El primer viaje

Con reiterada insistencia hemos solicitado la presencia en el Pa¨ªs Vasco del presidente del Gobierno. Por encima de dificultades coyunturales, dejando a un lado circunstancias de oportunidad discutible, hemos se?alado que s¨®lo la visita directa, el conocimiento de primera mano, propiciar¨ªan un mejor entendimiento de los problemas de aquella regi¨®n. (...)Por ello nada m¨¢s justo que se?alar, con nuestro aplauso, la presencia del presidente Su¨¢rez en el Pa¨ªs Vasco. ( ... )

No se esperan sorpresas derivadas del viaje. El presidente Su¨¢rez no tiene ahora -quiz¨¢ no la ha tenido nunca, aunque los mayoritarios deseos de los espa?oles llegasen a inventarla- una varita m¨¢gica para despejar inc¨®gnitas y resolver ecuaciones pol¨ªticas o econ¨®micas. Pero seria injusto despojarle de capacidad de observaci¨®n, de la sensibilidad necesaria para detectar esas facetas que, sistem¨¢ticamente, escapan al examen de los temas y los problemas cuando se realizan a distancia, sobre una mesa de despacho, y no sobre la realidad f¨ªsica que los produce o los sostiene.

Y no cabe achacarlo todo a la valent¨ªa personal -que no le falta- del presidente del Gobierno. Quisi¨¦ramos pensar que, en este caso, m¨¢s que el valor ha primado la responsabilidad. ( ... )

10 de diciembre