Un inmenso error

Respondiendo a una pregunta de Arbeloa, sobre la posible inmunidad de los miembros del Parlamento Foral, cuesti¨®n que ha originado una pol¨¦mica despu¨¦s de las detenciones y encarcelamientos de los parlamentarios Jos¨¦ Antonio Urbiola y Fernando S¨¢ez, ambos de Herri Batasuna (HB), el Gobierno ha cometido el inmenso error de desconocer la realidad del r¨¦gimen foral de Navarra, su capacidad de autogobierno y el l¨ªmite de las funciones de las instituciones forales.Por una parte, el Gobierno asegura que el Parlamento Foral de Navarra es un organismo de autogobierno creado con la finalidad de preparar el acceso a la autonom¨ªa de la provincia. La ignorancia debe ser muy atrevida, para permitirse afirmaciones de este tipo, cuando es p¨²blico y notorio, al menos a los efectos oficiales, que Navarra no tiene que acceder a la autonom¨ªa, sino completar sus competencias hasta el l¨ªmite constitucional y reorganizar sus instituciones, porque ya tiene autonom¨ªa de hecho. Y lo que es m¨¢s importante, ejerce su capacidad recaudatoria y administra un presupuesto de 24.000 millones de pesetas, en 1980, para un territorio de menos de medio mill¨®n de personas.

De otro lado, el Gobierno afirma que el Parlamento Foral carece de potestad legislativa, sin reparar que el Real Decreto 121/1979 de 26-1-1979, sobre elecciones locales y ordenaci¨®n de las instituciones forales de Navarra, que fue negociado entre la Diputaci¨®n de Navarra y el entonces ministro del Interior, Mart¨ªn Villa, atribuye al Parlamento Foral actuaciones de rango normativo, al menos respecto a las competencias de la diputaci¨®n. Dicho de otro modo, se reconoce que el Parlamento Foral tiene capacidad para dictar normas no reglamentarias -y, por tanto, legislativas-, que aun no denomin¨¢ndose leyes, tienen naturaleza legislativa. Y eso se ha visto en el quehacer diario del Parlamento, en temas, por ejemplo, relativos a los impuestos. El actual Parlamento no tiene iniciativa legislativa, eso est¨¢ claro, pero s¨ª cuenta con potestad legislativa, a pesar de la err¨®nea interpretaci¨®n que el Gobierno ha dado a este tema.