Informativos y audiencia

El espacio Vivir cada d¨ªa vuelve a la programaci¨®n despu¨¦s de cinco semanas de ausencia. Un malentendido de los directivos impidi¨® que los informativos de sobremesa se emitiesen la semana pasada, tal como inicialmente hab¨ªan previsto. El ¨²nico entre todos ellos que ha logrado superar la barrera de aceptaci¨®n es Vivir cada d¨ªa, mientras que Gaceta cultural, Mirador de los deportes y Revista de Prensa siguen hundidos en la zona m¨¢s baja de la tabla.Si Televisi¨®n mantiene actual mente un ¨ªndice de programas d producci¨®n propia superior al 709 de los temas que emite, seg¨² datos oficiales, ello se debe al ex ceso de programas informativo que, en detrimento de la cultura entretenimiento de calidad, caracteriza desde siempre a las televisiones de signo totalitario. Esta misma semana, Televisi¨®n emitir la considerable cantidad de 1.61 minutos de informaci¨®n, seg¨²n consta en el bolet¨ªn de emisiones sin tener en cuenta otros programas como A fondo, Horizontes M¨¢s vale prevenir, etc¨¦tera, que Televisi¨®n clasifica como ?divulgativos?. Las veintisiete horas semanales de informaci¨®n, en n¨²meros redondos, suponen una media de casi cuatro horas diarias de programas informativos. Televisi¨®n tiene, aproximadamente, once horas diarias de programas entre las dos cadenas de lunes a viernes. Los programas informativos suponen entonces el 36,3% de, todo lo que se emite en los cinco primeros d¨ªas de la semana. La mayor¨ªa de estos informativos se distinguen por ofrecer informaci¨®n ?oficialista? o ?gubernamental?, y no es fortuito que muchos jefes de los distintos programas trabajen simult¨¢neamente en jefaturas de Prensa de los distintos ministerios y empresas p¨²blicas.

Los directivos de Televisi¨®n son muy propensos a comparar los niveles de calidad de este servicio p¨²blico con el de otras televisiones occidentales, incluida la brit¨¢nica BBC. Seg¨²n el ¨²ltimo anuario de la BBC, los programas de informaci¨®n general, especialmente internacional (current affairs), documentales y noticias suponen el 21,8% del total de las emisiones de las dos cadenas brit¨¢nicas (datos de 1978-1979). Mientras la BBC, con un 21,8% de informativos y documentales, logra una calidad de informaci¨®n dif¨ªcilmente superable en las televisiones occidentales, Televisi¨®n necesita casi el doble. La calidad, por supuesto, no admite comparaciones.

Este no es el caso de Vivir cada d¨ªa, y la audiencia encuentra gratificantes los reportajes o documentales testimonio sobre la realidad espa?ola, aunque los tan invocados ?condicionantes del medio? impidan abordar en profundidad los problemas sociales y pol¨ªticos y obliguen a sortear los m¨¢s conflictivos.

Desde hace algo m¨¢s de tres a?os se han consolidado entre las preferencias de los telespectadores el g¨¦nero documental y los progra mas de divulgaci¨®n cient¨ªfica m¨¦dica o de sociolog¨ªa elemental As¨ª, seg¨²n los datos de la ¨²ltima semana, tres programas -M¨¢s vale prevenir (8,9), El hombre y la Tierra (8,8) y Un mundo para ellos (8,5) est¨¢n en la cabeza del panel, por encima del largometraje de rigor (en cuarto lugar, con 8,2), por encima de los ?grandes relatos? (Capitanes y reyes, con 7,8) y muy lejos de los denominados informativos. El fen¨®meno es invariable: no importa que los directores de los programas hayan sido F¨¦lix Rodr¨ªguez de la Fuente o el comandante Cousteau, Manuel Torre Iglesias, Ram¨®n S¨¢nchez Oca?a o Santiago V¨¢zquez. Directores y bustos todos ellos con distintas telegenias y envoltorios culturales. El ¨¦xito est¨¢ en el g¨¦nero del programa. Cualquiera, que sea el director, incluso el locutor o presentador, tiene asegurado el inter¨¦s de su producto en funci¨®n de los contenidos, precisamente porque la audiencia lo prefiere ante la saturaci¨®n de telefilmes extranjeros y ante la intoxicaci¨®n de informaci¨®n dom¨¦stica.