El investigador prepara dos nuevos tomos de su "Historia de Andaluc¨ªa"
?Quisi¨¦ramos que esta Historia de Andaluc¨ªa sirviera no para separar, sino para unir; que ense?e a los andaluces los or¨ªgenes de su situaci¨®n, les d¨¦ pistas para resolver algunos de sus problemas y, sobre todo, les haga conscientes de su universalidad?. As¨ª expresa el catedr¨¢tico, acad¨¦mico e historiador Antonio Dom¨ªnguez Ortiz la finalidad ¨²ltima del proyecto colectivo que a¨²na bajo su direcci¨®n los trabajos de veintisiete historiadores, la Historia de Andaluc¨ªa, editada por Planeta en ocho vol¨²menes, los dos primeros. ya en la calle, y los dos siguientes dispuestos a aparecer antes de fin de a?o.La rapidez que exige el plazo fijado para la publicaci¨®n de los ocho tomos y las lagunas que oscurecen ciertos per¨ªodos de la historia andaluza son las principales dificultades del equipo de autores, que todav¨ªa se re¨²nen peri¨®dicamente para coordinar la elaboraci¨®n de los ¨²ltimos cap¨ªtulos de la Historia.
?Aunque esta Historia, dirigida a un p¨²blico amplio, no es erudita, contiene mucha materia de archivo en sus p¨¢ginas, si bien en este terreno queda a¨²n mucho por explorar?, explica el historiador. ?En cuanto a la clasificaci¨®n por provincias, se mantiene la divisi¨®n fundamental en alta y baja Andaluc¨ªa, con la excepci¨®n de Ja¨¦n, que, por sus peculiaridades propias, merece un apartado especial?.
El castigo del centralismo
Con respecto a su visi¨®n como historiador sobre el problema de la autonom¨ªa andaluza, el profesor Dom¨ªnguez Ortiz dice: ?El andaluz no tiene ning¨²n complejo de inferioridad. Ser andaluz fue en ¨¦pocas pasadas un rasgo de prestigio que algunos pretend¨ªan simular. Sin embargo, en la escala de valores materiales es consciente de "ir a menos" y, en este sentido, concibe su af¨¢n autonomista no como insolidaridad con el resto de los espa?oles, sino como un remedio a su deteriorada situaci¨®n material y a la falta de control pol¨ªtico. En todo caso, ese af¨¢n auton¨®mico nunca llegar¨¢ al grado de crispaci¨®n que alcanza en otras nacionalidades del Estado. Es cuesti¨®n de, temperamento, no de razones?.En su opini¨®n, ?ha sido Andaluc¨ªa m¨¢s perjudicada por el centralismo que otras regiones? ?Convendr¨ªa aclarar sobre el centralismo que se ejerc¨ªa desde Madrid, porque era all¨ª donde las oligarqu¨ªas locales ten¨ªan su plataforma de actuaci¨®n; pero eso no significa responsabilizar a la ciudad de Madrid ni a sus habitantes. Es l¨®gico que Andaluc¨ªa fuera una de las regiones m¨¢s castigadas por el centralismo, debido a su originaria fama de riqueza y al hecho de tener menos capacidad de protesta. La poblaci¨®n, en la baja Andaluc¨ªa sobre todo, formaba una masa inorg¨¢nica, analfabeta, una sociedad mal estructurada?.
En cuanto a las claves hist¨®ricas que explican la realidad actual de Andaluc¨ªa, el profesor Dom¨ªnguez Ortiz considera que, en primer lugar, ?se puede hablar de la herencia sem¨ªtica, el ingrediente oriental que subsiste como un adobo de la raza, pese a la ruptura que represent¨® la Reconquista, ruptura, en cierto sentido, positiva, pues, al no producirse una fusi¨®n de razas, se nos ahorr¨® los a?os de vasallaje y discriminaci¨®n que sufrieron los moriscos en Arag¨®n o en Valencia. Por otra parte, est¨¢ el papel de frontera que juega Andaluc¨ªa a partir del descubrimiento de Am¨¦rica. Su situaci¨®n lim¨ªtrofe, no s¨®lo con el Nuevo Mundo, sino tambi¨¦n con Africa, el Mediterr¨¢neo y el Oriente, le confiere los rasgos t¨ªpicos de las regiones fronterizas, donde se suele dar un tipo de sociedad abierta, sustancialmente diferente a la de Castilla?.
Babelia
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