Crece la tensi¨®n en el Ulster
Otros veintitr¨¦s presos republicanos de la c¨¢rcel de Maze, en las afueras de Belfast, se declararon ayer en huelga de hambre, mientras Sean McKenna, uno de los siete reclusos que lleva 51 d¨ªas sin comer, se encuentra en estado cr¨ªtico. La tensi¨®n est¨¢ creciendo en el Ulster, donde han sido cancelados todos los permisos de la polic¨ªa.Sean McKenna se est¨¢ quedando parcialmente ciego, debido a una carencia vitam¨ªnica, y se halla en un estado de extrema debilidad, temi¨¦ndose que pudiera morir en los pr¨®ximos d¨ªas. Se espera que en breve sea trasladado al hospital de Musgrave Park, en Belfast.
Desde 1971, Sean McKenna s¨®lo ha vivido un a?o fuera de la prisi¨®n. McKenna, veintis¨¦is a?os, fue condenado en 1976 a veinticinco a?os de prisi¨®n por delitos terroristas, entre ellos dos intentos de asesinato.
La decisi¨®n de veintitr¨¦s presos republicanos de rechazar ayer su desayuno, comenzando as¨ª otra huelga de hambre, tom¨® por sorpresa a las autoridades brit¨¢nicas. Los veintitr¨¦s presos son republicanos y ven¨ªan participando desde hace meses en la llamada protesta sucia, si bien no se sabe a¨²n oficialmente su identidad. Con ¨¦stos son ya 39 los prisioneros en huelga de hambre en Irlanda del Norte: los siete republicanos iniciales, tres mujeres en la prisi¨®n de Armagh, seis lealistas (miembros de la Asociaci¨®n para la Defensa del Ulster, desde el viernes pasado) y los veintitr¨¦s republicanos que se les acaban de sumar. Todos ellos reclaman, de forma m¨¢s o menos velada, ser considerados prisioneros pol¨ªticos, a lo que se niega rotundamente el Gobierno Thatcher.
El mando de las fuerzas militares desplegadas por Irlanda del Norte prev¨¦ que pueden registrarse los peores actos de violencia de los ¨²ltimos diez a?os, desde que se inici¨® el enfrentamiento de la minor¨ªa cat¨®lica con la mayor¨ªa protestante.
Esta podr¨ªa ser la prueba m¨¢s dura para los 7.000 miembros de la Polic¨ªa Real del Ulster y para los 4.750 reservistas de este cuerpo, que en 1976 comenz¨® a encargarse de operaciones hasta entonces cubiertas por el Ej¨¦rcito.
La polic¨ªa tuvo que hacer frente durante el fin de semana a diversas manifestaciones en Irlanda del Norte. La ciudad de Londonderry (con mayor¨ªa cat¨®lica) vivi¨® cuatro noches consecutivas de enfrentamientos, con botes y piedras, entre grupos de j¨®venes y polic¨ªas.
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