De la intervenci¨®n francesa a la penetraci¨®n libia
En los ¨²ltimos d¨ªas, la guerra en Chad ha experimentado un espectacular recrudecimiento. Hissen Habre, el ex ministro de Defensa, hoy enfrentado a su Gobierno con el apoyo de Egipto, acusa a Libia de intervenir en el conflicto por medio de un ?Ej¨¦rcito Isl¨¢mico? compuesto por musulmanes de todas las nacionalidades. Fuentes militares norteamericanas dijeron el jueves en Washington que 4.000 combatientes libios avanzan hacia la capital, Nyamena. Esto ha sido negado por el presidente Gukuni Uedei, quien afirma que la ayuda libia se limita a alimentos, medicinas y asesoramiento t¨¦cnico. En el centro del pa¨ªs, en lo que puede ser, ya la ¨²ltima fase de la guerra, los combates se intensifican, mientras las importantes posiciones de Faya, Kalait y Um Chauba han sido tomadas, por- las tropas del presidente Gu kuni Uedei. El Ej¨¦rcito franc¨¦s, de amplia experiencia intervencionista en Chad, denuncia la presencia de aviones de bombardeo de fabricaci¨®n sovi¨¦tica que, procedentes del norte del pa¨ªs, intervendr¨ªan en la lucha. La conflagraci¨®n de Chad nunca ha sido una guerra civil.
Hace ya muchos meses que nadie pasea por la antes concurrida calle Cuarenta de la capital de la Rep¨²blica del Chad, Nyamena. Calle que hoy es permanentemente cruzada por proyectiles, granadas y cohetes. Arrastr¨¢ndose por las cunetas, que se han convertido en improvisadas trincheras, es posible ver a¨²n los resecos cad¨¢veres de los combatientes que all¨ª han ca¨ªdo y que nadie puede retirar. Tras quince a?os de guerra en Chad, la muerte es parte y espantosa realidad de la vida de este pueblo torturado. Y otra vez, hoy como ayer, los estereotipos y simplificaciones err¨®neas confunden los reales motivos de esta guerra, que comenz¨® hace quince a?os.Ayer, cuando en el Tibesti combat¨ªa el Frente de Liberaci¨®n Nacional del Chad (Frolinat) contra el Ej¨¦rcito chadiano y el Ej¨¦rcito colonial franc¨¦s, la guerra fue presentada como un conflicto religioso isl¨¢mico-cristiano. M¨¢s tarde se invoc¨® el expansionismo libio.
Hoy, cuando los combates enfrenten al Frolinat de Goukuni Uedei con las Fuerzas Armadas del Norte (FAN) del ex ministro de Defensa Hissen, Habr¨¦, Ya no es posible invocar motivos religiosos o tribales por cuanto t¨¢nto Goukuni Uedei como Hissen Habr¨¦ son musulmanes y pertenecen a la misma ¨¢rea geogr¨¢fica.
La guerra, dicen ahora, es la guerra ?de los jefes?. Cualquier cosa es v¨¢lida para enmascarar el porqu¨¦ un pueblo lucha, el porqu¨¦ un pueblo muere.
Cuando el Frolinat fue creado, en 1967, Chad. era lo que sigue. siendo hoy gran parte de Africa: un pa¨ªs formalmente independiente en el cual todos los resortes econ¨®micos (y por tanto pol¨ªticos) de la nueva rep¨²blica segu¨ªan en manos de la potencia colonial, Francia. Chad era parte del dispositivo militar que desde Yibuti, en el mar Rojo, parti¨® en dos el continente africano hasta la base de San Luis, en Senegal. En lo econ¨®mico, los recursos hasta ese momento explotados sefeduc¨ªan al algod¨®n, mientras que las inmensas riquezas minerales y petrol¨ªferas se hallaban en proceso de investigaci¨®n.
Francia hab¨ªa convertido a Chad en un pa¨ªs fuertemente tribalizado, apoy¨¢ndose en lastribus animistas y cristianas del Sur (Saras) al serle imposible someter a las etnias musulmanas del centro y norte del pa¨ªs. Al ser otorgada la independencia, en 1960, la Administraci¨®n y el Ej¨¦rcito se hallaban constituidos de manera abrumadora por miembros de las tribus del Sur. Y fueron estos funcionarios y estos militares quienes heredaron las prebendas y los cargos en la nueva e ?independiente? Administraci¨®n.
Asfixia geogr¨¢fica
L¨®gicamente, la rebeli¨®n chadiana se inici¨® como una contestaci¨®n regional contra la opresi¨®n de que era objeto por parte de la Administraci¨®n tribal de Nyamena. E inmediatamente, tras la creaci¨®n del Frolinat por Ibrahini Abachia, la insurrecci¨®n local se transform¨® en revoluci¨®n al establecerse como objetivo la liberaci¨®n nacional contra el colonialismo franc¨¦s que segu¨ªa imperante en Chad. La revoluci¨®n chadiana era un caso an¨®malo en Africa. An¨®malo y peligroso. Era la primera vez que un pueblo se sublevaba contra la Administraci¨®n neocolonial ?independiente?. Por ello fue imposible obtener apoyo alguno de la OUA, que s¨®lo pod¨ªa y quer¨ªa ocuparse de los territorios a¨²n bajo, soberan¨ªa de las potencias coloniales europeas. A esta dificultad pol¨ªtica se un¨ªa la angustiosa situaci¨®n de asfixia geogr¨¢fica en la que se desarrollaba la lucha, dado el enclavamiento de Chad.Era evidente la necesidad para el Frolinat de un apoyo log¨ªstico por parte de cualesquiera de los pa¨ªses lim¨ªtrofes: Sud¨¢n, Rep¨²blica Centroafricana, Camer¨²n, N¨ªgeria, N¨ªger o Libia.
Por razones obvias ni de la Rep¨²blica Centroafrincana ni del Camer¨²n ni de Nigeria ni de N¨ªger se pod¨ªa esperar ayuda alguna. En los primeros a?os algo se consigui¨® de Sud¨¢n (una cierta pasiva complicidad), y tras la accesi¨®n al poder de Muamar el Gadafi, asistimos a la creciente, contradictoria y decisiva intervenci¨®n libia.
Los objetivos de Libia con respecto a la revoluci¨®n chadiana son, por lo menos, amb¨ªvalentemente ambiguos: por una parte, un Chad militarmente controfado por Francia significa un potencial peligro para la revoluci¨®n libia; por otra parte, un Chad revolucionario y nacionalista significa asimismo un frenazo a los objetivos africanistas del l¨ªder libio Gadafi, por cuanto jam¨¢s el Frolinat ha aceptado la sustituci¨®n de la presencia francesa por la de Libia.
De esta manera, la desconfianza ha sido com¨²n denomiador en la actitud libia respecto a un Frolinat fuertemente celoso de la salvaguardia de los principios de soberan¨ªa nacional, de independencia, raz¨®n por la que fue creado y por la que lleva luchando quince a?os.
Y nos encontramos con el problem.as de la banda de Auzu.
Adouni Yakoub, director del Gabinete de la Presidencia de Chad, analiza el problema: ?La banda de Auzu es una faja de terreno de cien kil¨®metros de profundidad que fue cedida en 1935 por el ministro de Exteriores franc¨¦s Laval (fusilado posteriormente por colaboracionista con los nazis) a Mussolini. Dicho acuerdo jam¨¢s fue ratificado por el Senado franc¨¦s y nunca un solo italiano puso los pies en dicho territorio ?.
?Cuando Libia se hizo miembro de la OUA (uno de cuyos puntos paradigm¨¢ticos es la intangibilidad de fronteras), sus l¨ªmites territoriales exclu¨ªan Auzu. Al devenir Chad Estado independiente en 1960 el Gobierno chadiano perdi¨® el control de Auzu a causa de la ofensiva realizada por el Frolinat. Posteriormente, Libia, aprovechando la debilidad del Frolinat, inici¨® su presencia en el citado territorio, primero, sanitaria y humanitaria, aument¨¢ndola de manera gradual hasta expulsar a los escasos combatientes del Frolinat?.
Si consideramos que los enfrentamientos pol¨ªticos, e incluso militares han sido permanentes entre el Frolinat y Libia a causa de este territorio, que el Frolinat en su programa pol¨ªtico incluye firmemente, ?la salvaguardia de la unidad e integridad territorial? y a todo ello le unimos el hecho de que el propio presidente de Chad y del Frolinat, Gukuni Uedei, es natural de Tibesti, donde se halla Auzu, se puede llegar a obvias y claras conclusiones. Es por ello por lo que la ayuda libia al Frolinat ha carecido de caracter¨ªsticas ilimitadas e incondicionales.
Y en la actualidad asistimos en Libia a una repetici¨®n del mismo contradictorio proceso: por una parte, la preocupaci¨®n por un posible cerco en su frontera sur a consecuencia de una victoria de Habr¨¦ (l¨¦ase Egipto), y por otra, la profunda desconfianza que siente respecto a un Chad nacionalista dirigido por el presidente Uedei.
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