"El correo de Estambul" nueva novela de Alfonso Grosso
?Graham Greene y Le Carr¨¦ se hicieron escritores despu¨¦s de ser esp¨ªas. Yo no puedo saber si, como escritor, voy a terminar siendo esp¨ªa?, dijo Alfonso Grosso en un momento de la comida de presentaci¨®n de su libro El correo de Estambul, que acaba de publicar Planeta.Leopoldo Azancot hab¨ªa definido la novela como el intento de enlazar con la literatura popular, con la novela de g¨¦nero, y tambi¨¦n con su profesionalizaci¨®n como escritor, que le hac¨ªa salir cada vez m¨¢s del amateurismo. Y esto, dijo Azancot, en un momento en que ?el escritor espa?ol tiene nostalgia de los mecenas y vocaci¨®n de funcionario?.
?Es m¨¢s democr¨¢tico?, dec¨ªa Azancot, ?que el escritor que quiere vivir de la literatura, debe su peso al p¨²blico comprador?. En este sentido, y salvando lo que de concesi¨®n puede haber en la elecci¨®n, el novelista y cr¨ªtico literario defini¨® la opci¨®n de Alfonso Grosso como una salvaci¨®n de infinitos riesgos, como una puesta en relaci¨®n del oficio y el arte y, en fin, como el establecimiento de un entendimiento especial entre el escritor y el n¨²mero lo bastante amplio de lectores.
Por su parte, Alfonso Grosso advirti¨® acerca de ?simpat¨ªas evidentes del libro que pueden ponerse en contra, y no me importa la cr¨ªtica de sectores de la literatura y aun de la pol¨ªtica espa?ola. Mi libro est¨¢?, dir¨ªa, ?m¨¢s cerca de Israel que de los pa¨ªses ¨¢rabes, y es, creo, claramente prooccidental, proeuropeo?. Esto, seg¨²n ¨¦l, resulta arriesgado en un momento en que ?posturas evidentes, no s¨®lo contra ciertos Estados, sino tambi¨¦n contra ciertas actitudes liberales, rozan el esc¨¢ndalo?, por lo que declar¨® su ?indignaci¨®n personal ante despiadados ataques a ciertos sectores de la sociedad espa?ola.
Naturalmente, el debate se centr¨® en el filosemitismo o, mejor, en el filojuda¨ªsmo declarado por Alfonso Grosso, que dijo, entre otras cosas, que ?diez a?os m¨¢s de administraci¨®n ¨¢rabe de Jerusal¨¦n hubieran terminado con todos los fundamentos arquitect¨®nicos y paisaj¨ªsticos de nuestra cultura judeocristiana?.
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