El milagro de la sangre de san Genaro, contra la ley italiana del aborto
San Genaro, el famoso santo de N¨¢poles, como todos los a?os desde 1389, realiz¨® el viernes pasado el milagro de la licuaci¨®n de su sangre, conservada en un precioso relicario en la catedral de la ciudad. El milagro tuvo lugar a las 10.03 horas, despu¨¦s de 48 minutos de oraci¨®n de 6.000 fieles presididos por el arzobispo de N¨¢poles, cardenal Ursi, y los veinticuatro obispos de toda la regi¨®n de la Campania.
Este a?o la importante fecha del 19 de septiembre, que cada a?o los napolitanos esperan con gran temblor y emoci¨®n para saber si el santo seguir¨¢ o no haciendo el milagro, revisti¨® una solemnidad especial y la de una dur¨ªsima intervenci¨®n del cardenal Ursi contra la ley del aborto italiana.La solemnidad era especial porque, mientras en tiempos de Pablo VI el famoso santo de la cara amarilla hab¨ªa sido relegado a segunda categor¨ªa, pasando de santo de la Iglesia universal a santo de ?s¨®lo N¨¢poles?, Juan Pablo II ha dictado un breve pontificio? con su firma, rehabilitando al santo a la categor¨ªa de ?santo regional?.
Por eso, a la ceremonia de anteayer en la catedral, durante la cual se dio lectura en lat¨ªn al breve pontificio, estaban presentes los veinticuatro obispos de la regi¨®n, que concelebraron con el cardenal y todas las autoridades civiles y pol¨ªticas, desde Emilio de Feo, presidente de la regi¨®n y cat¨®lico practicante, al alcalde comunista de N¨¢poles, Valenzi.
Algunos a?os, el milagro se hace esperar muchas horas, y entonces la gente empieza a rezar, a gritar y hasta a insultar al santo. Alguna vez no se ha producido el milagro y la gente ha hecho penitencia porque ?es anuncio de grandes calamidades? y significa que ?el santo est¨¢ enfadado?.
Este a?o, el santo pod¨ªa estar contento con el nuevo honor concedido por el papa Wojtyla y, en realidad, el milagro lleg¨® rapid¨ªsimo: antes de una hora de oraciones.
"La sangre llama a la sangre"
EL PA?S se puso en contacto en seguida telef¨®nicamente con los reporteros que recog¨ªan por las calles de N¨¢poles en fiesta los primeros comentarios. Significativo el de dos mujeres en una pescader¨ªa de uno de los barrios m¨¢s populares. L¨®gicamente eran dos mujeres a favor del aborto: ?El cardenal?, dec¨ªa una de estas napolitanas, ?no ha jugado limpio. Ten¨ªa que haber hablado del aborto antes del milagro y tener el coraje de desafiar al santo. ?Qu¨¦ hubiese sucedido sino hubiese hecho el milagro? As¨ª era muy f¨¢cil: si no lo hac¨ªa, habr¨ªa dicho que el santo sufr¨ªa por la ley del aborto, y si lo hac¨ªa, como sucedi¨®, pod¨ªa hablar tranquilo?.Inmediatamente despu¨¦s del reconocimiento del milagro y de los aplausos y l¨¢grimas de los 6.000 fieles presentes, se levant¨® el cardenal y, con gran solemnidad, empez¨® hablando a los fieles con estas palabras: ?La sangre de san Genaro recuerda la sangre de Cristo y de su sacrificio, y la sangre de Cristo recuerda la sangre del aborto?. Y lanz¨® un serm¨®n dur¨ªsimo contra la ley italiana del aborto, pidiendo a los fieles en nombre de san Genaro que lucharan contra la ley, advirti¨¦ndoles que alrededor de la catedral hab¨ªan sido ya preparadas varias mesas donde los jueces pod¨ªan recoger las firmas a favor del refer¨¦ndum para la abrogaci¨®n de la ley del Parlamento. Terminada la ceremonia, en pocos minutos se hab¨ªan recogido ya m¨¢s de 2.000 firmas. La curia de N¨¢poles, que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa luchado contra la superstici¨®n de muchos devotos del santo, que hab¨ªan convertido su fiesta en el ?peor folklore?, intenta recuperar la fuerza popular del santo ?del milagro? us¨¢ndola ?a favor de los grandes te mas cristianos?. Aunque el cardenal Ursi, que fue uno de los m¨¢s papables en el ¨²ltimo conclave, en su homil¨ªa advirti¨® que el tema del aborto no era un tema religioso, ?sino humano?.
Lo cierto es que a los napolitanos, para quienes el santo ?es el ¨²ltimo remedio para todos los males? y es el ?santo de todos?, se les ha planteado una buena papeleta: ?Qu¨¦ har¨¢n los que no desean luchar contra la ley del aborto?, ?podr¨¢n desafiar al santo que ha hecho el milagro? Una vez m¨¢s, como en otras ocasiones, tambi¨¦n ahora el santo podr¨ªa ser causa de odios y divisiones.
El m¨¢s preocupado es el alcalde comunista, apenas reelegido. Resulta que hace cinco a?os, cuando a N¨¢poles lleg¨® el primer alcalde rojo de la historia, el santo hizo el milagro. Para los napolitanos ya no hubo dudas. Y, de hecho, ha sido reelegido hace unos meses, a pesar de la dur¨ªsima campa?a de los fascistas. Pero ahora que el santo pide luchar contra la ley del Parlamento, ?qu¨¦ har¨¢ Valenzi? Nadie pudo ver ayer la cara que puso cuando el cardenal dec¨ªa que la ?sangre llamaba a la sangre?, porque se escondi¨® la cara entre las manos. Alguien aseguraba que apretaba fuerte los pu?os.
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