La opini¨®n de los dem¨¢s
La fama, esa voz general que a veces llega a repetir la opini¨®n de algunos sobre s¨ª mismos, protagoniza esta historia a medias entre la ficci¨®n y lo documental, donde Alan Parker nos habla de futuros ¨¦xitos y frustraciones. Filmes anteriores, al tratar tal tipo de temas, conced¨ªa primordial importancia a las an¨¦cdotas particulares a trav¨¦s de las cuales los protagonistas llegaban a los grandes espect¨¢culos. Nadie llegaba a cre¨¦rselas del todo, pero entraba en el juego a¨²n a sabiendas de que esa fama tan tenazmente trabajada llamar¨ªa a sus puertas.Otras veces, la ficci¨®n se vest¨ªa de historia verdadera, con nombre y apellidos que a la postre ayudaban a permanecer m¨¢s tiempo en cabecera. Eran casos biogr¨¢ficos aislados, gente tenaz, nietos de los antiguos elegidos, se?alados por el dedo de la fama en el dif¨ªcil escalaf¨®n de los mejores. M¨²sica, teatro y m¨¢s tarde cine han servido desde los a?os dorados de la ¨®pera para alzar tales divos a la categor¨ªa de modernos h¨¦roes.
Fama
Direcci¨®n: Alan Parker. Int¨¦rpretes: Eddie Barth, Irene Kara, Lee Curreri. Documental musical. 1979.Local de estreno: cine Amaya.
Los tiempos han cambiado, sin embargo, y Alan Parker nos lo viene a decir en este salto al ¨¦xito de un pu?ado, no de forma tradicional seg¨²n el gusto y manera cl¨¢sicos, sino al aire de los vientos que corren, en conjunto, sin rangos ni categor¨ªas, unidos sus personales s¨®lo por su vocaci¨®n por ganar un lugar en el sistema solar de salas de fiestas y escenarios.
Diversos tipos de distintas clases sociales, raza o color, viven as¨ª su aventura en el camino del arte, que para unos acabar¨¢ en ballet y para otros en formas m¨¢s modestas o menores. El medio en s¨ª cuenta poco, lo importante es llegar, traspasar esa incierta barrera m¨¢s all¨¢ de la cual un p¨²blico invisible acecha a la espera de pronunciarse.
Incluso el mismo realizador parece demostrarlo en su obra, que se aparta totalmente del anterior Expreso de medianoche. Si aquel era un filme de aventura y violencia, ¨¦ste lo es del arte y la pasi¨®n por ¨¦l. Aqu¨ª se nos muestra capaz de alzar un excelente musical con sencillez y dominio de actores, reverso de tantos otros donde coreograf¨ªa, m¨²sica y ritmo puramente exterior acaban por abrumar a fuerza de gratuitas exhibiciones.
La gran virtud de Parker en esta ocasi¨®n es saber contar esta historia m¨²ltiple y ¨²nica sin alardes, pero con eficacia, sin grandes nombres, mas con buenos actores, todo lo cual, a la postre, viene a demostrar un buen sabor en un oficio donde la fama es hoy por hoy tan importante como en los tiempos de los grandes divos, las tragedias solemnes, los tremendos bar¨ªtonos y los suaves tenores.
Babelia
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