Los consejos de Prensa no son compatibles con una legislaci¨®n sobre la libertad de expresi¨®n
El secretario de la Asociaci¨®n de Editores Espa?oles, Pedro Crespo de Lara, propuso al final del seminario sobre Los consejos de Prensa en Europa, celebrado ayer y anteayer en Madrid, la constituci¨®n, previa reflexi¨®n y debate, de un consejo de Prensa para Espa?a, a pesar de que no existen en estos momentos las condiciones de libertad de expresi¨®n y entendimiento profesional suficientes como para hacer de este, organismo un instrumento v¨¢lido de autocontrol, de servicio al lector y de independencia frente a los poderes p¨²blicos.
La ¨²ltima sesi¨®n de este seminario, organizado por el Club Internacional de Prensa y por la Asociaci¨®n de Editores de Diarios Espa?oles (AEDE) en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Friedrich Naumann, se transform¨® de una propuesta inicial de creaci¨®n de un consejo de Prensa en un debate en profundidad sobre la situaci¨®n de la Prensa en Espa?a, en el que participaron como ponentes los directores de EL PAIS, Juan Luis Cebri¨¢n; de Abc, Guillermo Luca de Tena, y de La Vanguardia, Horacio S¨¢enz Guerrero, y el secretario de la AEDE, Pedro Crespo de Lara.La posibilidad de creaci¨®n en Espa?a de un consejo de Prensa se hab¨ªa perfilado tras las exposiciones sobre la historia, organizaci¨®n, financiaci¨®n, tareas y repercusiones en el periodismo de estos organismos en Suecia, Rep¨²blica Federal de Alemania e Inglaterra, pa¨ªses mod¨¦licos que gozan de una de las m¨¢s altas cotas de libertad de expresi¨®n de los sistemas occidentales. Seis miembros de estos consejos y expertos en informaci¨®n se encargaron de explicar hasta qu¨¦ punto los consejos de Prensa en sus pa¨ªses funcionan como ¨®rganos eficaces para mantener una Prensa libre de las presiones de los poderes p¨²blicos.
El inter¨¦s que reviste para Espa?a la experiencia europea de los consejo de Prensa como ¨®rganos de autocontrol fue compartido en la presentaci¨®n del seminario, tanto por el presidente del Consejo de Administraci¨®n de EL PAIS, Jos¨¦ Ortega, como por el presidente del Instituto Internacional de Prensa, Peter Galliner. Este ¨²ltimo, citando a Antonio Font¨¢n, presidente del comit¨¦ espa?ol del IPI, dijo que una ley de Prensa tiene dif¨ªcil cabida en el esp¨ªritu de la Constituci¨®n espa?ola y que antes que exista un control gubernamental es preciso que se autocontrole el propio sector de la Prensa.
Los directores de EL PAIS y La Vanguardia, aunque partidarios de la creaci¨®n de un consejo de Prensa para Espa?a, se sintieron, no obstante, radicalmente pesimistas. Para Juan Luis Cebri¨¢n no existen en estos momentos condiciones objetivas para la creaci¨®n de este consejo, debido fundamentalmente a la falta de clarificaci¨®n legal de la ley de Prensa (que para unos es anticonstitucional, para otros est¨¢ abolida y para otros est¨¢ vigente) y tambi¨¦n a la falta de clarificaci¨®n de la profesi¨®n, dividida en estos momentos por las tendencias corporativistas de las asociaciones o por las tendencias sindicales.
Falta de solidaridad
Para Juan Luis Cebri¨¢n, un consejo de Prensa en Espa?a es impensable tambi¨¦n por la falta de solidaridad empresarial, profesional y social ante los ataques a la libertad de expresi¨®n, que han arreciado desde diversos sectores en los ¨²ltimos a?os y que hacen que, en estos momentos, la libertad de expresi¨®n se encuentre con m¨¢s de cien informadores sometidos a procesos, con un l¨ªder de la oposici¨®n que pide que se cierren tres peri¨®dicos, con presiones directas del Gobierno para que no se publiquen determinadas informaciones y con luchas y ataques internos entre los propios agentes sociales de, la informaci¨®n, en una situaci¨®n mucho m¨¢s lamentable que la existente hace tres a?os.Horacio S¨¢enz Guerrero, que comparte este diagn¨®stico, lo explic¨® como signo de una crisis que no s¨®lo afecta al sector de Prensa, sino a todas las fases de la construcci¨®n de la democracia, ?una democracia que no es s¨®lo una forma de elecci¨®n por mayor¨ªa, sino que es esencialmente un c¨®digo moral de comportamiento y de entender las cosas. ?En Espa?a ser¨ªa dif¨ªcil?, seg¨²n el director de La Vanguardia, ?llegar a un acuerdo sobre el consejo de Prensa porque no hay posibilidad en estos momentos de ejercer en Prensa una autoridad de car¨¢cter moral, ajena a los poderes p¨²blicos, con poder efectivo?.
Guillermo Luca de Tena y Pedro Crespo de Lara defendieron la viabilidad y necesidad del consejo de Prensa en Espa?a, porque la Prensa debe vigilarse a s¨ª misma para que no la vigile el Gobierno, porque las condiciones de rapidez del periodismo exigen un autocontrol, porque acechan los peligros del fanatismo y la intransigencia o el de las presiones econ¨®micas y porque la Prensa se convertir¨ªa, con el consejo, en un ?perro vigilante con dos cabezas, una que ladrar¨ªa hacia el exterior (los poderes p¨²blicos) y otra que ladrar¨ªa hacia dentro (autocontrol)?.
No a la ley de Informaci¨®n
La propuesta de un consejo de Prensa para Espa?a se sit¨²a dentro del entendimiento de la pr¨¢ctica informativa en un terreno distinto al propugnado hasta ahora, tanto por las Federaciones de Asociaciones de la Prensa, que han presentado al Gobierno un borrador de ley de informaci¨®n de corte gremialista y corporativista, como por la Uni¨®n de Periodistas y sindicatos, UGT y CCOO, que han promovido, por su parte, otra ley de informaci¨®n muy distinta a la anterior y acorde con sus respectivas formas de entender la informaci¨®n. La existencia de un consejo de Prensa supone de entrada la no existencia de cualquier ley de informaci¨®n, postura que defiende desde siempre el Instituto Internacional de Prensa y la Asociaci¨®n de Editores Espa?oles.El consejo de Prensa ser¨ªa la primera forma de defensa de la informaci¨®n concebida en su totalidad, es decir, los que la promueven, o empresarios, y los que la realizan, o periodistas, frente a los intentos de control por parte de los poderes p¨²blicos, bien directamente o bien a trav¨¦s de determinadas leyes. En este aspecto, este organismo ser¨ªa compatible con la existencia de otros organismos de autocontrol y defensa que englobaran a los profesionales de la informaci¨®n, tales como las asociaciones, las sociedades de redactores o los comit¨¦s de redacci¨®n contemplados en los estatutos de redacci¨®n, y en el orden laboral, los sindicatos de Prensa. El consejo de Prensa, al ser un organismo supraasociativo, no impide la existencia de esas otras asociaciones de profesionales que nacen ya no s¨®lo para defender la informaci¨®n del control de los poderes p¨²blicos y otros grupos de presi¨®n, sino tambi¨¦n para defender esta informaci¨®n del control negativo de la propia empresa; todo ello, en beneficio de los lectores.
Los consejos de Prensa han surgido normalmente en los pa¨ªses con un sistema social calificado como de ?democracia liberal?, que propugna una Prensa independiente de los poderes p¨²blicos, para que de esta forma pueda criticar y controlar a estos poderes. Es precisamente en estos pa¨ªses donde la Prensa, por estas razones, ha recibido el calificativo de ?cuarto poder?, junto con los otros tres (ejecutivo, legislativo y judicial).
Tercera v¨ªa
Entre la censura o la intervenci¨®n estatal y el m¨¢s puro y absoluto ?dejar hacer? se ha abierto una tercera v¨ªa a trav¨¦s de los consejos de Prensa, que se han constituido desde hace algunos a?os en este tipo de pa¨ªses al margen de la intervenci¨®n directa de los poderes p¨²blicos. Estos consejos se justifican por la idea de que el p¨²blico tiene el derecho a estar correctamente informado. Los defensores de la existencia de estos consejos creen que con ellos es m¨¢s f¨¢cil asegurar la eficacia de esta responsabilidad de informar bien al lector que si se cuenta con la tutela administrativa o gubernamental para el mismo cometido.Aunque los consejos de Prensa est¨¢n compuestos normalmente por comisiones proporcionales, seg¨²n los casos, de los protagonistas de la actividad informativa, periodistas y propietarios de las empresas, tambi¨¦n incluyen en su organizaci¨®n a personas ajenas a la profesi¨®n, como son pol¨ªticos, magistrados o comisiones de lectores. Ello justifica en parte que los consejos no deben, estar al servicio exclusivo de empresarios y periodistas, sino que deben defender la libertad de Prensa en general y mantener ciertas reglas de deontolog¨ªa.
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