La sombra mejorada de Oliveira Salazar
Marcelo Caetano, un hombre cauteloso, prudente, de car¨¢cter ensimismado y mortecino, sabio jurista, gobern¨® Portugal con mano dura durante seis a?os.Nacio en Lisboa el 17 de agosto de 1906. Estudioso y austero, cat¨®lico fan¨¢tico, se especializ¨® en derecho administrativo. En 1936 redact¨® el C¨®digo Administrativo portugu¨¦s y fue miembro del Consejo del Imperio Colonial (1936-1947). Rector de la Universidad de Lisboa desde 1952, comienza por aquellos a?os su fulgurante carrera pol¨ªtica como ministro de Colonias y llega a ministro de la Presidencia en 1955. As¨ª se convierte en la sombra enigm¨¢tica de Oliveira Salazar, y en su consejero m¨¢s ¨²til. Autoritarios y fascistas ambos, sus temperamentos divergen. El dictador Salazar, enmohecido ideol¨®gicamente, refractario a toda innovaci¨®n, se opone a las reformas liberales y neocapitalistas que le sugiere Caetano.
As¨ª, en 1958 se produjo la ruptura entre ambos, sirviendo como pretexto la entrada de la polic¨ªa en la universidad. Su carrera pol¨ªtica parec¨ªa terminada. Pero el 27 de septiembre de 1968, al fallecer Antonio de Oliveira Salazar, el presidente Am¨¦rico Thomas lo llamaba para confiarle la presidencia del Gobierno. Caetano inici¨® una pol¨ªtica cautelosa de prudente apertura. Abri¨® Portugal a las inversiones de capital extranjero.
La censura fue menos r¨ªgida, y algunos exiliados, entre ellos el socialista Mario Soares, retornaron. Sin embargo, mantuvo intacta la estructura del Estado polic¨ªaco y corporativo.
Consciente de la p¨¦rdida del apoyo del ala liberal del salazarismo, en los ¨²ltimos a?os se ali¨® con la extrema derecha civil y militar hasta su ca¨ªda el 25 de abril de 1974. ?Juzgo absolutamente indispensable que alguien con responsabilidad se haga cargo de la situaci¨®n antes que el poder caiga en la calle?. Efectivamente, se rindi¨® al general Sp¨ªnola, a quien entreg¨® el poder. Estuvo detenido, primero, en Lisboa, y m¨¢s tarde en Madeira. El 20 de mayo de 1974 sal; ¨® rumbo a su exilio en Brasil.
En 1978, cuando la derecha portuguesa volvi¨® al Gobierno, se le insinu¨® la posibilidad de regresar a su pa¨ªs, oferta que rechaz¨®, debido, seg¨²n dijo, a que vivir en Portugal significar¨ªa, para ¨¦l, recordar muchas traiciones.
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