El pa¨ªs del milagro econ¨®mico
Desde que en abril de 1952 Jap¨®n recuper¨® su soberan¨ªa, despu¨¦s de casi siete a?os de ocupaci¨®n militar estadounidense, su historia ha sido la de un asombroso ¨¦xito econ¨®mico. La velocidad y la intensidad de este fen¨®meno es algo que pocos hubieran podido prever en un pa¨ªs que sali¨® del feudalismo hace poco m¨¢s de un siglo.La vida pol¨ªtica japonesa ha estado dominada desde 1955 por el Partido Liberal Democr¨¢tico, amalgama de grupos pol¨ªticos con dos cosas en com¨²n: una ideolog¨ªa conservadora y una firme decisi¨®n de que los socialistas no lleguen al poder. Bajo el lema de dar prioridad a la econom¨ªa sobre la pol¨ªtica, los sucesivos Gobiernos han llevado una gesti¨®n eficaz que ha convertido al pa¨ªs en la tercera potencia econ¨®mica del mundo. En estas condiciones ni los diversos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n ni las continuas querellas entre los distintos grupos parecen haber disminuido la credibilidad de un partido que en las pasadas elecciones del 22 de junio de 1980 obtuvo una holgada mayor¨ªa.
Potencia inversora en nuestro pa¨ªs
Los japoneses parecen ser quienes mejor han sabido ver la potencialidad del mercado espa?ol como puente hacia Europa y Am¨¦rica Latina. La agresividad de sus inversiones en Espa?a es se?al de una m¨¢s que decidida confianza en nuestra econom¨ªa. La compra, en enero de este a?o, por parte de la compa?¨ªa japonesa Nissan Motor Co, del 36% de las acciones de Motor Ib¨¦rica y los contactos de esa compa?¨ªa y de Toyota en torno a Seat son dos muestras del inter¨¦s de la tercera potencia econ¨®mica mundial por nuestro pa¨ªs.En la actualidad, las inversiones japonesas en Espa?a superan los 20.000 millones de pesetas, y los expertos estiman que la verdadera penetraci¨®n no est¨¢ m¨¢s que en sus inicios. Cuatro bancos japoneses tienen abiertas sucursales en nuestro pa¨ªs y otros tres esperan hacerlo en los pr¨®ximos meses.
En los ¨²ltimos a?os, las negociaciones econ¨®micas entre ambos pa¨ªses han sido incesantes. Atra¨ªdos por la rentabilidad, la automoci¨®n, la electr¨®nica de consumo y la alimentaci¨®n son los sectores en los que m¨¢s se interesa el capital japon¨¦s.
Jap¨®n es el und¨¦cimo abastecedor de Espa?a y nuestro decimocuarto cliente. En 1979, nuestras exportaciones ascendieron a 24.629 millones de pesetas, frente a los 39.924 millones que representaron las importaciones. Los relojes, el material electr¨®nico y la maquinaria constituyen el grueso de nuestras compras.
A pesar del fuerte desequilibrio desfavorable a nuestra balanza comercial, Espa?a aspira a una nivelaci¨®n en el volumen de los intercambios. En el marisco y el pescado congelado, en las bebidas alcoh¨®licas y en otros bienes de consumo, que van desde derivados de la piel a piezas de artesan¨ªa, descansa el futuro incremento de nuestras exportaciones. Por contra, Jap¨®n espera una liberalizaci¨®n de nuestros aranceles -acutalmente, 143 productos te est¨¢n vetados-, que reportar¨ªa una mayor competitividad a sus productos.
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