La situaci¨®n econ¨®mica argentina no parece mejorar, pese al optimismo oficial
Con un d¨¦ficit fiscal de 4.400 millones de d¨®lares, las reservas descendiendo a un ritmo inquietante, una tasa inflacionaria del 62,6% desde primeros de a?o, la recesi¨®n golpeando con violencia a la industria, una balanza de pagos deficitaria en 6.000 millones de d¨®lares y una deuda externa de 25.000 millones de d¨®lares, el ministro argentino de Econom¨ªa, Jos¨¦ Mart¨ªnez de Hoz, sigue formulando declaraciones optimistas.
El hombre fuerte del r¨¦gimen del general Videla, el ultraliberal Joe Mart¨ªnez de Hoz, contin¨²a diciendo a quienes quieren escucharle que su pol¨ªtica -que cuenta con el apoyo incondicional del presidente Jorge Videla- tiende fundamentalmente a sanear la econom¨ªa, que la inflaci¨®n est¨¢ a punto de ser derrotada y que muy pronto se podr¨¢ construir sobre nuevos cimientos.Lo cierto es que Mart¨ªnez de Hoz, un acaudalado empresario ligado a las multinacionales, tiene cada vez menor audiencia. Y, desde luego, muchas m¨¢s cr¨ªticas. No menos cierto es que quienes le critican estiman, por ejemplo, que para combatir la galopante inflaci¨®n, que llega a un promedio de 200% anual desde 1975, un a?o antes de que los militares dieran el golpe de Estado y derrocaran a la entonces presidente constitucional, Mar¨ªa Estela Mart¨ªnez de Per¨®n, el establecimiento de una escala fija de devaluaci¨®n del peso no corresponde a la realidad.
Esos cr¨ªticos y los especialistas estiman, por el contrario, que el procedimiento en cuesti¨®n provoca, en realidad, una fuerte y artificial sobrevaloraci¨®n del peso argentino, que favorece las importaciones y desalienta las exportaciones, cada vez m¨¢s bajas.
Con el sombr¨ªo marco que conforman las cifras citadas -oficiales, por cierto- de fondo, como una musiquilla insidiosa, cobra inter¨¦s la pregunta que David Rockefeller, titular del Chase Manhattan Bank, formul¨® al general Roberto Viola, recientemente designado por los militares presidente de Argentina para el per¨ªodo 1981-1984, durante la estancia del primero en el pa¨ªs, en una reuni¨®n del Consejo de Administraci¨®n del Chase. El banquero se entrevist¨® privadamente con Viola despu¨¦s.
La pregunta de Rockefeller
Rockefeller, ¨ªntimo amigo de Mart¨ªnez de Hoz, pregunt¨® al futuro presidente de los argentinos si va a seguir la pol¨ªtica econ¨®mica oficial, pregunta que, por otra parte, est¨¢ tambi¨¦n en la boca del hombre de la calle. Viola, a quien los integrantes de su entourage califican de ?muy pol¨ªtico?, contest¨® que la filosof¨ªa de las fuerzas armadas es inamovible como rumbo del proceso militar, pero su instrumentaci¨®n puede recibir todas las modificaciones necesarias.Hay otra pregunta, que se formula todo el mundo, como recordaba d¨ªas pasados el siempre bien informado diario Clar¨ªn, de Buenos Aires: ??La pol¨ªtica de Mart¨ªnez de Hoz es la filosof¨ªa de las fuerzas armadas o s¨®lo un intento de instrumentarla??
Mientras se plantean todas estas preguntas, arrecian las cr¨ªticas contra Mart¨ªnez de Hoz. Adolfo P¨¦rez Esquivel, flamante premio Nobel de la Paz, acaba de decir, en un homenaje que se le ha tributado y al que asistieron casi cuatrocientas personas, que ?todo Estado tiene derecho a defenderse ante la amenaza de una agresi¨®n, pero con la aplicaci¨®n estricta de la ley?, al referirse a ?los obreros impedidos de constituir legalmente su Confederaci¨®n General del Trabajo ?.
Pero los avatares de Mart¨ªnez de Hoz no terminan aqu¨ª. El jefe de la Fiat y uno de los m¨¢s acaudalados industriales de Europa, Giovanni Agnelli, se ha referido en t¨¦rminos preocupantes a la ?pesada ca¨ªda de la demanda interna en Argentina? y al ?notable peso de los costes financieros, que son del 80% anual?, lo que obliga a su empresa, como a las principales multinacionales que operan en el pa¨ªs, a un dr¨¢stico redimensionamiento.
Las declaraciones de Agnelli difieren con mucho de las loas optimistas derramadas como un b¨¢lsamo por Rockefeller en cuanto a la realidad econ¨®mica del pa¨ªs y su futuro.
Varias instituciones bancarias est¨¢n en peligro, adem¨¢s, por la situaci¨®n general del sector industrial, que tropieza con dificultades para reembolsar sus deudas. Para conjurar este peligro se han constituido clubes de bancos, que podr¨¢n reclamar anticipos al Banco Central -banco de emisi¨®n- con m¨¢s posibilidades de ¨¦xito.
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