Las democracias latinoamericanas apoyaron sin entusiasmo a Carter

?M¨¢s vale malo conocido que malo por conocer?. Un humorista mexicano describ¨ªa as¨ª la discreta preferencia, carente de todo entusiasmo, que mostraban por Carter las democracias americanas de habla espa?ola. En el otro extremo, las dictaduras militares hac¨ªan votos por el ¨¦xito de Reagan, que prometi¨® apoyo y comprensi¨®n a cuantos se opongan al comunismo. Aunque no sean demasiado escrupulosos en el respeto a los derechos humanos.Fuera cual fuera su posici¨®n ante la carrera hacia la Casa Blanca, toda Am¨¦rica Latina, desde R¨ªo Grande al estrecho de Magallanes, sigui¨® ayer el proceso electoral estadounidense con el inter¨¦s de quien se juega buena parte de su inmediato futuro.

A lo largo de la campa?a electoral, el candidato republicano fue expl¨ªcito sobre lo que desea para sus vecinos del Sur. Su principal asesor en estos temas se expresaba as¨ª hace quince d¨ªas: ?Nos gustar¨ªa una Am¨¦rica Latina capitalista, anticomunisla, en constante desarrollo y orientada hac¨ªa Estados Unidos, Europa occidental y Jap¨®n?.

El propio Reagan declaraba la pasada semana a la cadena hispana de televisi¨®n ele Estados Unidos: ?En todas partes hay quienes no piensan como losotros en materia de derechos humanos, pero si se acercan a nuestros puntos de vista hay que ayudarlos, en lugar de irnos a ense?ar el camino a los castrocomunistas, porque entonces s¨ª que desaparecen por completo las libertades. Entre un pa¨ªs amigo y Cuba debemos mantener la amistad con el primero como el menor de los males?.

La campa?a de Carter no ha satisfecho ni a unos ni a otros. A los dictadores, porque les ha dicho abiertamente que su pol¨ªtica exterior estar¨¢ orientada a convertirlos a la democracia. A los Gobiernos salidos de las urnas, porque no han visto traducido en d¨®lares el apoyo verbal de la actual Administraci¨®n. En cualquier caso, parece evidente que un nuevo per¨ªodo presidencial de Carter pod¨ªa contribuir a una lenta apertura de las dictaduras del Cono Sur, mientras que un eventual triunfo de Reagan dar¨ªa m¨¢s fuerza a los halcones de estos pa¨ªses, deseosos de perpetuar los reg¨ªmenes de fuerza.

Evitar una nueva Nicaragua

Donde es probable que la pol¨ªtica de uno y otro difiera muy poco es en Centroam¨¦rica, la zona m¨¢s inestable del continente. Aunque Carter se ha mostrado contrario auna intervenci¨®n en El Salvador o Guatemala, en tanto que Reagan no lo ha descartado totalmente, es muy probable que ninguno de los dos pueda cumplir sus palabras.Sea cual fuere el ganador de las elecciones, los guerrilleros salvadore?os tienen el convencimiento de que, despu¨¦s de hoy, Estados Unidos va a intervenir mucho m¨¢s directamente en el conflicto para evitar una nueva Nicaragua. Precisamente por eso iniciaron hace algunas semanas la ofensiva del Norte, que tiene ya caracteres de guerra civil y que les ha permitido controlar una parte del territorio nacional. Lo que est¨¢ fuera de toda duda es que ni Carter ni Reagan est¨¢n dispuestos a que en El Salvador se instale un nuevo Gobierno revolucionario.

Sus respectivas posiciones ante Cuba y la exportaci¨®n de su sistema pol¨ªtico difieren muy poco. Ambos han hecho fervientes promesas de que cerrar¨¢n el paso al expansionismo castrista, pero nadie duda de que Reagan ser¨ªa en esto mucho m¨¢s radical.