Termin¨® la exposici¨®n de Picasso en Nueva York
Los norteamericanos se despiden definitivamente del "Guernica"
Ayer cerr¨® sus puertas al p¨²blico la exposici¨®n Retrospectiva Pablo Picasso, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, por el que desfil¨® un mill¨®n de personas para verla mayor y m¨¢s completa exposici¨®n de la obra del pintor espa?ol. Con la clausura de la exposici¨®n se abre el par¨¦ntesis para el traslado oficial a Madrid del c¨¦lebre cuadro de Pablo Picasso, el Guernica, depositado por deseo del pintor en el MOMA hasta el d¨ªa en que en Espa?a se recuperasen las libertades democr¨¢ticas.
?Hasta el momento no hay nada preciso todav¨ªa para el traslado?, declar¨® a EL PAIS James Snyder, coordinador de la exposici¨®n Pablo Picasso. En t¨¦rminos parecidos se expres¨® William Rubin, director del departamento de pintura del MOMA. La impresi¨®n es que los dirigentes del Museo de Arte Moderno ?resistir¨¢n? hasta el ¨²ltimo momento para soltar un cuadro c¨¦lebre con el que muchos visitantes han identificado hasta ahora el Museo de Arte Moderno de Nueva York.?El museo quedar¨¢ hu¨¦rfano de su cuadro m¨¢s popular?, declar¨® a este peri¨®dico Richard Oldenburg, director del Museo de Arte Moderno, d¨ªas antes de la apertura, el pasado mes de mayo, de la popular exposici¨®n dedicada a la obra de Picasso. Nada de particular, por consiguiente, en el hecho de que el MOMA intente guardar el Guernica hasta el ¨²ltimo minuto. Con su salida de Nueva York para Madrid -probablemente en noviembre- quedar¨¢ un enorme vac¨ªo en una pared del tercer piso del Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde se expuso el Guernica durante m¨¢s de cuarenta a?os.
Dada la fr¨¢gil calidad t¨¦cnica de la pintura y sus enormes dimensiones, los problemas de traslado ser¨¢n considerables. Se prepara el flete de un avi¨®n especial y, probablemente, un acto de despedida oficial en el momento de iniciar el traslado del c¨¦lebre cuadro de Picasso.
El MOMA quedar¨¢ algo cojo, pero podr¨¢ consolarse con el caluroso ¨¦xito de la exposici¨®n Picasso, probablemente irrepetible en el futuro, que coincidi¨® con el 50? aniversario de la fundaci¨®n del prestigioso museo, verdadero pionero en materia de arte moderno.
En el MOMA son reacios a facilitar cifras. Como buenos artistas, parecen confirmar la tesis de que ?el arte no tiene valor?. Sin embargo, es f¨¢cil deducir que un mill¨®n de visitantes, r¨¦cord de toda la historia del museo para una exposici¨®n monogr¨¢fica (normalmente acuden unas 350.000 personas), dejar¨¢ sus cuatro millones de d¨®lares, m¨¢s otros cinco millones de d¨®lares gracias a la venta de unos 130.000 ejemplares del excelente cat¨¢logo de la exposici¨®n. En total, en pesetas, unos seiscientos millones, que cubrir¨¢n ampliamente el coste de la exposici¨®n, para la que cedieron cuadros museos y colecciones privadas de todo el mundo, as¨ª como los m¨²ltiples herederos de la obra de Picasso.
Picasso fue tambi¨¦n un buen negocio para los vendedores ambulantes de camisetas piratas con el nombre del artista o reproducciones de muchas de sus telas m¨¢s populares. A la salida del MOMA, en la calle 53 de Manhattan, en Nueva York, una docena de personas se calcula vendieron m¨¢s de 100.000 camisetas con obras impresas de Picasso. ?Tuvimos problemas al principio con la polic¨ªa y el propio museo, porque no encajaba con el marco elitista del MOMA?, dijo Lee Barnet, m¨²sico profesional de veintiocho a?os, que durante los cuatro meses de la exposici¨®n vendi¨® m¨¢s de 10.000 camisetas, lo que permiti¨® a miles de visitantes llevarse por siete d¨®lares (unas 420 pesetas) su Picasso como recuerdo.
Babelia
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