Gobierno y sindicatos libres buscan de nuevo una soluci¨®n a la crisis polaca
El desarrollo de la crisis polaca depende, una vez m¨¢s, de las entrevistas, que comenzaron ayer en Gdansk, entre el viceprimer ministro, Mieczyslaw Jagieiski, y el l¨ªder obrero Lech Walesa.
Jagielski, negociador en esta ciudad portuaria polaca de los acuerdos que pusieron en marcha el sindicalismo independiente, lleg¨® en la ma?ana de ayer para transmitir a los l¨ªderes de la confederaci¨®n sindical Solidaridad que el primer ministro, Jozet Pinkowski, estaba dispuesto a negociar con los obreros, pero no se somet¨ªa a su ultimatum para trasladarse al astillero Lenin, de Gdansk.En un mensaje transmitido a los obreros por el voivoda (gobernador) de Gdansk, Jerzy Kolodziejski, quien acompa?¨® brevemente a Jagielski en una visita al astillero Lenin, Pinkowski propone recibir el viernes, en Varsovia, a una delegaci¨®n de diez miembros de Solidaridad ?con poderes decisorios?.
En la tarde de ayer, la comisi¨®n de coordinaci¨®n del sindicato se reuni¨® de nuevo para debatir la propuesta del Jefe del Gobierno polaco. Con anterioridad, a las 9.15, hora de Madrid, se reuni¨® la comisi¨®n de coordinaci¨®n de Solidaridad (presidencia provisional) en el hotel Morski, de Gdansk, para estudiar los temas que tratar¨ªa su presidente, Lech Walesa, con Jagielski en la primera reuni¨®n, en la prefectura de Gdansk, a mediod¨ªa de ayer.
Los lideres del sindicato independiente polaco establecieron que el encuentro deb¨ªa tratar sobre la legalizaci¨®n de Solidaridad, sin modificaci¨®n de sus estatutos, contrariamente a lo dictado, el pasado jueves, en el tribunal regional de Varsovia; sobre el problema del acceso del nuevo sindicato a los medios de comunicaci¨®n, as¨ª como otros puntos contenidos en los acuerdos de Gdansk que siguen en suspenso, de manera especial las subidas salariales, otorgando al Gobierno el plazo de una semana para resolver este problema.
Los diversos representantes de los MKZ (sindicatos independientes) afiliados a Solidaridad, un total de 53, se preguntan ahora si la aceptaci¨®n, el pasado mes de agosto, por parte del partido comunista (POUP) de una organizaci¨®n sindical independiente no era una mera maniobra t¨¢ctica para ganar tiempo antes de volver a tomar el control de las organizaciones obreras.
De esta forma, los obreros del astillero Lenin, que vuelven a estar en cabeza de la radicalizaci¨®n laboral, como ocurriera en 1956, 1970 y el pasado verano, solicitaron un nuevo acuerdo con las autoridades para que se garantizase sin ambages ?la independencia y autogesti¨®n? de los nuevos sindicatos, que dicen tener en estos momentos ocho millones de afiliados.
La radicalizaci¨®n de los sindicalistas parece haber sobrepasado a Lech Walesa y al equipo de expertos que, desde el pasado mes de agosto, asesoran a los obreros, con el periodista cat¨®lico Fadeuzs Mazowiecki como su presidente.
El l¨ªder obrero propuso ayer a la asamblea, antes de su primera entrevista con Jagleiski, que Solidaridad enviase ma?ana una delegaci¨®n a Varsovia para ?invitar? al primer ministro, Pinkowski, a que se traslade a Gdansk lo antes posible para tratar con los obreros acerca de las imposiciones para el registro de Solidaridad.
Mientras la amenaza de una huelga general sigue en el aire, el comunismo checoslovaco, a trav¨¦s de su ¨®rgano oficial, Rude Pravo, que dirige las mayores cr¨ªticas a los acontecimientos Polacos desde el comienzo de la crisis, lanz¨® ayer un nuevo y duro ,ataque contra Solidaridad.
Rude Pravo acus¨® al sindicato independiente de provocar el caos en la econom¨ªa nacional y critic¨® tanto a Walesa como al Club de Inteligencia Cat¨®lico (KIK) por prestarle su apoyo en el enfrentamiento.
Las cr¨ªticas al l¨ªder obrero fueron especialmente duras: ?Para asegurarse el estatuto?, dice Rude Pravo, ?el sindicato que dirige Lech Walesa se sirve, incluso, de los conflictos y la tensi¨®n?.
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