Las crisis internacionales bloquean la reuni¨®n preparatoria de la CSCE
El bloqueo que sufre la reuni¨®n preparatoria de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE), de Madrid, puede estar relacionado con la actitud que la Uni¨®n Sovi¨¦tica mantiene y puede desarrollar ante las crisis m¨¢s importantes que actualmente afectan las relaciones internacionales. Esta idea, que comparten algunos delegados de los m¨¢s significativos pa¨ªses occidentales que participan en la conferencia, fue rechazada ayer por el embajador de la URSS, Yuri Dubinin, quien declar¨® a EL PAIS que es ?completamente falso? que su pa¨ªs intente ligar el proceso de la CSCE con otros problemas internacionales.
El embajador Dubinin reconoci¨® tambi¨¦n que, desde hace dos semanas, los debates preliminares de la conferencia giran sin ¨¦xito en torno a las propuestas de orden del d¨ªa, organizaci¨®n y calendario presentadas por el Este -a trav¨¦s de Checoslovaquia y Hungr¨ªa- y por el Oeste -la de Espa?a- Dubinin, a?adi¨® que, como se empez¨® a hacer ayer, es hora de que una y otra parte ?tomen la pluma? y busquen un compromiso entre ambos textos para conseguir que la conferencia prosiga por ?buen camino como es el objetivo de mi pa¨ªs?.Lo cierto es que, tanto las delegaciones del Este como las del Oeste, coinciden en confirmar que los trabajos preparatorios de la CSCE est¨¢n en punto muerto y que, una y otra parte, se encuentran atrincherados detr¨¢s de las iniciativas escritas que h¨²ngaros y checoslovacos, por un lado, y espa?oles, por otro, presentaron al plenario con la intenci¨®n de redactar el orden del d¨ªa, calendario y organizaci¨®n de la reuni¨®n principal de la conferencia.
De todas maneras, en el grupo occidental algunas delegaciones significativas han intercambiado opiniones sobre la situaci¨®n de estos trabajos y han coincidido en subrayar su preocupaci¨®n por la posibilidad de que la URSS retrase intencionadamente los debates a la espera del pr¨®ximo desarrollo de las crisis internacionales, como las de Polonia, Afganist¨¢n y el conflicto irano-iraqu¨ª. Estas delegaciones resaltan la lentitud y ambig¨¹edad con que reaccionan las delegaciones del Este sobre los trabajos de la conferencia -Checoslovaquia y Alemania Oriental se dedicaron ayer, sobre todo, a atacar a la Prensa occidental y lo dif¨ªcil que resulta para el grupo occidental obtener precisiones de los pa¨ªses socialistas sobre el significado y alcance de sus propias propuestas. Asimismo, los occidentales empiezan a pensar seriamente que la URSS no aceptar¨¢ en Madrid el reglamento de la Conferencia de Belgrado, como lo propuso Espa?a, ni siquiera una versi¨®n similar algo corregida.
La preocupaci¨®n general occidental es compartida tambi¨¦n por alguna delegaci¨®n socialista, que reconoce la actitud sovi¨¦tica de ?no tener ninguna prisa? en solucionar los problemas pendientes. Se a?ade, de fuente socialista, que los sovi¨¦ticos no desean volver a Mosc¨² con un reglamento similar al de Belgrado y que, aunque est¨¦n casi de acuerdo con el fondo de la propuesta hispana, quieren una f¨®rmula distinta y lo suficientemente ambigua que permita todas las lecturas.
Asimismo, se a?ade que la URSS podr¨ªa aceptar cuatro semanas de debate sobre el cumplimiento del Acta de Helsinki, aun que divididas entre las discusiones en sesi¨®n plenaria y las de las comisiones de trabajo, y se se?ala por ¨²ltimo que los pa¨ªses del Este desean garant¨ªas de que en la segunda fase de la conferencia, relativa a las propuestas, no se vuelva a discutir sobre las cuestiones pol¨ªticas.
Por su parte, los occidentales buscan de cuatro a cinco semanas de debate del Acta de Helsinki, garant¨ªas sobre la fecha y lugar de la pr¨®xima conferencia y el mantenimiento del derecho a intervenir pol¨ªticamente en cualquier fase de la CSCE.
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