del im¨¢n Sadr. Gadafi, de obediencia sunnita, dio largas a los chiitas y afirm¨® que tanto Mussa Sadr como sus acompa?antes hab¨ªan abandonado Tr¨ªpoli.Desde su llegada a Maaraka, en 1959, Sadr se fue erigiendo paulatinamente en l¨ªder de los chiitas.
Una revista ¨¢rabe editada en Londres, Events, hoy desaparecida, calificaba a Mussa Sadr como un hombre ?capaz de representar el deseo de los chiitas ricos, de mantener sin cambios sus riquezas, y el de los chiitas pobres, de cambiarlo todo?.
Seg¨²n las fuentes consultadas, los m¨®viles de su secuestro fueron los deseos de Gadafi de forzar el repliegue de los chiitas de sus establecimientos fronterizos con Israel, para protagonizar ¨¦l, mediante un grupo af¨ªn al dirigente libio, la lucha contra el r¨¦gimen jud¨ªo.
Mussa Sadr acudi¨® a Tr¨ªpoli por presiones de Siria y, seg¨²n las fuentes consultadas por EL PA?S, contrariamente a lo mantenido por el r¨¦gimen de Tr¨ªpoli, fue recibido durante tres horas por el coronel Gadafi, el d¨ªa 2 de septiembre de 1978.
Otras fuentes ¨¢rabes atribu¨ªan el caso Mussa Sadr a servicios secretos occidentales o de Israel,
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.