Escepticismo de los cat¨®licos progresistas ante el s¨ªnodo que hoy inaugura el Papa
![Juan Arias](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F5a86bcd5-e5fc-49ab-b292-f3043b0fbfd4.png?auth=2d48be4f56908c68f3c88d7da3c4bd83b9078e68267346b6bac73e371847252d&width=100&height=100&smart=true)
Esta ma?ana se inaugura en la capilla Sixtina del Vaticano el quinto s¨ªnodo general de obispos, para tratar el espinoso tema de la ?familia cristiana? en el mundo contempor¨¢neo. ?Es el primer s¨ªnodo mundial que se celebra bajo el pontificado del papa Wojtyla, y esto es una gran novedad e inc¨®gnita, dada la capacidad de sorpresa y la personalidad especial de este Papa. Participan m¨¢s de doscientos obispos, escogidos con voto secreto por las diversas conferencias episcopales. A ellos se unen veinticuatro escogidos personalmente por el Papa, m¨¢s los prefectos de las sagradas congregaciones romanas. Esta vez, el Papa ha permitido que asistan y puedan hablar, aunque sin votar, diecis¨¦is familias de diversos pa¨ªses del mundo con sus hijos.
Existe mucha expectaci¨®n por este quinto s¨ªnodo de la Iglesia sobre todo por la materia -tan delicada- que va a tratar. Por vez primera en la Ilgesia, toda una serie de temas relacionados con el sexo y con el matrimonio van a ser discutidos por la c¨¢mara alta de la Iglesia y ante seglares. Son temas como el divorcio, el aborto, el control de nacimientos, el segundo matrimonio de los divorciados, las relaciones prematrimoniales, las ?uniones diversas?, el concubinato, etc¨¦tera, que hasta ahora hab¨ªan sido tratadas s¨®lo por las enc¨ªclicas del Papa y por los documentos del ex Santo Oficio, hoy Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe.Tambi¨¦n al. mundo laico interesan estos temas, ya que existe una conciencia universal de que la familia y los problemas que giran a su alrededor constituyen una de las crisis m¨¢s grandes de la actual civilizaci¨®n, aunque lo primero que habr¨¢ que saber es si Juan Pablo II mantendr¨¢ el car¨¢cter ?consultivo? del s¨ªnodo, como ha sucedido con los anteriores, o si le dar¨¢ esta vez a su primer s¨ªnodo la fuerza deliberativa. Y es que en los primeros siglos de la Iglesia, el s¨ªnodo, con el Papa, era una especie de peque?o concilio, con valor vinculante, y lo sigue siendo hoy en las iglesias orientales. En la Iglesia cat¨®lica latina, el s¨ªnodo se hab¨ªa perdido pr¨¢cticamente. Fue Pablo VI quien lo desempolv¨® despu¨¦s del Concilio Vaticano II, como una expresi¨®n pr¨¢ctica, aunque parcial, de la ?colegialidad episcopal?. Era un primer paso y se esper¨® siempre que el s¨ªnodo pudiera reconquistar su primitivo car¨¢cter deliberativo. Es un secreto de Juan Pablo II si e sta vez lo ser¨¢.
L¨ªnea de dureza y severidad
Por lo que se refiere a los temas m¨¢s calientes y que la opini¨®n p¨²blica mundial est¨¢ poniendo ya de relieve desde hace unas semanas, no existen dudas de que, por lo que se refiere al Papa, la l¨ªnea del s¨ªnodo ser¨¢ ?dura y severa?, como ha dicho un cardenal de curia; en estos dos a?os de pontificado ha sido muy expl¨ªcito: quiere una familia abierta en el campo social, pero con toda la sacralidad tradicional. Su no al divorcio, al aborto, a las relaciones prematrimoniales, al segundo matrimonio de los divorciados, a los medios artificiales de control de natalidad es indiscutible. Lo ha repetido mil veces a lo largo y a lo ancho de todo el globo durante sus viajes.Los m¨¢s pesimistas dicen que el s¨ªnodo no servir¨¢ para nada. Los m¨¢s optimistas recuerdan que tambi¨¦n el Concilio Vaticano II hab¨ªa nacido con la intenci¨®n de ?poner un freno a las herej¨ªas del tiempo? y despu¨¦s los obispos de todo el mundo, bajo el coraje de Juan XXIII, primero, y de Pablo VI, despu¨¦s, result¨® el hecho de mayor apertura de la Iglesia desde hac¨ªa muchos siglos.
Como entonces, tambi¨¦n esta vez, en peque?o, el documento preparatorio del s¨ªnodo, escrito en la curia romana y mandado a los obispos, debe ser tan poco revolucionario que una de las revistas cat¨®licas de mayor prestigio en B¨¦lgica, Revue Nouvelle, acaba de escribir, ?con inmensa c¨®lera? por lo que se refiere a este documento romano publicado en v¨ªsperas del s¨ªnodo, ?que es demasiado est¨²pido y demasiado injusto dejar a los bur¨®cratas dictar una presunta doctrina cristiana elaborada en una c¨¢rcel sin ventanas?.
Por eso, toda la esperanza de que este s¨ªnodo pueda significar en un momento de liberaci¨®n para tantos problemas que angustian las conciencias cristianas es que por lo menos un grupo de obispos de aquellos pa¨ªses donde estos problemas son m¨¢s dram¨¢ticos vengan dispuestos a buscar soluciones positivas y no ?condensar horrores, desaprobar desviaciones, se?alar con el dedo a los culpables y re?ir o alentar a los d¨¦biles?, como ha afirmado el famoso experto internacional de problemas familiares, el cat¨®lico Pierre Delooz.
Y es que los obispos no pueden cerrar los ojos, afirman algunos expertos de teolog¨ªa moral presentes estos d¨ªas en Roma para seguir el sinodo, ya que la crisis de la familia cristiana es el fruto de un cambio radical de la sociedad con sus aspectos positivos y negativos, y que no se trata de defender un esquema de familia tradicional como una fortaleza contralos asaltos del diablo, que ser¨ªa el mundo moderno, sino de buscar caminos nuevos y expresiones nuevas, adaptadas a los tiempos del hombre del 2000 y su forma de vivir el ?sacramento?.
Doctrina frente a realidad
John Tracy Ellis de la Universidad Cat¨®lica de Washin,g,ton, afirma que la doctrina actual de la Iglesia sobre los anticonceptivos se ha convertido en ?inoperante e inexistente? para la mayor parte de los cat¨®licos de su pa¨ªs. Y no s¨®lo en Estades Unidos: en Sao Paulo, un sondeo ha indicado que el 63 % de lai; mujeres cat¨®licas usa normalmente m¨¦todos de control desaprobados por la Iglesia. Y ni se confiesan. Tambi¨¦n en Estados Unidos, de cada cien matrimonios existen cuarenta divorcios y se separan en la misma medida cat¨®licas y protestantes. En algunos pa¨ªses s¨®lo el 10% de los cat¨®licos se casan por la Iglesia. Est¨¢n aumentando vertiginosamente los matrimonios civiles de los cat¨®licos: en los ¨²ltimos diez a?os han pasado del 1,22% al 11.30%. Esto sucede hasta en la Roma del Papa, donde en 1978 de cada cuatro parejas, una se ha casado civilmente, mientras hace unos a?os se casaban por lo civil s¨®lo el 3,8%. En Mil¨¢n, los matrimonios civiles han aumentado en ocho a?os del 8,1 % al 34,3 %.Por su parte, los nuevos cristianos progresistas de las comunidades de base piden ?nuevos tipos del matrimonio?: ni en la Iglesia ni en el ayuntamiento, sino en la comunidad que los acepta y los reconoce.
Una cosa que angustia a muchos obispos, por ejemplo a los africanos, es el de la pastoral de los divorciados. Afirman que la Iglesia debe resolver este problema y que no puede alejar de los sacramentos y considerar de ?segunda categor¨ªa? a estos cristianos que por mil motivos han rehecho una familia con seriedad.
En Roma, los cat¨®licos progresistas afirman que es muy probable que el s¨ªnodo sirva, sobre todo, en clave de conservaci¨®n para ?reforzar la familia tradicional? y para condenar severamente corno ?anticristiano? cualquier tipo de novedad. Pero, a pesar de todo, el s¨ªnodo ser¨¢ importante si, por lo menos algunos obispos tienen el coraje de presentar ideas diversas que, aun cuando no sean aceptadas por el s¨ªnodo, ?corran por la Iglesia? y sean la mejor demostraci¨®n de que la Iglesia en su interior no es monol¨ªtica. As¨ª pas¨® tambi¨¦n en el concilio y en otros s¨ªnodos, coino en el de la ?justicia en el mundo?. El hecho de. que un grupo de obispos y cardenales defienda una teor¨ªa hasta ayer considerada como tab¨² y dogma de fe intocable puede ser de alivio a muchas conciencias.
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